martes, 16 de noviembre de 2021

El asalto de cuerpo, capítulo 6



"Anda Clau, apurate mi amor que se nos va a hacer tarde". Me encontraba sentado impaciente esperando por Claudia, ese bombón que me conseguí a base de este cuerpecito y mis encantos. Desde hace unas cuantas semanas habíamos empezado a andar y ahora ella se había mudado a mi casa. Ambas nos dirigiamos a una agencia de modelaje, al parecer habían visto mis fotitos y se interesaron en hacerme una sesión de fotos. Esto para mí no es nada más que dinero y más dinero.


"Ya casi estoy, bebe, dame 5 minutos más." Respondió Claudia. "Ay es que me mira como me dejaste el cabello anoche jeje, a veces te pasas un poco de intensa, es como si por dentro tuvieras a un monstruo salvaje de sexo". 

La verdad es que tenía razón, por fuera era la hermosa y sabrosa Sofía pero por dentro era un depravado hambriento de sexo y placer.
Luego de un rato ella se asomó lista para irnos, se veia hermosa asi que me acerque a darle unos besos los cuales casi terminan con ambas en el sofa desnudas, pero ya se hacia tarde asi que salimos deprisa. 

Al llegar al lugar nos recibieron como realeza. Una copa de cortesía y todo el personal muy atento a lo que Clau y yo pedíamos. Ahí un hombre alto y admito que guapo, se nos presentó. 
"Mucho gusto Zoffi, soy Gilberto Rosas, director de contenido de la agencia."
"El gusto es todo mío". Le respondí sonrojandone, nunca me habia pasado esto y no entendía por qué. No es como que a mí me gustaran los hombres, deben ser las hormonas de mi cuerpo traicionandome. Como sea, había trabajo que hacer y esa sesión no se iba a hacer sola. 

La sesión estaba por empezar, y ante el nivel de producción y la cantidad de gente de personal me sentí algo abrumado y nervioso, una cosa es posar en tu casa a solas y otra muy diferente es estar en un set de fotografías. Sin darme cuenta, alguien se acercó por detrás y me tocó con su mano em el hombro. Brinqué del susto pero luego me di cuenta que era Gilberto. "Tranqui, te ves algo tensa, ¿quieres un masaje?" Me dijo con su voz cautivadora.
"Jeje no, no, tranquilo" le dije tratando de recomponerme. "No pasa nada, ¿o qué? ¿Me quieres dar un masaje?" Le dije en un tono coqueto sin darme cuenta. "No no, tenemos personal para eso, yo no soy bueno, tengo manls toscas" me respondió riendo. Luego de eso lo llamaron y se tuvo que ir a otra parte del set, fue hasta ahi que me di cuenta de que había intentado coquetearle, ¿qué pasa conmigo? Creo que no había estado ante hombres asi de guapos antes, estas hormonas me estan traicionando.

La sesión inició momentos después, primero se trataba de un set emulando la habitación de un hotel, al inicio estaba usandl un vestido muy lindo que resaltaba mi figura al estar ajustado. 
Luego de eso la sesión fue en ropa interior, me dieron un conjunto negro que contrastaba con mi piel clara, me estaba sintiendo muy sexy ante la cámara, quizás haya influido que detrás de cámaras estaban mi bebé Clau... y Gilberto.



Luego de eso, me pidieron que me quitara la ropa y me pusiera pezoneras para evitar cualquier descuido. No tuve problema con eso, siempre y cuando me paguen. 
La sesión continuó bien. Luego de eso hicieron pasar a un par de modelos muy hermosas y sabrosas. Pensé que haríamos una sesión juntas en topless por lo que me emocioné, haciendo que las pezoneras quedaran marcadas por mi excitación, pero solo habían ido a saludar a Gilberto y luego me saludaron muy amistosamente con abrazos. La verdad es que no recuerdo bien sus nombres. 

Al finalizar la sesión me vestí de nuevo con mi ropa normal. Los fotografos y el equipo se retiraron, al igual que Claudia. Quedando al final solos Gilberto y yo. Él se acercó a mí y con una voz grave me dijo que podía quedarme con la ropa de la sesión, que iba por su cuenta, yo acepté encantado. Ropa gratis.
Además de eso, me dijo que estaba encantado con cómo había resultado la sesión y que sería un éxito garantizado. Yo, un poco sonrojada, bueno, sonrojado, le di las gracias. 
"Gracias a ti, preciosa" me dijo sonriendo, "¿sabes? me recuerdas un poco a una chica que entró recientemente con nosotros, excepto que ella tiene un estilo clásico, como mujer de los 60's, quizás algún día hable con ella y puedan hacer algo juntas, sería interesante. 

Luego de eso sacó una tarjeta de su bolsillo y me la dió. "Esta es mi tarjeta, por si necesitas algo puedes llamarme, y si es algo urgente, atrás tiene mi número personal" me dijo y luego de eso me guiñó el ojo. Yo no sabía qué decir y comencé a tartamudear un poco. "Gracias Gilberto, en serio" le dije, a lo que él respondió "por favor llámame Gil, pero sobre todo, llámame". Él se fue y yo me quedé ahi a solas mientras me vestía y trataba de enfriar mi cabeza, ¿qué rayos era eso que me ponía tan nervioso con este sujeto?
Cuando nos dirigíamos a la salida, Claudia me abrazó y me dio un beso apasionado, ambas nos empezamos a dejar llevar pero mi inspiración se cortó cuando noté que Gil estaba al final del pasillo hablando con otra persona. Luego de eso ambas nos dirigimos al auto para regresar a casa.
"Te ves algo tensa, ¿está todo bien Corazón?" Me preguntó Clau.
"Sí sí, todo bien amor, es solo que no estoy acostumbrada a sets asi de grandes." Le dije.
"Tranquila, estuviste estupenda, y muy muy sexy. Yo creo que me despertaste ganas de algunas cositas ahora que lleguemos". Me dijo con esa mirada pícara que me enciende. 
Al llegar a casa no hace falta decir lo bien que nos la pasamos.

2 semanas después, recibí una llamada a mi teléfono:
"¿Bueno?" 
"Hola qué tal" una voz gruesa muy familiar me dijo.
"¿Quién habla?" Pregunté. 
"Jeje soy Gil, ¿cómo has estado Sofi? Perdona que te llame sin avisar antes."
"No, no te preocupes, dime, ¿qué necesitas?"
"Verte" me dijo en un tono serio. Admito que me estremecí por un segundo y me quedé en silencio. "Jeje eh... es por las fotos, tranquila, necesitamos que nos des el visto bueno para un par de cosas, ¿puedes venir por la tarde?" Continuó diciendo.
Rápidamente sacudí mi cabeza aclarando un poco mi mente y ya con más calma le dije que sí, estaría ahi en una hora.

Por las prisas y debido a que Clau estaba haciendo unas compras en el momento, no pudo acompañarme, aun así llegué al lugar y ahí estaba Gil esperando.
Nos metimos a una habitación con computadoras, a solas, me dijo que habían estado encantados con las fotos y él quería mostrarme las fotos antes de que las publicaran.
Me veía endemoniadamente sexy en las fotos, aun me costaba creer que esa nena era yo, vaya mina de oro que encontré en esta niña y ella lo estaba desaprovechando. 
"Mira esta, esa mirada va a causar infartos en varios" me dijo Gil entre risas enseñandome una de las fotos.
"¿Tú crees? No es para tanto" le dije con modestia, yo sabía lo buena que era la foto.
"Claro que sí, y mira esta otra, es más, apretale aqui para ver otras" me dijo mientras agarraba mi mano y la ponía en un botón del teclado.
"Tranquila, estas temblando, ¿tienes frío?" Preguntó.  La verdad me sentía muy nervioso ante él, y agarrar mi mano hizo que sintiera cosas extrañas en mí. 
"No, no, descuida, estoy bien" le dije. 
Él se volteó y ambos nos miramos fijamente por un segundo, podía sentir la tensión en el ambiente, y en un arranque impulsivo me lancé hacia él robandole un beso. Él me correspondió agarrando mis nalgas y continuamos basándonos con pasión. Nos quitamos los pantalones y mi instinto hizo que lo empuje sobre la silla y sentarme sobre él, mi cuerpo estaba actuando casi por cuenta propia y no podía hacer nada ante esto, mis hormonas estaban a mil por hora. Cuando me di cuenta, él ya tenía su pene dentro de mí y yo solamente quería tenerlo más y más adentro, comencé a rebotar sobre él y la silla casi se termina rompiendo por la fuerza y pasión de ambos.

No quería que ese momento acabe, pero fuimos interrumpidos cuando alguien tocó la puerta y quizo entrar, por suerte Gil tenia puesto llave. Ambos nos vestimos rápidamente y nos secamos el sudor. Me arreglé el cabello y Gil abrió la puerta, era un empleado que necesitaba a Gil para firmar unos papeles. Luego de eso me retiré del lugar para volver a casa. Estaba lleno de dudas en el camino, ¿acaso realmente me gustó estar con un hombre? ¿Debería contarle esto a Clau?
Mi mente estaba hecha un desastre y no sabía por donde empezar para acomodar lo que me estaba sucediendo. Aunque por un lado si mantenía una buena relación con Gil quizas tenga beneficios extra con esa agencia.  No, no podría hacerle esto a Clau, no lo sé.
Todo este caos empeoró cuando abrí mi página de fotos y encontré un mensaje que me llamó la atención y me dejó un poco helada la piel:

"Maldito pervertido! Ya sé lo que hiciste con mi cuerpo. Esto no se va a quedar asi".












domingo, 14 de noviembre de 2021

El asalto de cuerpo, capítulo 5


"¡Wow! esta comida está increíble, ¿seguro que no eres chef o algo?" Le pregunté a Luis. El muy lindo me invitó a cenar a su casa luego de que en el albergue ya no hubiera espacio para mí. 

"Jaja, para nada, es solo que desde pequeño aprendí a cocinar para valerme de mí mismo." Me respondió sonriendo. Se veía bastante orgulloso y feliz de cocinar. No podia dejar de verlo a los ojos. 


"En verdad aun sigo super apenad...o por todas las molestias que te hago pasar, prometo que te pagaré algún día". Le dije sonrojandome, la verdad a pesar de las semanas aun me cuesta referirme a mí misma como hombre, ahh qué asco en verdad.

Luis se acercó a mí y puso su mano en mi hombro y mirandome a los ojos simplemente me dijo que no me preocupara. No pude evitar sentirme emocionada ante este momento, pero lo peor es que cada vez que me siento asi, el pene de este cuerpo comienza a endurecerse y levantarse, por más que intento no puedo controlarlo, es como si tuviera vida propia. Ya veo porque dicen que los hombres tenemos dos cabezas... quiero decir, tienen dos cabezas. 

Ambos nos miramos por un segundo y yo no podia ocultar mi sonrisa, queria robarle un beso. Pero mi sonrisa y emoción se fueron cuando al siguiente segundo me dijo "para eso estamos los amigos". Lo peor de todo es que no puedo hacer nada ahora, no tengo la menor idea de qué sucedió con mi cuerpo aun. Y aun si quisiera resignarme a vivir esta vida, no tengo dinero, casa ni nada, solamente la "amistad" de Luis, carajo ni siquiera puedo decirle lo que siento y mucho menos todo lo que me sucedió, terminaré en algún manicomio y sin la única persona que me ha ayudado. En especial ahora cuando en el albergue se agotó mi tiempo y me sacaron sin piedad. Pero Luis y yo nos hemos vuelto bastante cercanos en este tiempo y cuando supo que ya no habia cabida para mí, me dio asilo en su casa. Me dijo que podia quedarme con él un tiempo hasta que yo pueda encontrar algun trabajo. 

El problema es que no tengo idea de quién es este señor en el que estoy, inventé el nombre de Alberto pero no tengo documentos, identificación ni nada que me dé una pista. El otro día salí y pasé nuevamente por el callejón donde ocurrió todo. Moví todos los botes de basura buscando algo pero no encontré nada, creo que este bastardo tenía todo bien planeado. 

Al no tener papeles me era casi imposible conseguir empleo, y digo "casi" porque logré encontrar algo, no es mucho pero era un puesto en una pequeña construcción. Jamás en la vida imaginé estar cargando bloques y conviviendo con otros señores sucios de los que antes me chiflaban y decían cosas sucias por la calle. Lo peor era tener que soportar a mis compañeros haciendo eso cada vez que una chica linda pasaba.



Luego de algunas semanas la relación con mis nuevos compañeros empezó a mejorar un poco. No sé si me acostumbré a ellos o yo me estoy volviendo uno de ellos. Pero en los ratos libres para comer las pláticas no me causan lo mismo.

"Entonces vi a esta vieja haciendo fila para tortillas, y que le meto una nalgada y me volteo para otro lado" dijo Tony, uno de mis compañeros mientras se reía de su chiste.

"¿Y no te vio? Qué estupida jajaja" le respondió Kevin, otro compañero.

Muy muy en el fondo estoy segura de que sentía asco y ganas de soltar bofetadas a estos hombres, pero algo en mí hizo que lo viera chistoso y no pude evitar reirme. No podía creer que me haya gustado escuchar eso, ¿acaso soy una pervertida ahora? Incluso me he dejado de sentir tan mal cuando Kevin saca su celular para enseñar fotos de mujeres desnudas o semidesnudas pars que todos morboseen. Como sea, teníamos que terminar de comer para volver a la chamba.


Aunque no era mucho, me pagaban y me era suficiente para evitarme la pena con Luis. Él estaba consciente de que no podía pagarme una renta por mí misma, asi que le bastaba con que lo ayude con la comida y algunos gastos de la casa. La verdad me estaba comenzando a adaptar a esta nueva vida, de una manera bastante extraña pero lo estaba logrando.

Una noche cuando regresaba del trabajo, vi salir a Luis de la casa junto con una chica que estaba muy linda y de buen cuerpo. Vi cómo el la agarraba por la cintura mientras la acompañaba a tomar un taxi. Sentí celos de ella, ya que yo podia estar en su lugar de no estar en este cuerpo. La maldita estaba guapa y tenia unas nalgas increíbles, al acercarme Luis me vio y me saludó alegre.

"¿Qué tal Beto? ¿Cómo andamos?" Me dijo.

"Bien bien, ya sabes, lo de siempre" contesté. Al ver que se empezaba a alejar el taxi no quitaba mi mirada de la chica y de manera inconsciente dije "qué buen culito". Al decir esto me cubrí la boca de la vergüenza y volteé a ver a Luis. Él, sonriendo y algo apenado simplemente me dijo "Eh, Betito, tan calladito y educado, ¿quién te viera?" Luego se rió unps segundos y siguió diciendo "¿te llamó la atención? Se llama Karla y ya es la segunda vez que salgo con ella".

Karla, maldita Karla, me dije a mí misma en mi mente. Y él no me habia dicho nada de ella. "Ah, bien guardadito que lo tenias eh?" Le dije disimulando mi sorpresa.

"Larga historia... bueno no, en realidad nos conocimos por Tinder y la verdad es muy linda, ya la conocerás algún día." Me dijo. Luego de eso entramos a la casa a cenar.


Al día siguiente en la obra no podía concentrarme bien, solo pensaba en esa Karla, por lo que habia cometido varios errores y me habían llamado la atención un par de veces. En una de esas solté sin querer unos ladrillos que se rompieron. Ante esto, el supervisor me dijo que quería hablar conmigo al final del día.  La verdad no tenía mucha cabeza, asi que Kevin intentando ser buen compañero se sentó junto a mí en la hora de comida. Como de costumbre en su celular tenia fotos de algunas viejas, digo, mujeres encueradas o con poca ropa. En eso, Javier, otro compañero se acercó muy inquieto a preguntar si ya había conseguido lo nuevo de "Zoffi", a lo que Kevin respondió que sí. 

"Checa a esta vieja, esto es lo más nuevo que tiene, me encanta, está buenisisisima la perra" me dijo mientras me daba su celular. La verdad nunca le prestaba mucha atención a las fotos que él guardaba, pero al mirar la foto sentí escalofríos que recorrían toda mi espalda y cuerpo, del impactó dejé de pensar al instante en Karla y mis regañizas del día, incluso casi suelto el celular. Ante mí estaba nada más y nada menos que mi viejo cuerpo, pero con un "traje" de bruja enseñando practicamente todo. 

"Eh, eh, tranquilo, no botes mi telefono que me costó" dijo Kevin entre risas. "Si, ya sé que esa vieja está impactante, esto es lo nuevo que tiene, ya que estamos en Halloween se anda disfrazando de putibruja, ah cómo me encanta esta perra".

"Perdón, debo ir al baño". Le dije, y corrí lo más rápido que pude a llorar a donde  o hubiera nadie. No puedo creer lo que este maldito viejo pervertido está haciendo conmigo. Del coraje incluso vomite un poco. No tengo idea de qué voy a hacer ahora, pero al menos ya tengo una idea de qué está sucediendo con mi cuerpo.






Te puede interesar...

La piel de la juventud

 Elena es una joven recién egresada de la universidad. Ella además de ser muy hermosa, es muy inteligente, ya que se graduó con el mejor pro...