El sonido de las sirenas de ambulancias se escuchaba a través de las gruesas paredes de la prisión. Pronto el lugar se llenó de paramédicos que bajaban personas en camillas mientras todos gritaban con desesperación. El ruido hizo que las presas se levantaran, invadidas por la curiosidad de saber qué estaba ocurriendo. Entre ellas Gwen, quien se quedó mirando desde la cama de su celda tratando de no llamar la atención. Solo pudo observar a la distancia a paramédicos y personal de la prisión corriendo a todas prisas.
- "Quizás sea tu día de suerte, gordita" - Gina, la compañera de celda de Gwen, le dijo a la ex-heroína.
- "¿De qué hablas? ¿Qué está pasando?" - Gwen preguntó alterada.
Su compañera de celda se acercó a ella - "Bueno me parece haber reconocido a algún rostro a lo lejos entre esas camillas pero no me hagas mucho caso".
Al día siguiente, en la hora del almuerzo, Gwen notó que había menos personal de lo normal, se acercó a preguntar qué estaba pasando pero solo le respondían con un empujón de macana. Ella regresó a su mesa junto a su compañera de celda y otra chica más. Durante la hora de comida, las convictas tenían acceso a una televisión la cual estaba restringida a únicamente enseñar noticias del "mundo exterior". Nadie prestaba mucha atención ya que daban sus vidas por perdidas, pero Gwen permanecía atenta para saber lo que estaba pasando, cuando de pronto un presentador de noticias comenzó a narrar una nota:
"En las últimas noticias, las autoridades aun permanecen investigando lo ocurrido el día de ayer en las bodegas abandonadas del sur, después de múltiples reportes de vecinos que mencionaron escuchar disparos y gritos. Hasta el momento se reporta un fuerte número de personas malheridas y a cada hora el número de fallecidos va en aumento".
- "¿Qué esos no eran tus cuarteles?" - Una compañera de mesa preguntó a Gwen. La ex-superheróina también pudo recordar que ese edificio estaba muy cerca de donde el cambio de cuerpos había ocurrido. De pronto todo tuvo sentido.
"Desde la alcaldía de esta ciudad rechazamos cualquier acto de esta violencia y condenamos las acciones ocurridas en esta masacre, les prometo que como Alcalde haré lo mejor para que los responsables paguen por sus actos" - Una capsula del alcalde.
"Hasta el momento las autoridades colocan como sospechosa a la 'superheroína' Spider-Ghost, luego de que algunos vecinos reportaron haberla visto cerca de la zona a esa misma hora". - El presentador continuó.
- "¡Esa maldita!" - Gwen reclamó levantándose, el dolor de su brazo roto la retuvo para no azotar sus manos en la mesa.
- "¿Maldita? Creo que deberías agradecerle, mujer. Acaba de eliminar a todos los que querían tu cabeza por traidora, yo que tú me calmaría" - La compañera de celda le dijo mientras masticaba su puré de manzana.
Gwen se quedó en silencio y se sentó de nuevo, su cabeza se llenó de ira y frustración, ni en el peor de los casos se imaginó que Lucy fuera capaz de hacer algo como eso. Y también se sentía deshecha. Su imagen y reputación la cual había cuidado por algunos años ahora estaba manchada para siempre.
- "Maldita sea, ya pasaron unos días y aun no logro descifrar cómo salir de aquí, y mi brazo sigue igual o peor, cada vez me duele aun más. Nunca había tenido un dolor que me durara más de una hora." - Gwen pensó para sí misma mientras una lágrima salía de uno de sus ojos, la cual rápidamente se limpió para que sus compañeras no vean.
En ese momento, Mónica, la convicta que días antes la había amenazado, llegó por sorpresa asustando a Gwen, quien casi se atraganta con el agua que estaba tomando. Aun no se acostumbraba a ser sorprendida sin su sentido arácnido.
- "Hey ya ni siquiera tengo que tocarte, en serio desde que esa niña araña te atacó no eres la misma, ¿dónde acabó esa gorda impulsiva y agresiva?" - Dijo entre risas burlonas. Gwen se tranquilizó después de casi ahogarse y la miró agresivamente. - "Te ves con miedo, y pensar que antes te tenía que tener paciencia, pero ya no hay un Victor que te defienda, me enteré que lo van a enterrar mañana. Imagino que ya debes estar feliz" - Mónica dijo lo último mientras su voz se quebró un poco. Gwen notó que esto la afectó mucho por lo que sospechó que quizás había algo más detrás.
- "¿Víctor era tu...?" - Gwen preguntó con curiosidad. Mónica frunció el seño y se puso de pie.
- "¿Mi qué? ¿Te quedaste retrasada o qué? Pensé que solo tu brazo se había estropeado pero ahora veo que tu cerebro también, haces que se me quiten las ganas de matarte lentamente." - Mónica se fue de ahí caminando con los puños cerrados y un evidente enojo.
Gina se acercó a Gwen con preocupación. - "¿En verdad no recuerdas nada? Mira, sé que el personal aquí es de los peores capacitados, pero cuando dijeron que estabas amnésica y quedando demente pensé que solo fingías para que te dejen libre".
- "Lo siento, solo digamos que tengo la mente un poco borrosa, y el dolor del brazo no me deja pensar."
- "Sí, puedo darme cuenta de eso. Si recordaras bien no estaríamos hablando ahora."- Gina se levantó una de las mangas revelando una cicatriz de navaja en su brazo derecho. - "Yo no olvido tan fácil cuando alguien intentó matarme, como tú. Y Mónica, solo te refrescaré la memoria con que habría una boda el próximo mes cuando ella saliera." - La mujer se fue caminando de la mesa, mientras Gwen únicamente pudo tragar saliva, preocupada por no poder confiar en nadie.
En la tele el noticiero finalizó, junto con la hora de comida. Gwen apenas había comido menos de la mitad de su plato por lo que una de las convictas que pasó cerca lo agarró y lo comió de un bocado mientras le gruñía a Gwen, quien solo pudo temblar del miedo. Al ser la última persona en salir, pudo observar que una de las puertas se había quedado sin vigilancia así que se acercó ahí. Abrió la puerta con cuidado y vio un pasillo libre de guardias. Comenzó a caminar lentamente para no hacer ruido pero aun no se acostumbraba a su nuevo peso así que en uno de sus pasos tropezó cayendo sobre su brazo roto. El grito de dolor hizo que un guardia saliera de una puerta y rápidamente se vio rodeada.
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A la mañana siguiente, Vlad despertó con la luz del sol alumbrando sus ojos. Se levantó y notó que Lucy ya no estaba, comenzó a buscarla pero no la encontró por ninguna parte de la habitación. Salió a los pasillos del departamento pero únicamente encontró a sus padres.
- "¿Gwen? ¿Y esa quién es?" - Su madre preguntó con curiosidad. Su padre acompañó la emoción y también cuestionó a su hijo.
- "No, no es nadie, debieron escuchar cosas". - Vlad se excusaba inocentemente.
Sus padres solo rieron y se regresaron a su habitación. Su padre esperó un segundo antes de entrar, mirando a Vlad seriamente - "Espero que al menos tengas cuidado, hijo. Te educamos bastante bien" - el señor dijo y luego cerró su puerta.
Vlad se suspiró y luego de examinar la casa no encontró a la mujer. Regresó a su habitación y se talló los ojos y sacudía su cabeza, creyendo que quizás se había tratado de algún sueño. Entonces recordó que ella había entrado por la ventana así que se asomó solo para ver una nota pegada por fuera.
"Gracias, eres un gran chico. - LGwen."
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Más tarde, Lucy caminaba por la calle, pasando por el edificio que solía ser su cuartel delincuente. La calle estaba cerrada con cintas de policía y aun había un par de patrullas bloqueando el paso. Solamente observaba la escena y al cúmulo de gente que se amontonaba para saber lo que había ocurrido.
- "Wow, no puedo creer que esto haya pasado, tiene que haber sido esa araña". - Uno de los hombres decía con enojo.
- "No lo creo, los héroes no matan criminales, solo los detienen" - Otro hombre del público respondió.
- "Bueno quizás deberían, esas escorias no merecen otra oportunidad, ya demostraron que solo son un peligro". - Una señora añadió. - "A mi hija ya la asaltaron 2 veces este mes, al menos ya sé que no le pasará nada pronto".
- "Claro, pero aun quedan más bandas delincuentes y ni siquiera sabemos si en verdad fue ella. Hace días que no se le ha visto. Dios nos ampare". -Otra señora entre el público dijo con preocupación.
- "Es verdad, no sabemos si alguno de esos fenomenos o locos logró acabar con ella y ahora nos matarán a todos" - El primer señor contestó con temor en su voz.
Lucy solamente escuchaba los comentarios de la gente. Tenía sentimientos encontrados. Ahora la gente se había divido en dos bandos. Los que estaban a favor de que Spider-Ghost limpie las calles de criminales para siempre y los que estaban en contra. De cualquier manera ella no planeaba regresar a eso. Ella solo deseaba paz y tener una vida tranquila. Se quedó un momento más mirando la escena, escuchando a la gente discutiendo sobre lo sucedido, hasta que decidió irse del lugar para visitar el hospital y asegurarse de que el doctor cumpla su palabra.
Ella se dirigía al hospital cuando de repente sintió que alguien la estaba siguiendo. Aceleró el paso y luego se metió a un callejón. El individuo que la seguía se metió pero no encontró a nadie, al darse la vuelta, Lucy lo sorprendió haciéndole una llave, para darse cuenta que se trataba de Vlad. Lo soltó con un movimiento rápido y lo sujetó de la ropa.
- "¿Qué estás haciendo? - Lucy cuestionó seriamente. Vlad estaba asustado.
- "Perdón, no quise asustarte, es solo que estaba preocupado por ti... pero ahora estoy más preocupado por mí" - Él le contesto nerviosamente.
Lucy lo soltó y se disculpó. - "Es solo que me han pasado muchas cosas y yo, bueno, suelo ser así. Disculpa."
- "No te preocupes Gwen, mira sé que apenas nos conocemos pero quiero que sepas que puedes confiar en mí, ¿sí? Además anoche tú..." Vlad hablaba pero Gwen lo interrumpió abruptamente tapándole la boca. - "Anoche nada, no pasó nada, ¿ok?" - Le dijo y comenzó a caminar. Él la siguió acelerando el paso para alcanzarla.
- "¿Nada? Bueno sé que técnicamente no pasó nada, pero..."
- "¿Pero qué? ¿Esperabas que te bese? ¿que de la nada seamos novios o algo?" - Lucy decía apartando la mirada para ocultar que se estaba sonrojando.
- "¿Qué? ¡No! Yo no he dicho eso, es solo que nunca me había pasado que alguna chica toque a mi ventana a media noche, sobre todo por la altura y... espera, ¿dijiste novios?" - Vlad se sonrojó al instante.
Lucy se detuvo de caminar y lo sujetó del rostro. - "¿Qué? ¿no te gusto? Además ayer, quizás haya sentido cosas lindas también."
- "Claro que me gustas, ¿a quién no? Digo, eres hermosa, tierna y ayer cuando me abrazaste, te quedaste dormida casi al instante y yo..." - Vlad decía pero Lucy lo interrumpió, esta vez tapándole su boca con su boca, sellando su primer beso.
Luego de un beso de casi un minuto, Lucy lo soltó y solamente sonrió mientras ambos se sonrojaban. Su mente comenzó a volar y sentirse en las nubes. No había duda, se estaba enamorando, como nunca antes lo había hecho en sus vidas.
- "Bueno supongo que tienes cosas qué hacer, yo ya me tengo que ir" - Lucy le decía dándole la espalda a Vlad, pero solo pudo dar un paso antes de que él la sujete de la mano y la jale para acercarla y darle otro beso. Ella no pudo resistirse y pronto habían sellado un segundo beso, esta vez más largo y lento que el anterior.
Las intenciones de Lucy de apartar a Vlad para seguir su camino al hospital se fueron desvaneciendo poco a poco y haciendo lugar a nuevas intenciones de seguir probando esos labios y seguir envuelta en esos brazos. El momento había envuelto a la pareja en un espacio ajeno al resto del mundo, los dos estaban en un trance donde solamente sus labios existían. Hasta que todo fue interrumpido por el sonido del celular de Vlad, quien se apartó ligeramente para contestar una llamada proveniente de su madre, quien le pidió que no olvide pasar por la tienda cuando regrese. Al colgar, Vlad volteó a Lucy pero no vió a nadie.
- "¿Gwen? ¿Estás ahí? ¡¿Gwen?!" - Él grito mirando a todas direcciones pero la mujer se había desaparecido. Sin poder hacer más, se acomodó la entrepierna con el pantalón y comenzó a caminar para irse del lugar. Desde el tejado, Lucy solamente lo observó irse mientras se mordía los labios y después se recompuso para dar un gran salto moviéndose con la misma delicadeza de una sirena en su camino al hospital.
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