martes, 23 de agosto de 2022

Invasión Secreta

 Desde su creación, Hydra ha perseguido su meta de apoderarse del planeta. Sin embargo a lo largo del tiempo, han surgido diferentes "inconvenientes" que arruinan sus planes. Desde la creación del Super Soldado, S.H.I.E.L.D., espías secretos y un sinfín de super héroes que dan su mayor esfuerzo por frustrar sus planes. 



En un principio el plan de Hydra fue centrarse en experimentos que les permitieran tener soldados cada vez más fuertes e inteligentes para poder hacerle frente a la ola de héroes que se interponen en su camino, sin ningún éxito y mermando cada vez más sus recursos. La agencia S.H.I.E.L.D. tenía bajo control la situación al tener capturados a los líderes y mentes principales. Por lo que debían cambiar la estrategia.

En secreto, Hydra estaba desarrollando una nueva tecnología que le permitiría cambiar las reglas del juego y lograr poco a poco su tan ansiado plan. Esta tecnología le permitiría infiltrarse en todas las agencias del gobierno de una manera nunca antes vista, suplantando a las personas que fuesen necesarias hasta tomar el control total.

En un origen, se trataba de una maquina de control mental con la cual podrían hacer que las personas siguieran las ordenes que deseen, sin embargo los experimentos no resultaban satisfactorios, y en un giro inesperado, la máquina hizo que un científico trasladara su conciencia al cuerpo del sujeto experimental. Esto les hizo replantear su estrategia. Quizás la mejor manera de infiltrarse en una organización no sea controlando la mente de las personas, sino sus cuerpos. 

El plan comenzó a ejecutarse, y llevaría varios años para poder tener resultados. Los espías debían recibir un entrenamiento especial para el tratamiento ya que adaptarse a un nuevo cuerpo no era nada sencillo. Tenían que aprender a dominar sus nuevos músculos, adaptarse a sus nuevas formas y había un elemento clave en el funcionamiento de esta máquina: Al transferir la conciencia al nuevo cuerpo, el cuerpo mantenía una parte de sus recuerdos, y con un entrenamiento mental especial, se podía acceder poco a poco a todos los recuerdos de esa vida. Esto era clave ya que Hydra tendría toda la información que necesitase para ser una amenaza para cualquiera que se quisiera interponer.

Para no levantar sospechas, el plan se puso en marcha y sería de manera escalada, comenzando por abajo. Hydra logró colocar espías en puestos básicos desde secretarias y agentes de nuevo ingreso, los cuales le brindaban los datos necesarios para conocer los planes y horarios de personal más importante.



Y así, durante meses, Hydra se logró infiltrar de manera perfecta en organizaciones como la CIA, FBI, MI6 e incluso SHIELD. Los agentes de mayor rango recibían ordenes para sabotear gobiernos e iniciar guerras entre países, sin saber que los altos mandos ya no eran ellos mismos sino otros espías controlando sus cuerpos.

Sin embargo comenzaron a haber sospechas por parte de agentes especiales y algunos super héroes. En especial Black Widow, Nick Fury, entre otros. Nick le encargó a Natasha que averiguara todo lo que podía, ya que ella era la única persona en la que él podría confiar al ser una de las mejores espías del mundo y una gran amiga.

Natasha acudió a las oficinas de SHIELD, en donde pudo sentir la mirada del personal siguiendo cada paso que ella daba. Sentía que algo estaba mal, creía que habría agentes encubiertos, sin embargo ella conocía al personal, eran sus compañeros con los que llevaba años de conocer, ella sabía que no eran agentes dobles. Pero aun así, algo estaba mal. Solicitó hablar con directivos pero recibía pretextos, los mismos pretextos de siempre. El personal le hablaba con las mismas palabras y tonos de siempre. Natasha poco a poco comenzó a bajar la guardia, ella sabía que si hubiese algo incorrecto ella recibiría respuestas distintas, pero todo ocurría como siempre. Ella ignoraba que todas las personas que la rodeaban eran agentes de Hydra que habían absorbido por completo las personalidades y rutinas de sus compañeros por lo que podían hacerse pasar por ellos a la perfección, engañando incluso a una espía como Natasha.

"Déjenla pasar, tenemos todo listo". Decía un mensaje en la pantalla del guardia de seguridad.

"Agente Romanoff, nos informan que se requiere su presencia de inmediato, código 4-18" El guardía le dijo a Natasha, quien sin pensarlo corrió hacia la habitación. El código que le dijeron era uno secreto y de gran prioridad, significaba una emergencia que solo ella podría resolver.

- "¿Qué ocurre señor?" Nat preguntó llegando al lugar a toda velocidad, en donde un superior la esperaba.

- "Tenemos graves noticias agente, mis fuentes más confiables me afirman que hay una infiltración en la agencia, no podemos confiar en nadie". El directivo dijo seriamente.

- "Sí, sospechaba algo así. Al llegar noté miradas extrañas, pero son nuestros agentes y personal de siempre, ¿tiene idea de dónde o cómo ocurrió esta infiltración?" Natasha le decía preocupada. Era la información que Nick le había pedido, pero necesitaba saber todo acerca de esto. Las sospechas de ambos no estaban mal.

- "No estamos seguros, pero usted es mi mejor agente y confío plenamente en sus habilidades para ayudarnos con esta delicada situación."

El directivo se levantó y activo una puerta secreta con la retina de su ojo. Le pidió a Nat que la acompañara dentro para enseñarle un artefacto que le ayudaría con esta misión.

Natasha entró, guardaba cierta precaución como era costumbre, sin embargo la presencia del directivo le hacía sentirse un poco más segura. Si se tratara de un impostor no habría manera de tener acceso a esa habitación, y el código es algo que solamente ella y él conocen. Todo parecía estar bien.

- "Muy bien agente, aquí tiene este auricular especial". Nat recibió un apuntador para introducir en su oído, era muy pequeño y discreto. - "Con éste podremos estar en contacto en todo momento".

- "Entendido, ¿qué más necesito?" Nat respondía acatando las órdenes. El directivo la tenía como quería.

- "Ahora necesito que se coloque esto por unos segundos". Sacó un casco el cual Nat dudó en colocarse pero luego de analizarlo lo hizo sin problemas. "Este es un diseño experimental, nos ayudará a leer brevemente sus patrones mentales y así saber que no está bajo algún efecto de hipnosis o control".

- "¿Qué? ¿Usted cree que la infiltración se trate de esto? Creía que el control mental no era posible... o bueno, sería facil darse cuenta si alguien no está siendo él mismo."

- "Sí, es probable que haya alguna tecnología avanzada de control, como fuese necesito estar seguro con usted, es la persona más confiable pero necesito saber esto, así que ajuste el casco".

Nat obedeció las ordenes, ella quería averiguar lo que ocurría y también tenía la duda de saber si acaso tenía algun tipo de control del que no estaba consciente. Se le pidió que se recueste en una cama. Al iniciar a funcionar el casco, Nat se puso alerta y quiso levantarse, pero la cama activo un mecanismo que le sujetaba las extremidades, dejándola completamente inmóvil.

- "¡¿Qué es esto?! ¡Exijo respuestas!" Nat gritaba pero no recibía respuestas. Solamente veía luces y sentía como poco a poco perdía la consciencia.

- "Espero que estés cómoda, señorita Romanoff". Una voz conocida y perversa dijo desde el apuntador que ella se había colocado en el oído.

- "Esa voz... ¡Zola! Maldito, tú eres quién está detrás de todo esto."

- "Oh no, no. Eso sería egoísta de mi parte, en realidad es un plan que comenzó a maquilarse hace décadas y hoy es uno de esos días que quedan marcados en la historia. El día en que Black Widow traicione y destruya a SHIELD".

- "Estás loco, eso nunca.... sucederá... yo... no... haría eso nunca". El aire comenzaba a faltarle a Nat y también le costaba hilar palabras, sentía como si le estuvieran vaciando el cerebro. "Yo nunca... te haré caso... no controlarás mi mente..."

- "Oh, querida, yo no voy a controlar solo tu mente, eso es cosa del pasado. Yo pienso controlar tu cuerpo también, y con él lograremos grandes cosas. Mi mente maestra con tus habilidades especiales serán la combinación que destruya al mundo poco a poco".

- "Estás loco, eso... no existe... Tú no tendrás mi cuerpo, es mío... es mío... es mío..." Nat comenzó a repetir con la voz cada vez más cansada hasta quedar dormida. Las luces se intensificaron hasta parar de golpe.

Los mecanismos se desactivaron, dejando los brazos y piernas de Nat libres. Ella se recostó lentamente y comenzó a balbucear algunas palabras.

- "Es mío... es mío... es... mío..." Ella se llevó las manos a la cabeza, quitando el casco y sacudiendo ligeramente su cabello para acomodárselo. "Es mío" Repitió una vez más.

"Es mío... sí, por supuesto que es mío" Ella dijo con una sonrisa torcida mientras se tocaba el cabello y pasaba sus manos por su cuerpo. De golpe soltó una risa malvada. "Te lo dije, pequeña espía, que este cuerpo sería mío. Después de tantos años de vivir como una computadora y usando cuerpos mecánicos finalmente tengo un cuerpo humano, y no cualquiera, el de la mejor espía de este maldito planeta."

- "Zola, no es tiempo de rodeos, necesitamos seguir con el plan así que vete acostumbrando a ese cuerpo y luego acude al tratamiento para recuperar todos sus recuerdos y conocimientos" Una voz le dijo en el apuntador.

Zola se puso de pie en el cuerpo de Nat, se tropezó al querer dar sus primeros pasos ya que no estaba acostumbrado a las sensaciones de un cuerpo humano, en especial los de una mujer. El peso de sus pechos le hacía perder el equilibrio pero solo tardó unos segundos en aprender a dominar su nuevo centro de gravedad, sin mayor esfuerzo realizó unas cuantas acrobacias, cayendo siempre con un aterrizaje de héroe.



Al salir de la habitación miró su reflejo en un vidrio, admirando su nueva forma. "Esto será muy divertido, no puedo esperar a que todos los héroes estén bajo el mando de Hydra. Además, me veo demasiado sexy en este traje... no, no, no debo distraerme con esas cosas." Dijo sonriendo mientras salía meneando las caderas. Al salir, todo el personal que antes la miraba con tensión ahora la miraba con admiración. Sabían que la mujer que entró hace un momento había dejado de existir y ahora era uno de sus líderes más grandes. Justo antes de salir del edificio, Zola se volteó hacia todo el personal y alzó los brazos de Nat, diciendo con su nueva voz "¡Hail Hydra!"




Espero les guste la historia. Aprovecho para comentar que es poco probable que escriba una continuación a esta historia, por lo que si algún escritor/blog desea retomar esta historia para continuarla en su propio espacio, es libre de hacerlo sin problema.

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