martes, 21 de enero de 2025

¿Quién eres?

¿Han sentido como si alguna persona cercana a ustedes hubiese sido reemplazada o suplantada por alguien más?

Yo sí, y les contaré sobre mi experiencia...

Mi nombre es Miguel, tengo 22 años y vivo con mi madre, Elena, de 45 años. A pesar de su edad, ella es una mujer muy atractiva y todos los días hace ejercicio y va al gimnasio, por lo que conserva una gran figura. Debido a esto mismo, estoy acostumbrado a recibir bromas y comentarios sobre "presentarle a mi madre" con mis amigos y casi cualquier hombre que me conoce.

Mis padres se divorciaron hace ya más de 5 años, después de discutir todo el tiempo ya que mi padre era un hombre celoso y machista, y no podía soportar que mi madre fuera una mujer trabajadora y quien ganara más dinero en la casa. Ella es una mujer emprendedora y es dueña de 3 negocios exitosos mientras que mi padre únicamente era un subordinado en una empresa nacional a las afueras de la ciudad.
Cuando ellos se separaron, me dieron la oportunidad de elegir con quién me quedaría. Tuve muchas dudas para poder decidir pero finalmente elegí quedarme con mi madre ya que si bien es una mujer independiente, quería estar a su lado. Y también admito que lo hice ya que ella tenía más dinero y podía comprarme más videojuegos y lo que yo le pidiera, después de todo soy su único hijo y el consentido.

Mi madre siempre tuvo gustos caros y no escatima al momento de gastar, por lo que desde que nos mudamos ella eligió una casa bastante amplia, con 3 habitaciones: Una para ella, una para mí y otra para visitas, aunque no es muy común que recibamos visitas ya que mi madre casi siempre está trabajando. Es una mujer muy profesional y dedicada a sus empresas, así que tampoco tiene tiempo para salir con hombres o tener citas, al menos hasta donde yo he sabido.
Por el tamaño de la casa y no tener tiempo, mi madre decidió contratar a una persona para que se encargara de mantener limpia la casa y tener todo siempre en orden, por lo que desde hace unos años hemos tenido a Lupita, nuestra empleada doméstica, una mujer mayor de unos 60 años. Ella al contrario de mi madre, es una mujer desgastada, con padecimiento de la presión. Ella viaja casi todos los días desde su hogar que está en un pueblo a 2 horas de la ciudad. Si bien yo nunca he estado muy de acuerdo en hacer que las personas tan mayores tengan que trabajar manteniendo casas ajenas, tengo entendido que recibe un pago decente, además de que tampoco tiene mucho trabajo qué hacer ya que yo procuro ser lo más ordenado y limpio posible para ayudarla.

Mi relación con Lupita es buena, ella siempre me ha visto como el hijo o nieto que ella no pudo tener, es una mujer muy linda y cariñosa, sin embargo no puedo decir lo mismo de la relación que tiene con mi madre. Ellas se guardan respeto entre ambas, Lupita acata cualquier orden que mi madre le ordene, y aunque ella ha demostrado ser una buena persona con los años, no puedo negar que también es mañosa. Mi madre nunca ha terminado de confiar en ella. Más de una vez mi madre me ha contado que atrapó a Lupita mirando sus cajones o incluso jugar con su ropa al momento de doblarla y guardarla, por lo que le ha llamado la atención. El colmo de todo esto fue que también la ha visto varias veces agarrando su celular cuando lo deja descuidado, de esto sí lo puedo asegurar porque más de una vez he escuchado a mi madre reclamarle y decirle que no le gusta que agarren sus cosas. Y esto era verdad, mi madre siempre ha sido extremadamente celosa con sus cosas, tanto su ropa como su celular e incluso sus joyas las mantiene siempre alejadas y detesta que cualquier persona las toque, una vez cuando era más pequeño me metió un chancletazo y un regañón porque una vez agarré una pulsera de ella sin querer.

Se preguntarán por qué estoy diciendo todo esto... bueno quería darles contexto de la forma de ser de mi madre, ya que desde hace un tiempo ella se ha estado comportando distinto.

Todo comenzó hace unos 2 meses.
Un día mi madre llegó a casa al mediodía, algo raro ya que ella suele estar fuera hasta tarde. Salí a recibirla porque pensé que había pasado algo, tenía el rostro alterado y se veía muy nerviosa.
Le pregunté qué ocurría pero solamente miraba alrededor, sus manos estaban algo temblorosas y cuando la sujeté ella solo me miró fijamente y después me abrazó.
"Hijo" me dijo mientras me abrazaba. Le dije que sí, le pregunté qué ocurría pero me dijo que no era nada. Que solamente quería acostarse, así que la acompañé hasta su cuarto, al cual entró como si tuviera miedo de estar dentro. La miré desde la entrada y vi que poco a poco comenzó a caminar un poco más tranquila y luego se acostó en su cama pero solo se puso en un costado, como si tuviera pena de usar su cama por completo. Decidí dejarla sola para que se sintiera mejor.
Se sintió raro pasar ese día aquí, ya que ella se quedó en su cuarto encerrada todo el día, no salió para nada excepto para ir al baño un par de veces. Le toqué a la puerta para preguntar si todo estaba bien, me dijo que sí y que me alejara, pero me quedé afuera de su puerta y después de un momento la escuché hablar: "Oigan, a ver si le caen mañana, nomás dejen que busque cómo mandar ubicación en esta cosa, es que no le sé mover todavía a este teléfono".
¿Qué extraño? Mi mamá usa su celular todo el día y con todos sus pendientes ella es más que capaz para usarlo, ¿por qué no sabría mandar una ubicación? ¿y con quién estaba hablando? Ella no diría palabras como "caíganle", para ella eso suena muy naco. Esas son más las palabras que usaría Lupita.

Eso no es todo, conforme pasaron los días veía más seguido a mi mamá en casa, es más, incluso se pasaba el día entero en la casa. Le pregunté si todo estaba bien, si no tenía que ir a alguna junta o algo pero me ignoraba o simplemente me decía que todo estaba perfecto. También me di cuenta que con el paso del tiempo ella se veía menos distraída y nerviosa, cada vez estaba más tranquila y pasaba más tiempo con su celular. Respecto a eso, me dí cuenta que ella se quedaba por ratos largos mirando su celular, pero no escribía sino que solo miraba sus historiales de conversaciones y hacía caras de sorpresa, como si fuera la primera vez que leyera sus propios mensajes, incluso la veía sonreir de manera traviesa.

Estaba harto del suspenso y no saber qué era lo que estaba pasando, así que un día aproveché que ella se entró a bañar y dejó su celular en la mesa. Lo agarré y me sorprendió que no tuviera clave o requiera FaceID, yo recuerdo que mi madre cuidaba mucho su privacidad y no dejaba que sus cosas tuvieran tan fácil acceso. Como sea, pude usarlo y aunque no me siento muy orgulloso de revisar teléfonos ajenos, comencé a husmear entre sus archivos. Me metí a su Whatsapp y vi conversaciones con personas extrañas, y principalmente un grupo muy activo llamado "Komadres 100pre". Me metí para ver de qué se trataba y casi me voy de espaldas al ver que una de las cosas más recientes era una foto de mi madre en ropa interior.



Me sorprendió encontrar una foto así de mi madre. Ella nunca antes se hubiera tomado esa foto, ella repudiaba a las mujeres que enseñaban tan siquiera un poco de escote o pierna. Y mucho menos pensar que ella enviara una foto así en un grupo de Whatsapp con personas que no tengo idea de quienes son.

Me puse a buscar en el grupo a los demás integrantes y me di cuenta que eran puras señoras mayores, de unos 60 ó 70 años... como de la edad de Lupita. Junto con la foto, mi madre les decía que "encontró" este conjunto y les preguntaba qué tal le quedaba, le respondían cosas como "mui secsy komadre" y "ke atrebida la patrona".
Sus nombres se me hicieron conocidos. Recuerdo que de vez en cuando Lupita me hablaba de su familia y amigas de su pueblo: Raquel, Ernestina, Gladys y Francisca. Lo sé, nombres que con solo escucharlos ya te imaginas a una abuela. Bueno así es justo como Lupita lucía, y hablando de ella... desde ese entonces no la volví a ver.

Le pregunté a mi madre sobre ella, si le había pasado algo o por qué no había regresado. Al inicio me dijo que le había dado vacaciones para que pudiera estar en su pueblo por las fiestas locales, pero después pasó el tiempo y mi madre me dijo que le había dado permiso de quedarse más tiempo para cuidar a un familiar enfermo. Un día le insistí y me dijo que ya no volvería porque ahora ella estaría más tiempo en la casa y no haría falta tener a una persona para la limpieza. Me preocupé por escuchar eso y decidí llamar a los números de las "komadres" que había anotado en mi celular ese día. Al inicio no me quisieron responder nada, pero logré averiguar la dirección de Lupita y un día me aventé hasta su pueblo, solo para enterarme que lamentablemente... ella había fallecido hace un par de semanas. Le di el pésame a la familia y regresé a mi casa. Le di la noticia a mi madre pero pareció no darle mucha importancia, incluso me dijo que ya lo sabía pero no quiso decirmelo para no ponerme triste. Nada de esto tenía sentido para mí y cada vez tenía más preguntas que respuestas respecto a mi madre.

¿Será que acaso esa noticia afectó tanto a mi madre en realidad y por eso se ha estado comportando de esa manera? No entiendo cómo funciona la psicología. ¿Por qué mi madre se estaría llevando tan bien con las mejores amigas de Lupita? Ella siempre las consideró nacas e incluso le tenía prohibido meter a cualquier persona extraña, ahora ya van varias veces que ellas vienen de visita y se quedan el día entero, hasta más de una vez se quedaron a dormir en el cuarto de visitas.

Justamente ayer cuando estaban en el cuarto de mi madre, yo me acerqué a su puerta y me quedé un rato escuchándolas hablar, otra cosa que ha cambiado con mi madre es que ahora habla con un tono de voz más fuerte, casi gritado, cuando normalmente hablaba con un tono más discreto. No entendía mucho de lo que estaban platicando, pero básicamente todas hablaban sobre mi madre refiriéndose a ella como "la patrona", incluso mi propia madre se refería a sí misma de esa manera.
Escuché de su viva voz diciendo "ay comadres, no se imaginan con quien me ando mensajeando, miren" luego de eso solo escuché risas traviesas y a algunas diciéndole "ay comadre qué tremenda" y luego escuché un "ese si viene bien armado, qué bruta tu patrona por no aprovecharlo". 
Me pregunto a quién se habrán referido. Pero después de esto me puse a investigar en foros y sitios de internet y descubrí que existen comunidades en donde hablan de "cambio de cuerpos, posesiones" y suplantaciones...
Después de todo esto realmente creo que mi madre ha sido suplantada por la mismísima Lupita, nuestra antigua empleada doméstica, pero si eso fue así, ¿en dónde está mi madre? ¿acaso Lupita realmente se adueñó, no solo de su cuerpo sino de toda su vida? ¿sus negocios, su dinero, su ropa?

Desde eso, cuando se juntan en su cuarto me ha dado por escuchar sus conversaciones. Ayer la escuché decir "¡Gladys! ¿qué te he dicho de husmear mis cosas?" con el mismo tono de voz de mi madre y luego de un silencio incómodo dijo "Ah te la creíste comadre, agarra los chones que gustes, mañana compro más. Miren que lo mío es suyo también, hay que compartir".


Esto suena oscuro, realmente me preocupa qué habrá ocurrido a mi madre, y tampoco sé cómo confrontar a esa mujer que ahora está en su cuerpo. Y por otro lado, sé que esto sonará mal y me veré como un pervertido pero... la idea de que sea alguien más en su lugar me prende un poco.

¿Ustedes qué harían? ¿Qué debería hacer yo?


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Fin

2 comentarios:

  1. Increíble historia, de las mejores que leí en mucho tiempo. Podría ser una buena idea que las amigas de Lupita usen la misma estrategia que ella y se consigan cuerpos mas jovenes y adinerados y de esta manera rejuvenecer el grupo de amigas. Podría tener más partes si sigue esa idea, que te parece?. Muchas gracias por compartir historias de calidad como estas ❤️

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  2. Sinceramente tus historias son buenísimas , me gustaría saber si ocupas ayuda o algo para sacarlo más seguido , muchas de tus ideas son geniales y me encantaria leer más seguido estás mismas

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