viernes, 30 de abril de 2021

La piel de la juventud



 Elena es una joven recién egresada de la universidad. Ella además de ser muy hermosa, es muy inteligente, ya que se graduó con el mejor promedio de su generación.  Al ser de las mejores alumnas, ella fue recomendada para trabajar en uno de los principales corporativos de la ciudad. Ahí ella comenzó a crecer rápidamente dentro de la empresa, comenzando de ser una becaria a tener un puesto de tiempo completo. 

Los jefes estaban muy contentos de tener a una persona tan inteligente con ellos. Otro punto a favor de Elena es que ella era muy joven y hermosa, razón por la que con frecuencia recibía piropos por parte de sus compañeros de trabajo y en la calle. 

A pesar de esto, ella siempre daba su mejor esfuerzo, logrando ascender de puesto rápidamente, llegando incluso a puestos de autoridad. Ella estaba feliz ya que su carrera profesional pintaba para ser exitosa.


Desafortunadamente, a la par de su éxito laboral, Elena comenzó a ser blanco de críticas y envidia por parte de sus compañeras. Siendo una de ellas Gabriela, una señora mayor que llevaba más de 30 años trabajando en la empresa y nunca había logrado trascender.  Por el contrario, poco a poco fue descendiendo en sus puestos y sueldos. Ella había empezado muy joven y se había colocado como asistente del director, sin embargo después de tantos años ella ahora no era más que una secretaria a la que ya nadie tomaba en cuenta. 

Al ver el éxito que la nueva joven estaba teniendo, Gabriela comenzó a sentir rencor por ella, pues envidiaba su juventud y belleza. Por eso mismo, ella comenzó a esparcir rumores de Elena en la oficina para hacerla quedar mal pero nadie le creía ya que sus compañeros la ignoraban con frecuencia y no la tomaban en cuenta. Incluso su jefe la planeaba despedir por su avanzada edad y por que se habia vuelto ineficiente en su trabajo. Gabriela pasaba más tiempo comiendo y maquillandose en su escritorio que trabajando en sus pendientes.

Gabriela se enteró que su tiempo en la empresa estaba pronto a terminarse, esto la deprimió ya que siempre pensó que el día que se retire sería un día en el que todos le aplaudan y reconozcan; pero ahora sucedería todo lo opuesto. Ella notó que Elena era el centro de atención, por lo que desde ese día comenzó a idear un plan.

Un día Gabriela recibió la mala noticia, su jefe la despidió ya que querían traer "sangre nueva" a la empresa. Ella lo tomó a mal y se prometió a sí misma que se vengaria. Ella culpó a Elena de su despido por lo que su plan era directo contra ella.

Gabriela investigó a Elena, averiguando en dónde vivia, sus horarios, etc. Ella había visitado un mercado negro en donde consiguió una daga cortacuerpos  la cual te permitía habitar la piel de alguna víctima. Ella no tenia nada qué perder, por lo que si incluso no funcionaba y la mataba, le daba igual. 


Una noche, Elena regresaba a casa muy cansada, al entrar a su casa notó que algo no estaba bien, pues sus cosas estaban revueltas y algunos muebles movidos. Ella pensó que entró un ladrón por lo que se dirigió a la puerta, solo para ser interceptada por Gabriela, quien en un movimiento rápido le clavó la daga en su espalda, haciendo que Elena cayera al suelo y poco a poco comenzara a desinflarse.

La imagen era horrenda y Gabriela se sintió aterrada, pero al mismo tiempo soltó una sonrisa de satisfacción.  Luego de unos minutos, el cuerpo de Elena se puso de pie, pero su mirada era distinta, simplemente sonrió mirándose en un espejo y diciendo "ahora eres mía, perra".

Gabriela se adaptaba a su nuevo cuerpo, era una sensación sumamente extraña ya que todos sus dolores de huesos y articulaciones habían desaparecido. En su lugar se sentía fuerte, con energía y mucha más flexibilidad. A medida que pasaron unas horas, los recuerdos de Elena comenzaron a pasar por su cabeza. Gabriela tenía ahora acceso a toda la vida de la joven por lo que nadie se daría cuenta de que el cuerpo de Elena tenía una nueva dueña.

Esa noche se acostó en su nueva cama sonriendo mientras planeaba lo que haría con su nueva vida exitosa. Al dormir, ella comenzó a tener pesadillas en donde Elena aparecía y trataba de pelear. Las dos mujeres empezaron una pelea dentro del subconsciente de el cuerpo. Durante esta lucha, tuvieron una discusión, en donde Gabriela descubrió que en realidad se trataba de la consciencia de Elena la cual aun permanecía dentro del cuerpo. Al parecer ella no sabía que al usar la daga, puedes utilizar el cuerpo de otra persona, pero su consciencia se mantiene aun dentro y existe el riesgo de perder el control, quedando atrapado en una vida ajena.

Elena intentaba luchar para retomar el control de su cuerpo, sin embargo Gabriela era más poderosa al ser quien utilizó la daga, por lo que aun mantenía el control del cuerpo:

- "¿Pero qué hiciste Gabriela?" La consciencia de Elena le reclamaba mientras intentaba someter a Gabriela, sin mucho éxito.

- "Maldita perra, parece que no hay manera de que desaparezcas, te odio" Gabriela le decía enfurecida.

- "¿Por qué me odias? ¡Tú eres la maldita! Devuélveme el control de mi cuerpo". 

- "Nunca, este cuerpo es perfecto, no lo mereces, no eres más que una mosquita muerta. Yo le daré un mejor uso". 

Elena hacía su mejor esfuerzo pero era superada en cada intento por Gabriela, hasta el punto en el que Gabriela fue la ganadora. Al instante de esto, ella despertó, solo para ver que ya estaba amaneciendo y debía prepararse para iniciar el día. Gabriela estaba algo confusa y no sabía si lo que sucedió era real. Fue entonces que mirándose al espejo pudo sentir como una voz en su interior intentaba hablarle. Se trataba de la consciencia de Elena, quien le reveló que aun estaba presente aunque sin poder hacer nada.

Ahora Elena se encontraba condenada a ser simplemente una espectadora de su propia vida, mientras Gabriela tenía el control total. 


A los pocos días, Gabriela comenzó a realizar algunos cambios en la vida de Elena, comenzando por vestir de manera provocativa, contrario a los vestidos un tanto recatados que la joven normalmente usaba. Esto sin duda llamó la atención de sus compañeros y en especial de los superiores de la empresa. Pronto comenzó a recibir ascensos en su salario a pesar de no trabajar de la manera más eficiente. Si bien Gabriela ahora tenía todo el conocimiento y las habilidades de Elena, ella prefería que sea su físico lo que más impulse su carrera. Gabriela también se cortó el cabello dejando un corte similar al que ella tenía en su cuerpo viejo.

Todo esto era como ver una película de terror para Elena, quien lloraba de la impotencia de ver lo que su antigua compañera hacía con su vida. Había pasado de ser una joven prodigio a una simple mujer aprovechada. Su impotencia era tan grande que cada vez ocasionaba estragos más fuertes en la mente del cuerpo, incomodando a Gabriela al momento de intentar concentrarse.

Una mañana, Gabriela despertó a mitad de su sala, ella se espantó pues una noche antes ella había dormido en la cama de su habitación. También notó como algunos objetos de la cocina no estaban en su lugar, y que tenía una blusa y short cuando ella ahora acostumbraba dormir en ropa interior o incluso sin ropa para apreciar su figura.
No sabía lo que ocurría hasta que de pronto tuvo un flashback en donde pudo ver cómo su cuerpo se movía por voluntad propia, levantándose, poniéndose ropa, mirándose al espejo y diciendo: "He vuelto, hora de reorganizar todo", de ahí se dirigía a la cocina para preparar un sandwich y luego comenzar a trabajar desde su computadora, solo para caer desmayada de manera repentina. Lo que había sucedido es que Elena había logrado retomar el control de su cuerpo de manera momentánea, ella pensó que ahora podría retomar su vida, sin embargo no tenía la energía suficiente para mantener su consciencia al mando, terminando en el suelo y sin control alguno.

Gabriela sintió algo de miedo, pues ahora estaba consciente de que Elena podría recuperar su cuerpo en algún momento si ella se descuidaba. Por el momento la consciencia de Elena estaba callada ya que había agotado sus fuerzas, así que Gabriela aprovechó para visitar el mercado negro en donde consiguió la daga en busca de algún método de deshacerse de ella.

La persona que le entregó la daga le explicó que la daga permite que "vistas" la piel de otra persona, pero la consciencia y toda la esencia de la persona se mantiene en la piel ya que es parte de un todo. Lo único que podía hacer era luchar para mantener el control el mayor tiempo posible.

- "No, es imposible, yo quiero que esa perra desaparezca, me arruina mi vida". Gabriela le decía al extraño sujeto.

- "Así que ahora has asumido por completo la vida de esa joven" respondió el sujeto y luego de mirarla fijamente continuó - "Bien, creo que es importante ya que hay una cosa que podemos hacer, pero eso riesgosa".

- "¿Qué cosa? Dime.

- "Bueno, existe una manera en la que podemos desprender la consciencia de un ser de su cuerpo, pero si hacemos esto, pueden haber efectos secundarios los cuales no puedo comprobar".

Gabriela se mantuvo callada, luego de un par de minutos pensando y reflexionando, aceptó.

- "Sí, no me importa, quiero a esta niña fuera de mi vida". Contestó en un tono seguro y fuerte.

El sujeto la llevó a la parte trasera del lugar, en donde habían algunas máquinas extrañas. Ella se sentía nerviosa y algo aterrada, pero se mantenía segura de su decisión. Al llegar a una de las maquinas, el sujeto la acostó en una cama y le puso una especie de casco metálico con cables. La maquina se encendió e hizo una gran cantidad de ruidos extraños y emitir luces. Ella sentía un fuerte dolor de cabeza, mientras sentía como si alguien sacudiera su cabeza de manera violenta. Comenzó a gritar un poco a la par del sonido de la máquina. Luego de algunos minutos, la máquina se detuvo y al mismo tiempo, Gabriela guardó un largo silencio, pareciendo quedar inconsciente.

El sujeto entonces la desató y le quitó el casco, despertándola con una esencia de hierbas. Al abrir los ojos, tenía una mirada confusa y se sentó en la cama, poniendo una mano en su cabeza por el dolor de cabeza.

- "¿Gabriela?" El hombre preguntó.

- "Yo... yo.." Decía ella con su mirada confusa aun. Entrecerró los ojos como si estuviera concentrándose y contestó "Sí, soy yo. Solo yo, no hay voces".

- "Perfecto, el procedimiento fue un éxito".

- "Ella se ha ido, ¿para siempre?" Preguntó.

- "Sí, su consciencia fue extraída de la piel, ahora se encuentra contenida en la máquina".

- "Ella se fue, y ahora solo soy yo, ahora esta soy yo." Ella continuaba diciendo mirando sus manos y su cuerpo como si fuese la primera vez que experimentó su nueva piel.

- "Sí, solo te recuerdo que aun no sabemos cuales serán exactamente los efectos secundarios".

- "Un precio que vale la pena, muchas gracias. Me aseguraré de que reciban el pago". Gabriela contestó en un tono serio.


Luego de algunas semanas. Gabriela se había adaptado por completo al cuerpo de Elena. Ya no tenía la consciencia de la joven para hacerle frente por lo que ahora era la dueña absoluta de esa vida. Con el paso de los días, Gabriela comenzó a tener algunas jaquecas al igual que empezó a olvidar partes de la vida de Elena, al parecer al remover a Elena de raíz, algunos de sus recuerdos también desaparecieron. Esto hizo que Gabriela no pudiera recordar asuntos importantes de su trabajo, también dejó de ser tan habilidosa con los números y cálculos, también le daba un poco de trabajo utilizar la computadora. Poco a poco regresaba a ser la Gabriela obsoleta, pero con la diferencia de que tenía un joven y atractivo cuerpo, por lo que continuó vistiendo de manera provocativa al ser ahora la única manera en que pudiera escalar en el trabajo. 
Así mismo, su cabello comenzó a perder un poco el color, asemejando el cabello canoso que poseía anteriormente. Ella lo disimuló haciendo creer a todos que se había teñido su cabello porque quería cambiar su look. 


Luego de estos cambios, ella mantuvo la vida de Elena al ritmo que podía, sin embargo al paso de los años, nuevas jovenes llegaban a la empresa que tenían mayores habilidades que ella, por lo que poco a poco comenzó a perder algunos de sus beneficios y privilegios. Ella estaba regresando poco a poco a la vida que tenía antes, comenzando a ser desplazada poco a poco. Al final ella sería despedida, por lo que terminaría decidiendo dedicarse al modelaje, teniendo dinero sin mucha exigencia intelectual, pero sí teniendo un gran cuerpo que le abría muchas puertas.


Por otro lado, el sujeto extraño del mercado negro abrió una puerta secreta en el laboratorio, sosteniendo sus manos una caja con la consciencia de Elena. El entró y caminó por un pasillo en donde habían varias cajas similares con otras consciencias en su interior. El guardó la caja en un espacio vacío, y posteriormente salió de la habitación.






Espero les haya gustado esta historia. Es una petición por parte de una persona anónima. En un principio sería Caption pero la historia me enganchó y la extendí. 




miércoles, 21 de abril de 2021

Merlena ha vuelto



 

La vida de manera irónica había colocado a Merlena en una nueva situación.


Petición de parte de Brian.

martes, 20 de abril de 2021

lunes, 19 de abril de 2021

El vecindario, final.

 "Amigaa ¿qué tal amaneciste?"

Un mensaje habia llegado al celular de Hilda. Se trataba de Erika, quien ahora estaba en em cuerpo de Valeria.

Hilda despertó y vio el mensaje. Solamente soltó una sonrisa de satisfacción y le respondió con una foto:


-"Pff muerta amiga, anoche me quedé exhausta, a duras penas logré llegar a casa casi arrastrandome jajaja". Respondió Hilda junto con la foto.

-"Jaja ni me digas, yo estoy igual. Y ni decir de Ricardo, no pensé que aceptara el trío, al parecer solo necesitaba mi aprobación para que pudiera desatar ese animal que tiene. Vaya noviecito que me conseguiste con este cuerpo, gracias de nuevo amiga." Contestó Erika en el mensaje.


Las dos mujeres habian logrado seducir a Ricardo una noche antes, quien había intentado resistirse a los encantos de Hilda en el cuerpo de Claire, sin embargo al ver que quien creia que era su novia estaba de acuerdo y que deseaba que estuviera con ambas, finalmente cedió. Los tres estuvieron toda la noche teniendo relaciones, con ambas mujeres dando rienda suelta a toda la pasión y energía que sus nuevos y jóvenes cuerpos les permitían. 

Ricardo no entendía por completo el por qué del repentino cambio de su novia a buscar nuevas posiciones y una actitud más atrevida, ya que Valeria siempre había sido un poco tímida. Sin embargo sus hormonas no le dejaban pensar claramente y simplemente aceptaba esta "nueva etapa" de su relación. 

Erika aprovechaba para vestir el cuerpo de Valeria de forma más reveladora, al igual que Hilda, disfrutaba sentir las miradas de envidia de las vecinas. Ambas mujeres se reunían frecuentemente en sus casas para hablar mal de otros vecinos como les era común.


-"Oye amiga, ¿y qué hay de Gris?" Erika le preguntaba a Hilda, refiriéndose a Griselda, la otra vecina amiga de ellas.

-"Si, ya sé, lo he estado pensando, pero no sé cómo podemos incluirla en esto. No hay otra vecina que podamos cambiar". Respondió Hilda.

-"Y sería bastante raro y sospechoso que se junte con nosotras de la nada". Completó Erika.

-"Si, necesitamos buscar a alguien, pero mientras tanto creo que podemos estar bien nosotras dos. Ya después será su turno". 

-"Tienes razón" - dijo Erika, y luego preguntó con curiosidad - "Oye, ¿y puedes hacer  cambios contigo misma?"

- "¿A qué te refieres?" Dijo Hilda.

- "Si, a si puedes cambiar de nuevo con alguien ahora".

- "No estoy segura, ¿por qué preguntas?" 

-" Oh, nada, es solo que... siempre he querido saber qué se siente ser rubia y eso". Respondió Erika un poco sonrojada.

-" Ah, ya veo" - Hilda dijo mientras dejó ir una sonrisa - "Podemos cambiar para que veas".

Hilda entonces procedió a intercambiar entre ambas mujeres, sin embargo no tuvo éxito. Intentó otro par de veces, haciendo el mismo procedimiento que cuando cambió a Erika y Valeria, pero no lograba hacer nada.




- "Hmm, quizás solamente se pueda cambiar una vez por persona". Hilda dijo con algo de decepción. 

- "Ya veo, qué mal. Eso significa que estas serán nuestras vidas para siempre." - Erika dijo sonando algo preocupada, pero inmediatamente cambió su rostro a una sonrisa confiada - "Jaja, no me quejo".

-"Claro amiga, no hay razón para menospreciar nuestra segunda juventud, la merecemos más que esas niñas bobas". Hilda contestó mientras se estiraba de manera relajada.


Al día siguiente ambas mujeres fueron de viaje a la playa, en compañía de Ricardo. Erika y él tenian trajes de baño que hacían pareja mientras que Hilda solamente usaba una blusa a cuadros y un short.

- "Amiga, pensé que usarías algo más atrevido". Erika le dijo a Hilda al ver que no tenía un bikino llamativo.

- "Jajaja tú solo espera, ahora vas a ver. Solo necesito que haya un buen público. "

Erika y Ricardo estaban bajo una sombrilla, besándose, cuando un gruoo de turistas pasaron cerca. Erika no pudo evitar notar a los jóvenes guapos y musculosos que estaban en el grupo, haciendo que Ricardo se pusiera un poco celoso.

Erika volteó buscando a Hilda pero no la encontraba, cuando de pronto la puerra del vestidor se abrió, saliendo Hilda vistiendo un traje de baño con los colores de Estados Unidos y que resaltaba por completo la figura de su cuerpo.



- "Pero qué perra, amiga" Erika le dijo a Hilda, impactada.

Hilda simplemente sonreía al ver que los chicos del grupo la miraban atontados.

- "Hay que sacar todo el provecho a esto, ¿no crees?" Hilda le dijo a Erika.  - "Esta niña tenía este traje en su closet pero nunca lo usó porque le daba pena y además la hacía ver muy gringa. Jaja niña tonta, eso es lo que más atrae a los hombres". Hilda continuaba diciendo.

Erika regresó con Ricardo mientras que Hilda se unía al grupo de turistas, pasando la tarde jugando y bebiendo en la playa.

Erika no se sentía del todo cómoda formando parte de esos grupos y se sentía mejor pasando la tarde con Ricardo. 

Ella se enamoraba más de él a cada minuto que pasaba. Él la trataba como nadie nunca lo había hecho, Erika en realidad había tenido pocos novios ya que nunca había sido atractiva de joven y los novios que tenía siempre la hacían de menos y la terminaban engañando. Ricardo por otro lado estaba totalmente enamorado y la trataba como una reina. Luego de pasar la tarde juntos, ambos se alejaron y terminaron haciendo el amor en la playa.


Hilda por otra parte, ya había logrado su cometido y ahora deseaba seguir explorando todo lo que podía lograr en su nueva vida.

Sabía que tenía una gran belleza y podía seguir trabajando su cuerpo, por lo que viajó a una ciudad cercana, audicionando para un casting de modelaje, quedándose al primer intento.

Fue grande la sorpresa de Erika cuando luego de unos meses se enteró que su amiga se mudaba ya que había logrado un contrato grande para modelar trajes de baño, ropa interior e incluso desnudos artísticos. 

Ambas mujeres decidieron hacer una  cena para despedirse. Erika contenía sus lágrimas mientras le decía a Hilda lo mucho que la extrañaría ya que ahora estaría sin su amiga. Sin embargo ahora también tenía planeado vivir junto con Ricardo y quizás mudarse a otra ciudad juntos. Entre los 3 brindaban con una champaña su última noche juntos. Pero no iban a desaprovecharla, ya que debajo de su vestido, Hilda no tenía ropa interior, por lo que los 3 tuvieron una última noche "muy juntos" antes de que Hilda se fuese a otra ciudad a  vivir su nueva vida.



"Tengo que agrader más que nada a ti, niña, por haber acostumbrado este cuerpo al ejercicio, porque yo jamás lo habría hecho jaja. En verdad siento mucho que hayas perdido toda tu juventud y ahora te limites a ser la señora de la casa con un obrero. Pero no me arrepiento de haberte quitado todo. Este cuerpo y esta vida pedían a gritos que alguien le diera un buen uso, y aquí estoy yo. Nos vemos niña, quizás algún día nos veamos". Hilda se decía a sí misma en el espejo y también mirando por la ventana a su antigua casa.



Fin.




En verdad muchas gracias a las personas que siguen el blog y dejan sus comentarios. Espero que les haya gustado la historia. Sé que aun hay algunos cabos sueltos en la historia, pero tampoco quería alargarla tanto y por el momento no tengo mucho tiempo libre.


lunes, 12 de abril de 2021

El vecindario, parte 5

-"¿Pero qué esta pasando? ¿De qué hablas, Hilda?" Claire preguntó confundida al ver que Hilda se comportaba extraña, fingiendo que el cambio no hubiese ocurrido.

Claire se percató que Hilda tenía la joya de su madre en el cuello: "¿Qué haces con la joya? Es muy preciada" le reclamaba.

Hilda simplemente sonrió de manera misteriosa mientras sostenia la joya con su mano. "Niña tonta, en verdad me da mucha lástima tener que hacer esto ya que sé que eres una buena persona y no deseas el mal a nadie. Pero yo no soy así, y quien tiene la palabra y el poder aquí soy yo."


-"¿Poder? ¿De qué estás..." Claire fue interrumpida a media pregunta cuando el collar de Hilda comenzó a brillar, cegándola por unos segundos. Tras esto, ella se comenzó a sentir confundida y mareada, no sabía qué estaba pasando, intentó caminar pero no tenía fuerza. De pronto no pudo más y cayó desmayada.

Al recuperar el conocimiento, se levantó asustada, encontrandose en el sillón de su casa, sin embargo no le resultaba conocido. "¿Dónde estoy? ¿Qué sucedió?" Se preguntaba a sí misma sintiendo un fuerte dolor de cabeza.

"¡Hilda! ¿Estás bien? Gracias al cielo, me asustaste mucho". Hilda preguntó desde el cuerpo de Claire, fingiendo que no había pasado nada.

"Sí, sí, yo estoy bien pero... espera, ¿Hilda? No, ese no es mi nombre, me llamo... ah, me llamo... ¿Clara? ¿Cloe? ¿Linda? ¿Por qué no recuerdo bien mi nombre?"

"Te llamas Hilda, eres mi vecina, yo soy Claire, ¿recuerdas? Me mudé hace unas semanas. Tocaste a mi puerta pero de pronto te desmayaste, ¿no quieres que hable a alguien?" Hilda le respondía. 

-"No, de verdad, ese no es... ¿o sí es? Creo que sí. Disculpame es que de pronto me siento algo confundida. Ya debo irme, ahora que recuerdo debería comenzar a lavar la ropa de mi esposo... ah mi esposo, es verdad." Claire decía, sonando aun confusa.

Hilda ayudó a su antiguo cuerpo a levantarse  y la acompañó hasta su casa. Su plan había dado resultado: ella descubrió que el collar puede hacer que dos seres intercambien cuerpos pero ambos cuerpos se mantienen conectados, por lo que ambas podían tener acceso a los recuerdos de la otra. Desafortunadamente Claire no logró hacer esto, Hilda por otro lado se había apoderado no solo del cuerpo sino de todos los recuerdos de Claire, y gracias al collar, ahora Claire olvidaría todos los detalles de su vida original cada segundo que pasara, siendo reemplazados por los recuerdos de Hilda.

Al volver a su nueva casa, Hilda cogio su teléfono y realizó algunas llamadas.


Las cosas se habían puesto extrañas en el vecindario. 

Esa mañana, Valeria se encontraba en su casa haciendo algunos estiramientos mañaneros para después hacer un poco de ejercicio, cuando de pronto perdió el conocimiento.

Momentos después Erika, la vecina amiga de Hilda, llegó a casa de Valeria, solo para encontrarse a Hilda, en el cuerpo de Claire recibiendola.

-"Oh, Claire, qué gusto verte, ¿también Valeria te llamó?" Saludó Erika.

-"Sí, algo asi, pasa Erika, adelante." Hilda le respondió con una sonrisa y una mirada siniestra.

-"¿Y Valeria? ¿Sabes para qué nos llamó?" Preguntó Erika preocupada. -"En su mensaje solo decía que necesitaba hablar conmigo, se me hizo raro porque no somos muy amigas que digamos". Continuó diciendo intentando explicarse.

-"Sí, ya sé que esa perra te cae mal, a todas, ¿no crees?" Hilda dijo en un tono despectivo similar a su forma de hablar original. 

Erika abrió los ojos de sorpresa y puso una mano em su pecho -"¡Claire! Qué cosas dices." Le respondió. 

-"Jajaja, no te hagas Erika, tú sabes que todas la odiamos, se cree tan perfecta, pero esl eso está por terminarse." Hilda seguía diciendo sonriendo.

-"No sé de qué hablas, jovencita. Además cállate que es de mala educación y te ca a escuchar." Erika le contestó en un tono serio.

-"Ay Erika, por Dios, te he escuchado cosas peores sobre las vecinas."

-"No me conoces, mejor me voy". Erika se puso de pie pero Hilda la detuvo.

-"Amiga, no me reconoces, ¿verdad? Es porque me veo como la niña nueva debe ser."

Erika se sentía confusa y no decía nada.

-"Soy yo amiga, Hilda, aquí dentro." 

Erika pensaba que era una broma pero Hilda rapidamente rápidamente habló con ella. Le dijo algunos detalles que solamente ellas dos conocían.

Erika, aun incrédula, le pedía más pruebas a su amiga.

-"Amiga, si no me crees, entonces quiero que lo vivas tú misma. ¿No te gustaría ser joven y atlética? 

-"Claro, pero ¿cómo harás eso?" Preguntó Erika interesada.

Hilda abrió una puerta y adentro se encontraba Valeria inconsciente con su ropa de ejercicio.


-"¿Pero qué carajo?" Erika exclamó asustada.

-"Tranquila, solo esta durmiendo, esperando a que llegue su nueva dueña" Hilda dijo y luego soltó una ligera risa.

-"Claire... Hilda, te estas volviendo loca, ¿qué le hiciste a esta niña?".

-"Tranquila amiga, tú solo dime que quieres verte así y lo haré posible."

Erika no daba credito a lo que pasaba, ella aceptó sin saber qué sucedería exactamente. Hilda entonces la sentó en un sillón de la sala y le pidió que cierre los ojos. Hilda entonces cerró también sus ojos y el collar comenzó a destellar.

Luego de algunos segundos, el cuerpo de Valeria abrió los ojos y tropezó al intentar ponerse de pie. 

-"Uh, tranquila, apenas unos segundos y ya vas a arruinar ese cuerpo". Hilda dijo sonriendo.

La joven se puso de pie y se miraba a sí misma, pasando sus manos por su abdomen marcado y piernas. Entonces miró fijamente a Hilda y comenzó a hablar de manera un poco temblorosa:

-"¿Cómo? ¿Esto es real? ¿Ella...?"

-"Si, es real, ahora eres ella, todo esta bien Erika, perdón, deberia decirte Valeria ahora".

-"Increible, mira este abdomen, no puede ser, soy esa perra ahora". Erika decía ahora con la voz de Valeria mientras se veía al espejo. -"Pero y Vale, ¿qué fue de ella?".

Hilda se acerco al cuerpo de Erika que se encontraba inconsciente. -"aqui dentro, descuida. No sabrá nada, en las próximas horas seguramente tendrás dolores de cabeza con todos los recuerdos de esa niña. Lamentablemente ella no va a correr esa suerte, saluda a la vieja Erika de siempre". Hilda dijo señalando al cuerpo de Erika.



Ambas mujeres se cambiaron de ropa y se prepararon para despertar a "Erika" y acompañarla a su casa ya que "se había sentido un poco mal". Pronto las dos vecinas en sus nuevos cuerpos se sentirían en una mesa a hablar chismes sobre los vecinos.

-"Ah, amiga te extrañé mucho, no sabes lo odioso que era hablar con esta niña, no tiene ningun chisme bueno, extrañaba contar todo".

-"Admito que es muy extraño, pero me está encantando este cuerpo, Vale sí que le echaba ganas al ejercicio, ¿crees que le agarre el gisto tambien? Quiero seguir viendome así jaja".

-"Claro, mira tú sabes que yo odio el ejercicio pero el  cuerpo de Claire lo exige y es algo que ahora se me da natural. Además podemos hacerlo juntas y con ropa ajustada para los hijos de vecinos o visitantes que vengan". Hilda decía mientras ambas reían.

En ese momento el celular de Valeria comenzó a sonar, se trataba de Ricardo, quien avisaba que se encontraba en camino para hablar con ella.

-"¡Ricardo! Ese muchacho tan guapo, es verdad ahora es mío también". Erika dijo sonriendo.

Hilda le confesó su intento de seducirlo pero que él había sido un buen hombre al no caer. Erika entonces le propuso hablar con él y seducirlo entre ambas para hacer un trío. 

-"Más le vale aceptar, no creo que rechace a dos mujerones al mismo tiempo, y si lo hace, quizá debamos buscarle un mejor dueño a ese cuerpo jaja". Hilda contestó. 


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