viernes, 7 de marzo de 2025

Una nueva araña, capítulo 10


 Capítulo 10: ¿Héroe o villano?


Lucy encendió la tele por la mañana mientras estaba acostada en cama tras el cansancio por las explosiones de la gasolinera. En las noticias comenzaron un reportaje desde el lugar, en donde los bomberos habían acabado con el fuego y ahora toda la escena lucía completamente chamuscada y aparentemente un par de personas se habían quedado atrapadas y tuvieron que sacarlas en bolsas. El presentador de noticias comenzó a hablar sobre el shock que esto ocasionó en el barrio, enseñando pequeñas entrevistas a los testigos.

- "Todos estábamos asustados, ¡los polis llegaron pero no hicieron nada! Tuvo que llegar spider-ghost a salvarnos como siempre" - Uno de los testimonios decía.
- "Llegó esa persona a salvarnos, aun no estamos seguros de que haya sido Spider-Ghost porque no tenía su traje, pero le agradecemos por salvarnos" - Otro testimonio declaraba entre lágrimas.

Lucy escuchaba la televisión y no pudo evitar sonreír al escuchar cómo la gente le agradecía, o al menos agradecían su alter ego. Agarró la máscara, que se había dañado con el fuego y estaba a medias, y la pegó a su pecho con cariño, pero entonces comenzaron a pasar otros testimonios menos agradables.

- "Ya era hora que se apareciera, ¿qué esperaba? ¿una o dos semanas desaparecida y de repente quiere que le aplaudamos? ¡Que se vaya al carajo!" 
- "¿Quién nos asegura que no fue ella misma quien inició todo? Además quedaron personas que murieron y yo no la vi preocupada por salvarlos, esa araña es más una amenaza que una salvadora, ¡fuera! ¡fuera!" - El último testimonio dijo mientras iniciaba una turba de gente que reclamaban que la superheroína se fuera de la ciudad. Cada vez la ciudad se dividía más respecto a la imagen de Spider-Ghost y ahora Lucy lo estaba resintiendo por primera vez.

Separó la máscara de su pecho y la miró con desdén para luego arrojarla lejos. Comenzaba a sentirse mal por no haber salvado a las personas que dejó, en especial porque recordaba haberlas visto a la distancia cuando la explosión más grande ocurrió, pero en lugar de lanzarse por ellas, prefirió cubrirse. No era una heroína como Gwen, ella solo era una mujer común y corriente, una criminal que ahora poseía un cuerpo poderoso. 

Se recostó y siguió mirando las noticias, los porcentajes de crímenes estaban por los cielos después de que "Spider-Ghost" estuviera ausente durante tanto tiempo. Ahora la noticia más reciente indicaba que un grupo de terroristas habían secuestrado un grupo de personas y policías y exigían 100 millones de dólares para su rescate. No le dio tanta importancia hasta que en una de las fotografías pudo observar que uno de los rehenes era nadie más ni nada menos que el padre de Gwen. Al mismo tiempo, la puerta del cuarto se abrió y la madre de Gwen entró corriendo desconsoladamente para abrazar a Lucy. Lucy apenas y alcanzó a tapar la máscara para que no la vieran y luego de eso se sintió profundamente conmovida por las lágrimas de la mujer. Quizás era el momento de hacer algo al respecto.


Se vistió con ropa deportiva, la chamarra encima, y su máscara a medias. Acompañada de su pulsera, decidida a salvar a los policías que eran rehenes. 

Al llegar al sitio, los criminales no la tomaron en serio porque no creían que se tratara realmente de Spider-ghost, así que uno de ellos se acercó a amenazarla con su arma, la cual Lucy arrebató en un movimiento rápido. Luego la usó para disparar al techo y asustar al criminal, quien alertó a sus compañeros. Lucy respondió lanzando el arma directamente para golpear a uno de ellos en la cara y luego combinando sus movimientos veloces con rayos de su pulsera se encargó de dejar en el suelo a todos, con quemaduras en el cuerpo y moretones. El padre de Gwen vió la escena y  se sorprendió de la violencia que había tenido la mujer, negándose a creer que se trataba de la verdadera Spider-Ghost. Aunque él no conocía su identidad secreta, tenía sospechas de que fuera su hija, pero ahora ante esa violencia y frialdad sus sospechas se esfumaban. Lucy simplemente los liberó y luego se fue del lugar para evitar cualquier contacto con el Sr. Stacy.

Y de esta forma, Lucy continuó columpiándose por la ciudad, mirando y haciéndose cargo de cualquier problema que viera. En una de las calles que pasaba vió a un sujeto asaltando a una mujer. Ella se acercó y con su telaraña atrapó al hombre, arrastrándolo varios metros por el suelo, solo para darse cuenta de que era el mismo hombre que había enfrentado el día que robó la pulsera, su quemadura en la cara lo delataba. Ella sonrió al ver cómo la situación habia dado la vuelta y sin ninguna dificultad le asestó dos golpes en el estómago.

- "Ya no tan valiente, mi estimado" - Lucy decía con una sonrisa soberbia al mirar al hombre sin aliento.

- "Eres... Eres una maldita... Perra" - El hombre intentaba insultarla mientras jadeaba ante la falta de aire.

- "Sí, lo soy. Soy una perra que te acaba de partir el culo, ¿Escuchaste?" - Lucy seguía hablando en un tomo victorioso. De repente su sentido arácnido le alertó que el hombre intentaría sacar un cuchillo atado a su zapato, el cual ella esquivó y con un movimiento ágil lo redirigió hacia él, doblándole la pierna y clavándole el cuchillo cerca del cuello. 

Lucy disfrutaba la escena de forma sádica, pero los gritos de pánico de la mujer que ella acababa de salvar la hicieron darse cuenta de lo que había hecho: Había dejado malherido al criminal. Pronto escuchó sirenas de policía acercándose y ella se alejó lo más rápido que pudo.

Mientras se alejaba, vio que un auto avanzaba sin control a alta velocidad y se dirigía a un grupo de personas. Ella se abalanzó al auto y lo aplastó con la caída, lo cual hizo que se detuviera en seco y luego sin mucho esfuerzo lo levantó y lo lanzó hacia un lado para salvar a la gente, ella se volteó esperando que le agradecieran pero en su lugar vio sus rostros de preocupación al ver el auto destruido aun con la persona dentro. Ella se acercó y logró sacar al hombre justo antes de que el auto se incendiara y explote. Lucy cubrió al sujeto para salvarlo, para entonces sí recibir aplausos, aunque su ropa sufrió las consecuencias del fuego. 

Lucy regresó a casa de Gwen en donde los padres se estaban reencontrando. Se cambió rápidamente de ropa y se acercó para abrazarlo. Entonces ella sintió un cálido amor fraternal, algo que ella no había sentido desde hace muchos años, o quizás nunca. Ante estas sensaciones ella no pudo evitar conmoverse y soltar unas lágrimas, para luego terminar llorando desconsoladamente mientras los señores Stacy la abrazaban y le recordaban que todo estaba bien. Ella no podía hablar, tenía un nudo en la garganta y lo único que pudo hacer fue retirarse a la habitación de Gwen para seguir llorando durante un rato en la cama hasta quedarse dormida.

A la mañana siguiente, Lucy encendió la televisión para ver las noticias del día anterior, esperando haber dejado algún efecto. En las noticias hablaban del "supuesto" regreso de Spider-Ghost, sin embargo se dejaba a tema de debate saber si se trataba de la verdadera o si era alguien más haciéndose pasar por ella.

- "No, claro que no es la misma, ni siquiera tiene su traje, es otro de esos fenómenos con poderes. ¡Dios nos salve de que quiera matarnos a todos!"

- "Temí por mi vida, esa persona aplastó un auto con una persona dentro, ¡frente a todos!"

Uno de los policías que habían sido rehenes junto con el padre de Gwen también estuvo como invitado en el noticiero, dando testimonio de cómo "la mujer misteriosa" llegó y golpeó con fuerza desmedida a los criminales, tachándola de inhumana. 
Todo esto frustró a Lucy y sintió que la gente no estaba siendo agradecida con su trabajo. Pero esto no dejó que la desanimara a dejar de intentar ser alguien mejor.

Se preparó a su manera, se colocó la chaqueta, que cada vez estaba más desgastada al punto de tener el pecho descubierto, su pulsera y esta vez decidió colocarse un audífono especial que Gwen utilizaba bajo la máscara para poder escuchar las transmisiones de la policía. 


Aun era temprano y faltaba poco más de una hora para entrar a clases, así que empezó a columpiarse por las calles. A diferencia del primer día que tuvo el cuerpo de Gwen, cuando la gente la vitoreaba y aplaudía, ahora se volteaba o se ocultaba cuando la veía. Ella siguió hasta que escuchó en su audífono que había una persecución de autos cerca de ahí. Se columpió hasta una calle en donde podía interceptar el vehículo. Ella recordó el auto de la noche anterior y esta vez lo hizo de manera diferente, usando sus telarañas para frenar el vehículo y luego con un golpe certero atravesó el frente para destruir el motor. Los sujetos se bajaron para huir corriendo pero ella los dejó atrapados en redes y luego se fue.

Cuando se dio cuenta, ya había pasado más de una hora, así que fue a la escuela, en donde llegó tarde a su primera clase.

- "De vuelta a la rutina" - Jackie le dijo a Lucy, sonriendo.

- "Cállate, niña" - Lucy le respondió con un rostro enojado.

Jackie volteó su rostro haciendo una mueca por las palabras hirientes que escuchó. Lucy la ignoró al inicio pero después se dio cuenta que la chica estaba conteniendo sus lágrimas.

- "Yo... lo siento, no quise" - Lucy le dijo intentando sujetar la mano de Jackie, pero ésta la rechazó y luego se levantó para ir al baño.

Lucy no se quedó atrás y también fue al baño minutos después para verla ahí. Jackie se había encerrado a llorar en una casilla, por lo que Lucy se quedó por fuera de la puerta.

- "Jackie, perdón, ¿sí? No quise ser tan dura" 

- "Ya basta, Gwen, sé que no me consideras tu amiga, pero no pensé que me odiaras" - Jackie le respondió llorando.

- "No te odio... tú... tú eres una chica amable y desinteresada... me agradas mucho" - Lucy le decía, tratando de recordar las palabras que leyó sobre Jackie en el diario de Gwen. La verdadera le tenía aprecio a Jackie aunque no se lo hacía notar para evitar tener cualquier amistad.

- "No mientas, solo lo haces peor."

- "No es mentira, sí que le... me agradas, solo que no soy buena mostrando sentimientos. Yo... eh... te aprecio mucho y aprecio tu amistad" - Lucy decía titubeando al no estar segura de lo que decía.

Jackie no respondió, solamente se escuchaban sollozando, Lucy intentó abrir la puerta pero tenía seguro y decidió respetar la privacidad, ya que ese no sería ningún problema de abrir con su superfuerza.

- "Jackie... vamos, eres mi amiga. Recuerda que siempre estamos juntas en clases y... además eres la única persona con la que hablo, ¿no recuerdas?" - Lucy seguía intentando convencerla mientras recordaba los pensamientos de Gwen.

Los sollozos pararon y entonces la puerta se abrió. Jackie aun tenía lágrimas en el rostro que Lucy limpió. Las dos mujeres sonrieron y luego se abrazaron. Lucy comenzaba sentir un aprecio auténtico a la chica mientras que Jackie se sentía feliz de saber que "Gwen" sí le tenía aprecio.

De vuelta al salón, vieron a Vlad pasando. Lucy se paralizó por un momento y no sabía si ir hacia él, pero Jackie le dio un ligero codazo para decirle que vaya por él.

- "Sé que te vuelve loca ese muchacho, y de verdad se nota que te quiere, anda amiga, ve" - Le dijo, envalentonándola. 

Lucy corrió hacia Vlad y lo alcanzó. Ella intentaba hablarle pero él la ignoraba en un inicio hasta que finalmente él volteó hacia ella, con seriedad en su rostro. Lucy le pidió perdón por lo del día anterior, le dijo que no sabía lo que había ocurrido y que solo había sido un berrinche sin sentido. Ella temía perder a aquel chico del que se estaba enamorando. Vlad la escuchó pero le dijo que le había dolido su actitud y el golpe que se dio en el suelo, y por eso no sabía qué pensar sobre ella.

- "Vamos, cariño, empecemos de nuevo. Prometo no volver a actuar como una loca" - Lucy le decía sonriendo y deseando que todo saliera bien.

- "Mira, Gwen, te quiero mucho y en verdad siento que no he querido a nadie como tú en mi vida, pero no es tan fácil, me dolió en verdad." - Vlad decía, sobando su brazo.

- "Por favor, yo siento cosas por ti que nunca imaginé. Anda, sabes que debemos estar juntos" - Lucy se acercó para darle un beso, al cual Vlad correspondió dándose un pico.

- "Está bien, Gwen, ¿qué te parece si nos vemos a la salida y vamos por un helado o algo?"

- "Me parece un gran plan" - Lucy respondió ilusionada y sonriendo como una auténtica mujer enamorada.

Al salir de clases, el par se reunió y fueron a un local cercano en donde compartieron un helado y platicaron sobre la vida, reconciliándose y dándose besos como la pareja que ahora eran nuevamente. Sin embargo Vlad se notaba algo inquieto y Lucy lo notó, por lo que le estuvo cuestionando, ya que sospechaba que estaba ocurriendo algo malo.

- "Ya en serio, dime qué es lo que tanto te tiene así" - Lucy le dijo

- "No es nada, Gwen, en serio. Solo que hay mucha tarea y así" 

- "Eres un pésimo mentiroso, ¿sabías?" - Lucy le dijo en un tono serio pero coqueto - "Si no me lo dices me enojaré y te lanzaré más fuerte que la última vez".

- "Aun no entiendo cómo pasó eso, estoy seguro de que tropecé o algo, el piso..."

- "No me cambies la conversación, cariño" - Lucy dijo poniendo una se sus manos en la mejilla de Vlad.

Vlad se puso nervioso y luego agarró el valor.

- "Gwen" - dijo, aclarando su garganta - "Yo... bueno... ayer después de... ya sabes, salí a caminar para aclarar mis pensamientos y me di cuenta de lo especial que eres. Compartimos muchas cosas y en verdad te quiero. Pero ocurrió algo que no sé cómo explicar".

Lucy solamente lo miró con curiosidad, sin decir nada.

- "Por la tarde, mientras reflexionaba, yo caminaba cerca de donde nos dimos nuestro primer beso, se sintió lindo, pero entonces comenzaron a ocurrir explosiones y me acerqué a mirar... y luego todo pasó tan rápido y cuando me di cuenta estaba a punto de morir... y lo único que pude pensar era en ti... y entonces"

- "Entonces, ¿qué?"

- "Spider-Ghost, o bueno quiero pensar que era ella... me salvó y luego estaba sobre mí... y ella... me besó, no fue nada, te lo prometo." - Vlad dijo sonrojado y volteando el rostro por la verguenza.

Lucy sonrió al saber que ese era el problema, el cual no era un problema real. Después de todo eran la misma persona. Ella se aprovechó de esto y comenzó a jugar diciendo que se pondrá celosa de la superheroína y pidiendo que no se vuelva a poner en peligro. Vlad no sabía cómo tomar esto y se sentía confundido, creyendo que al confesar esto se terminaría su relación. En cambio solo veía que no le dieron mucha importancia.

Después de eso, el par se despidió para ir cada quien por su lado. Lucy decidió colocarse su traje improvisado y empezó a columpiarse, estando cerca de Vlad, ella lo siguió hasta otro callejón en donde se apareció de sorpresa frente a él. Vlad solamente dio un salto y tropezó cayendo al suelo. Lucy simplemente reía y se acercó para darle una mano.

- "Vamos, corazón, de pie. ¿Vamos a dar una vuelta?"

Vlad no supo qué decir, en un primer momento ignoró la mano de la mujer y se levantó por cuenta propia. Lucy solamente hizo una mueca y se acercó nuevamente a él, sin respetar su espacio personal. 

- "¿Qué... qué quieres de mí?" - Vlad dijo nervioso.

- "Hmm ¿y ahora qué? ¿Tan rápido te olvidas de mí? Yo no he olvidado que te salvé" - Lucy dijo con una voz seductora. La voz se le hizo familiar a Vlad pero por los nervios no podía conectar a quién le pertenecía.

- "Sí, lo recuerdo y gracias, Spider, pero respecto a lo otro... bueno, yo..." - Respondió mientras se rascaba la cabeza.

- "¿Sí?" - Lucy dijo con una sonrisa traviesa - "¿Acaso soy una mala besadora?"

- "No, no es eso, en realidad no me puedo creer que tú me hayas besado, nadie jamás me creería, pero hay algo que debo decirte, Spider..."

- "¿Qué?"

- "Yo tengo novia, y en verdad la amo así que por más suertudo que me sienta, esto no puede..." - Vlad hablaba negando con la cabeza pero fue interrumpido por Lucy quien le tapó la boca con un dedo, similar a cómo lo hizo la primera vez. Esto generó aun más confusión en Vlad quien no sabía si estaba soñando.

- "Silencio, cariño, menos bla bla" - Lucy le dijo mientras lo sostenía del brazo y lo abrazó para luego dar un salto y comenzar a columpiarse con Vlad en su espalda.

Vlad estaba asustado al no saber lo que estaba pasando, cerró los ojos y gritó pero Lucy le pidió que se tranquilizara ya que no planeaba hacerle nada malo. Luego él abrió los ojos y miró las calles desde lo alto, experimentando en primera persona cómo era columpiarse como la superheroína.

- "Entonces sí eres la real, wow no puedo creer que esté haciendo esto" - Vlad le dijo impactado y sonriendo por la adrenalina.

El par se detuvo en un tejado a unas cuadras de ahí. Vlad, con un poco más de calma, le agradeció a la heroína por la experiencia, aunque no terminaba de verse del todo convencido.

- "Lo que no entiendo es ¿por qué yo?"

- "¿A qué te refieres?" - Lucy le preguntó intrigada.

- "¡Sí! Digo a decir verdad sí me considero alguien atractivo, pero jamás pensé gustarle a una superheroína... ¿por qué yo? Imaginaba que quizás preferirías besar a algún supermodelo o algún otro superhéroe por ahí".

- "Tarado, ¿que no puede una darse un gusto de vez en cuando? Además... - Lucy le dijo con algo de indignación - "¿En serio aun no te das cuenta?"

- "¿Cuenta de qué? ¿Qué sucede, estoy soñando, verdad? Ya lo suponía".

Lucy enrolló sus ojos y tomó del brazo a Vlad para subirlo nuevamente a su espalda.
- "Vamos, hay algo que tenemos qué hacer".

La mujer comenzó a columpiarse por la ciudad hasta llegar a la ventana de Gwen. Vlad estaba un tanto desorientado por lo nuevo que era para él desplazarse a esa velocidad, pero al ver el cuarto de Gwen, y en especial la cama, reconoció en dónde estaban.

- "Espera... ¿qué hacemos aquí?" - Vlad dijo nervioso y con el rostro completamente rojo - "No podemos estar aquí, este es... este es..."

- "¿Qué? No te gusta este lugar, pensaba que sí" - Lucy le dijo con una sonrisa.

- "Espera, espera... ¿acaso tú...?" - Vlad dijo intentando relacionar todo, creyendo haber descubierto lo que ocurría - "Oh ya lo veo... de algún modo conoces a Gwen y ella te pidió que me pongas a prueba o algo así... ¿verdad?" - Vlad decía en un inicio enojado pero a medida que hablaba se daba cuenta de lo absurdo que eso sonaba, sonando menos animado.

- "Wow, vaya que tienes imaginación" - Lucy le dijo, intentando disimular para no reírse.

- "Entonces... no lo sé, pero ella debe llegar en cualquier momento, y cuando la vea le diré que todo esto es un malentendido"

- "¿Eso le dirás? Dime, ¿qué más le dirás?" - Lucy le preguntó cruzando sus brazos.

- "Pues, que yo no le soy ni le sería infiel, ese beso, bueno esos besos... no cuentan, además fuiste tú la que me besó y yo..." - Vlad intentaba explicar pero nuevamente Lucy lo interrumpió, esta vez dándole un beso de pico el cual Vlad correspondió dándole otro beso, lo que inició un beso más largo.

- "Claro, ahora también fui yo, ¿no?"

- "No, no, esto está mal, pero es que no lo sé... hay algo que no termino de entender... ¿qué hacemos aquí?"

- "¿En serio? ¿aun nada? Estos niños de ahora..." - Lucy dijo mientras se alejaba unos pasos de él, dándole la espalda.

- "Ya dime, o es que acaso tú... no, no creo"

- "Anda, sigue... yo..." 

- "¿Gwen?" - Vlad preguntó con una voz insegura.

Lucy sonrió y se volteó hacia Vlad, y se quitó la máscara, revelando su identidad a Vlad, quien se quedó perplejo de la sorpresa.

- "No lo creo... ¿en serio?" - Vlad dijo con los ojos bien abiertos y dando un paso para atrás.

- "Bien, cariño, entonces ¿aun te sientes mal por besarme y desearme?" - Lucy le dijo arrojando la máscara y acercándose a él.

- "Jamás lo imaginé... no puede ser esto... simplemente... wow" - Vlad decía mientras la mujer se acercaba a él hasta abrazarlo y darle otro beso.

- "Sí, cariño, y ¿sabes? Desde que me lancé para salvarte, recordé cuando también estuve sobre ti, en esa cama" - Lucy dijo señalando la cama de Gwen con su mirada. Luego de eso empezó a bajar su pantalón para quedarse en ropa interior y el resto de su sudadera.

- "¿Sí?" - Vlad apenas pudo hablar.

- "Sí... y a una dama no la debes dejar con las ganas, ¿sabes?" - Lucy le dijo entre besos y mordiendo sus labios lentamente.



Después de una larga ronda de besos, el par estaba nuevamente en la cama de Gwen. Sus ropas en el suelo y ambos tan desnudos como la identidad secreta de Spider-Ghost. Lucy disfrutaba cada segundo, cada sensación del tacto entre la piel de ambos. Sentía como la piel que había robado se erizaba, sus vellos se levantaban, sus pezones jóvenes y sensibles se endurecían con el contacto con la lengua de Vlad. Ella solo podía jadear y gemir ante estas sensaciones, se estaba volviendo adicta a tener sexo con esa nueva juventud, ella amaba cada vez más tener el cuerpo de Gwen, y esto la hacía sentir cada vez más viva.

Luego de más de una hora de sexo, ambos estaban sentados en la cama, vistiendose de nuevo, Lucy tenía una sonrisa de oreja a oreja, mientras Vlad aun seguía en shock ante todo lo que había pasado en el día. Al terminar de vestirse, ella lo sujetó y salieron para columpiarse hasta el edificio en donde Vlad vivía.

- "Bueno, cariño, nos vemos mañana" - Gwen le dijo dándole un beso y volteando para irse.

- "Espera... antes que te vayas, hay algo que no entiendo" - Vlad le pidió.

Lucy se detuvo y volteó hacia él - "¿qué pasa?"

- "En verdad eres Spider-Ghost, pero... ¿porqué desapareciste tantos días? y también... ¿qué pasó con tu traje?"

- "Solo digamos que pasaron muchas cosas, algún día quizás te las cuente".

- "¿Acaso fue por los rumores que hay de ti? Ya sabes... que mataste a una buena cantidad de gente."

- "No vuelvas a mencionar eso, ¿sí?" - Lucy le dijo cortántemente. Ella odiaba recordar ese día.

- "Oh, lo siento, es solo que todo el mundo tiene dudas... ¿aun sigues siendo de los buenos, cierto?" - Vlad le preguntó con pena y curiosidad.

- "Sí... eso creo" - Lucy le dijo justo antes de saltar del tejado y alejarse del sitio.


En el camino a su casa, ella vio otro asalto el cual se acercó para detener sin mayor problema, aunque en esta ocasión le costó otro raspón en su chamarra, la cual ya estaba prácticamente destruida.

Al llegar a casa, Lucy se quitó lo que quedaba de su ropa, frustrada porque cada vez era más la ropa que dañaba intentando luchar con el crimen y manteniendo su nuevo alter-ego. Se puso una blusa de tirantes negros y un short rosa que tenía a la mano, para no quedarse desnuda.

"Es momento de hacer algo con mi imagen, no puedo seguir ensuciando y dañando toda mi ropa, vamos Lucy, piensa"

Después de varios bocetos, Lucy tenía lista su idea para diseñar un traje nuevo acorde que combine sus gustos con la identidad de su nuevo alter-ego, en especial influenciado por el outfit que llevaba puesto.