viernes, 14 de febrero de 2025

Una nueva araña, capítulo 9



Capítulo 9: Abeja reina


Al llegar el lunes, Lucy debía ir a la escuela nuevamente como parte de su nueva rutina de vida, pero en esta ocasión tenía una motivación extra para ir: Vlad.

Miró el uniforme escolar de Gwen y sintió que era aburrido, por lo que tomó sus tijeras y la máquina de coser para ajustarla y hacerla lucir más atractiva. Acortando la falda unos centímetros y estilizándola para lucir su figura aun más. Luego se colocó unos lentes de pasta dura que Gwen solía utilizar como parte de su apariencia engañosa para lucir lo menos llamativa posible, pero ahora con un toque opuesto, haciéndola lucir más interesante.


Al llegar a la escuela, todas las miradas fueron hacia ella, quien se sentía como una reina de belleza en una pasarela, modelando mientras meneaba las caderas y todos los chicos babeaban ante ella. Ella caminó por el pasillo hasta detenerse en donde Vlad estaba acomodando sus libros. Él volteó y la miró, quedándose sorprendido por la nueva y sensual imagen de Lucy. 

- "Eh... Hola Gwen" - Vlad dijo nervioso.

Lucy sonrió de manera pícara y respondió con un simple "Hola Vlad", seguido de un beso en su mejilla, para seguir su camino hasta su salón. Todos sus compañeros de clase la siguieron y se quedaron atónitos durante las clases. Algunos incluso sin creer que se tratase de la misma persona, creyendo en su lugar que era alguna estudiante nueva.

- "Te lo digo, amigo, le hicieron lo mismo que Avril Lavigne, creo que la sustituyeron, no puede ser la misma persona" - Uno de los compañeros de clase dijo susurrando a otro. Lucy lo alcanzó a escuchar y solamente pudo reír. Ahora en lugar de sentarse en la última fila, Lucy estaba sentada en el centro del aula. Sintiéndose el centro de atención, literalmente.

El resto del día transcurrió junto con las clases, Lucy disfrutaba sentirse querida por parte de los compañeros de clase. De pronto se convirtió en la reina de la clase, lo cual hizo que algunas compañeras comenzaran a sentir celos de ella.

Al salir de clases ella esperó a que Vlad saliera y se quedaron juntos en la salida. Vlad la mirada de pies a cabeza, sin poder creer que sea la misma chica que hace apenas unos días era casi invisible, y ahora lo esperaba a él.

- "Y bueno, ¿qué quieres hacer?" - Lucy preguntó con un tono coqueto y curioso.

- "Los chicos quieren ir al parque, habrá un torneo de patinaje, ¿quieres ir?" - Le pro puso extendiendo la mano.

Lucy sonrió y le correspondió dejándose guiar por él, caminando ambos agarrados de la mano hacia el parque. Al llegar, se acomodaron en las gradas que habían improvisado para el público. Ahí se comenzaron a presentar los concursantes, recibiendo aplausos cada uno cuando se hacia mención de su nombre, siendo el más aplaudido un chico llamado Lucio, el actual campeón, quien recibió una ovación por parte de casi todas las gradas a excepción de Lucy y Vlad quienes estaban más concentrados en la mirada del otro.

El torneo dio inicio y todos los patinadores comenzaron a hacer sus acrobacias, la gente de la tribuna se dividió en apoyar a distintos participantes. Lucy y Vlad comenzaron a mirarlos y aplaudir las acrobacias más extremas que veían.

- "Wow, sabes siempre quise aprender a patinar" - Lucy le dijo a Vlad.

- "¿En serio? Si gustas yo te enseño".

- "¿Lo harías? Siento que ya soy muy grande para eso".

- "¿Grande? Gwen estamos de la misma edad, y yo aprendí hace un par de años, no pasa nada" - Vlad le dijo riendo.

- "Eh, sí tienes razón en eso, qué tonta ¿verdad?" - Lucy respondió dándose cuenta de lo torpe que sonaba.

- "Descuida, me gustas como eres, y te puedo enseñar a patinar o a lo que tú desees" - Vlad dijo con una gran sonrisa.

- "Sí, quizá puedas darme unas clases privadas" - Lucy dijo tomándolo de la corbata del uniforme y acercándolo para darle un beso. De repente el sentido arácnido alertó a Lucy y por instinto movió a Vlad para atrapar con su mano una patineta que iba dirigida justo a ellos. Los otros compañeros se quedaron paralizados mirando la escena pues habían estado gritando que se apartaran segundos antes pero el par estaba muy concentrado en su beso. 

- "¿Cómo hiciste eso?" - Una chica que estaba junto a Lucy le preguntó, incrédula.

Vlad miró lo ocurrido y tampoco entendía lo que estaba pasando, se sentía en shock.

- "No, no lo sé" - Lucy dijo intentando disimular - "Yo vi la patineta de reojo y ya".

- "Iba a toda velocidad y tenías los ojos cerrados, ¡es imposible!" - Contestó la chica. Lucy se dio cuenta de que toda la grada la miraba, en especial Lucio quien había resbalado en su acrobacia más extrema y por eso su patineta había salido volando.

- "Bueno ya, sigan en lo suyo, solo fue suerte y un milagro si lo quieren ver así" - Lucy dijo enojada. Sin dar más explicaciones, Lucy tomó a Vlad de la mano y se fueron del lugar.  El par estuvo corriendo por varias calles, hasta que Vlad ya estaba agotado y pidió detenerse un minuto.

- "Vaya que tienes buena condición, ya no puedo más y tú no has sudado una gota. ¿Haces mucho ejercicio?" - Vlad cuestionó. Lucy solo lo miró y le mintió diciendo que ella practicaba atletismo hasta hace poco.

El dúo continuó caminando después de un momento, hasta llegar a la casa de Gwen. Lucy lo invitó a pasar, sabiendo que los padres de Gwen estarían fuera hasta la noche. Ella lo tomó de la mano y fueron a la cocina para servirle un vaso de agua, Vlad aun estaba un poco agitado. Mientras tomaba el vaso y se secaba el sudor, Lucy se quitó los lentes y se quedó apoyada en una pared mirándolo de manera lasciva.


- "Entonces, ¿qué quieres hacer?" - Lucy preguntó con una sonrisa y levantando ligeramente su falta con una mano.

De la sorpresa, Vlad casi tiraba el vaso de donde tomaba agua. Dio un fuerte trago y se acercó a ella con un poco de prisa, aclarando su garganta. - "Creo que tenemos unos besos pendientes, ¿no?"

Él llegó con ella y comenzó a besarla. Lucy puso sus brazos alrededor de su cuello y se colgó de él envolviéndolo con sus piernas. Las manos de él bajaron de su espalda hasta su espalda baja y finalmente hasta el trasero de Lucy, apretándolo con fuerza. Lucy solo pudo soltar un gemido ante la sensación y mirar hacia el cielo. Ella no podía recordar la última vez que alguien la había hecho sentir algo similar, mucho menos sentir que alguien la hubiese cargado de esa manera.

Las manos de Vlad pasaron por debajo de las nalgas de Lucy, alzando la falda y palpando su calzón. Lucy le susurró que tenían la casa sola por unas horas más y lo guió hasta la habitación de Gwen en donde él la cargó para finalmente tirarla en la cama. Lucy tiró al suelo algunas libretas que estaban en la cama para hacer espacio a la pareja, Vlad se situó encima de ella y la besó mientras ella le quitaba su corbata y camisa, revelando un abdomen y pectorales ejercitados. Lucy salivó al ver esto y por instinto pasó su lengua por su abdomen, lo cual hizo que Vlad se erizara y comience a desabotonar la blusa de Lucy, quitándole la blusa del uniforme y dejándola solamente con su brasier el cual resaltaba los pechos firmes de Gwen. Lucy puso sus manos por detrás de su espalda, desabrochando el brasier y dejándolas libres para que Vlad pusiera su cara ahí. Lucy solo gemía al sentir la lengua de Vlad acariciando cada centímetro de sus pechos, su areola y sus pezones robados. Poco a poco ella abría sus piernas para darle espacio a Vlad quien se colocó en una posición de misionero, comenzando a pasar su pene con la vagina de Lucy por encima de sus ropas.

La mente de Lucy estaba completamente extasiada ante estas sensaciones, pues no solo llevaba décadas desde que se había acostado con alguien, sino que el cuerpo de Gwen era 10 veces más sensible ante cada tacto. Sentía como su piel se erizaba cada vez más y en especial sentía cómo su entrepierna quedaba cada vez más caliente y húmeda. Hasta que no aguantó más y de un movimiento le quitó el pantalón y boxer a Vlad e hizo a un costado el calzón que usaba, tenía todo listo para que comenzara a ser penetrada, pero el chico dio un pequeño salto hacia atrás que desconcertó a Lucy.

- "¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?" - Lucy preguntó jadeando, su rostro tenía más sudor que cuando había corrido o cuando se columpiaba por los edificios.

- "Sí, estoy bien, es solo que..." - Vlad decía sonrojado - "¿no crees que es peligroso o que vamos muy rá..." - Vlad decía pero Lucy lo interrumpió sosteniendo su pene con su mano y colocándolo en la boca de su vagina.

- "Cállate y cógeme, cariño" - Lucy le dijo con un tono entre enojado y lujurioso.

Ante tal provocación, Vlad encestó con fuerza y pasión su pene lo cual causó una explosión de emociones para ambos. Lucy soltó un gemido tan fuerte que ya era prácticamente un grito.

- "¡Dios! Esto no puede ser, se siente tan rico aunque duele un poco..." - Lucy pensaba para sí misma, dándose cuenta de algo - "Ahora lo entiendo, es la primera vez que este cuerpo tiene sexo. 19 años y esa niña nunca se había acostado con nadie, pero ahora eso depende de mí".

Lucy pidió a Vlad que fuera menos brusco ya que su nueva vagina aun no estaba acostumbrada a las sensaciones, lo cual obedeció. El par siguió en la cama de Gwen durante casi media hora hasta que finalmente tanto Lucy como Vlad llegaron al orgasmo al mismo tiempo. Lucy logró sacar el pene de Vlad justo antes de que éste se corriera dentro y así evitar algún accidente, aunque terminó manchando las sábanas de su cama. 
Después Vlad solamente se quedó acostado junto a Lucy durante un rato en el que ella sintió mucha paz al sentir los brazos de aquél hombre.

El momento de intimidad fue interrumpido cuando el sentido arácnido despertó a Lucy y se dio cuenta de que no solo se había quedado dormida por una hora sino que alguien había llegado. Escuchó a lo lejos el sonido de la cerradura por lo que despertó a Vlad y rápidamente hizo que saliera por la ventana. Él, asustado no sabía qué hacer pero Lucy le indicó un camino por el que no sería visto. El muchacho se marchó justo a tiempo antes de que el padre de Gwen toqué a la puerta y Lucy saliera a saludarlo, habiéndose vestido velozmente.

Al día siguiente en clases, Lucy solamente pensaba en su encuentro con Vlad y deseaba repetirlo. Jackie, la compañera de clases intentaba hablarle pero ella estaba demasiado concentrada, hasta que el profesor le llamó la atención.

- "Señorita Stacy... ¡señorita Stacy!" - Dijo con la voz cada vez más fuerte.
- "Gwen, reacciona" - Jackie le decía en voz baja.

Después de unos segundos, Lucy reaccionó. Aun no se acostumbraba por completo a responder ante el nombre de Gwen pero respondió con mucho fastidio. El profesor le indicó que si no le interesaba la clase la "invitaba" a salirse, a lo cual ella hizo caso. Al terminar las clases, Jackie alcanzó a Lucy para cuestionarla sobre su nueva apariencia y actitud. Lucy trataba de ignorarla pero la chica insistía, ante esto Lucy se limitó a empujarla para hacerla a un lado y caminar hacia Vlad.

Lucy llegó saludando a Vlad con un beso en la mejilla, muy pegado al labio y lo abrazó del cuello. Vlad le correspondió abrazándola de la cintura.
- "¿Y bien, cariño? Hoy también estará sola mi casa" - Lucy susurró a su oido.
- "Uff sí quiero. Ayer me quedé agotado que me dormí hasta que me despertaste justo a tiempo, qué buenos reflejos, Gwen" - Vlad dijo con una sonrisa de oreja a oreja y luego continuó - "Pero hoy no puedo, prometí ayudar a mi papá con un..."
- "Ya lo imaginaba, ya me cogiste y ahora no te interesa nada, ¿verdad?" - Lucy lo interrumpió mientras se soltaba del abrazo y comenzaba a alejarse. Sentía que su pasado tormentoso en el amor la había alcanzado.
Vlad corrió tras de ella y la tomó del brazo, pero Lucy usó un poco de fuerza y lo empujó un par de metros por el suelo. Dándose cuenta de lo que había hecho, Lucy corrió arrepentida a levantarlo, disculpándose por su actitud. Vlad se levantó solo, rechazando su ayuda y sin decir ninguna otra palabra solamente la miró con decepción y se fue corriendo. 


Después de eso, Lucy vigilaba la habitación de su madre en el hospital, mirando desde el edificio de enfrente y asegurándose de que se encontrara bien. Cuando de pronto escuchó una explosión cercana que hizo retumbar los vidrios. 

Ella no le dio importancia en un inicio pero luego vio otra explosión y en especial, vio a su sobrina asustada mientras el doctor se acercaba para protegerla, lo cual la hizo saltar apresurada a ver lo que ocurría. 

Se trataba de un asalto a una gasolinera cercana que había salido mal, pues uno de los asaltantes disparó sin querer a una de las bombas lo cual inicio una reacción en cadena y estaba causando que las bombas de gasolina exploten, dañando todos los edificios e hiriendo a la gente que pasaba por ahí. Lucy llegó al lugar y lo primero que hizo fue ir tras los delincuentes, golpeándolos y dejándolos inconscientes, para luego usar sus telarañas y tapar las fugas que alcanzó a ver. 

Al llegar los bomberos ella salió caminando dando por hecho que ahora era trabajo de ellos, pero comenzaron a pedirle ayuda, en especial para salvar algunas personas que estaban atrapadas en medio del fuego. Ella solo enrolló los ojos y se empezó a alejar, hasta que vio que una de las personas era una niña de la misma edad de Emilia. Ante sus ojos, ella vio a su propia sobrina atrapada y corrió hacia el fuego para salvarla, ella llegó a tiempo y la sacó del fuego, después logró salvar a dos personas más que le agradecieron profundamente. Ella no hizo mucho caso a esto y le pidió a la gente que se alejara lo más posible ya que se dio cuenta que aun había una fuga grande que no logró tapar antes. Justo cuando todos ya se estaban alejando, ocurrió una explosión grande de la cual apenas pudo cubrirse y la cual arrojó un metal al aire, directamente a una persona que se había quedado paralizada del miedo. Lucy cerró sus ojos y alcanzó a salvarlo arrojándose sobre él.

- "Gracias, gracias por salvarme" - La persona le dijo, aun en shock.

Lucy abrió los ojos y se dio cuenta que a quien había salvado era nada más ni nada menos que Vlad, quien justamente pasaba por ahí cuando todo ocurrió. Ella se sonrojó y ante el shock de ambos, ella al haber salvado a alguien por instinto y él por casi morir, lo besó en la boca por un segundo y luego se levantó para alejarse lo más rápido posible.

Llegó a casa con su ropa dañada, su chamarra quedó prácticamente chamuscada del frente y sus pantalones que eran originalmente del traje también se habían descocido de las reparaciones que hizo  antes. Se quitó la ropa y la guardó justo a tiempo antes de que la madre de Gwen entrara preguntando por un olor a quemado. Lucy simplemente fingió no saber nada y luego cerró la puerta con llave mientras pensaba en lo que había ocurrido.


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