Nuevos cambios
¡Hola a todos! Este es un espacio creado para contar historias acerca de cambios. Un cambio siempre viene bien.
miércoles, 19 de marzo de 2025
viernes, 7 de marzo de 2025
Una nueva araña, capítulo 10
Capítulo 10: ¿Héroe o villano?
Lucy encendió la tele por la mañana mientras estaba acostada en cama tras el cansancio por las explosiones de la gasolinera. En las noticias comenzaron un reportaje desde el lugar, en donde los bomberos habían acabado con el fuego y ahora toda la escena lucía completamente chamuscada y aparentemente un par de personas se habían quedado atrapadas y tuvieron que sacarlas en bolsas. El presentador de noticias comenzó a hablar sobre el shock que esto ocasionó en el barrio, enseñando pequeñas entrevistas a los testigos.
- "Todos estábamos asustados, ¡los polis llegaron pero no hicieron nada! Tuvo que llegar spider-ghost a salvarnos como siempre" - Uno de los testimonios decía.
- "Llegó esa persona a salvarnos, aun no estamos seguros de que haya sido Spider-Ghost porque no tenía su traje, pero le agradecemos por salvarnos" - Otro testimonio declaraba entre lágrimas.
Lucy escuchaba la televisión y no pudo evitar sonreír al escuchar cómo la gente le agradecía, o al menos agradecían su alter ego. Agarró la máscara, que se había dañado con el fuego y estaba a medias, y la pegó a su pecho con cariño, pero entonces comenzaron a pasar otros testimonios menos agradables.
- "Ya era hora que se apareciera, ¿qué esperaba? ¿una o dos semanas desaparecida y de repente quiere que le aplaudamos? ¡Que se vaya al carajo!"
- "¿Quién nos asegura que no fue ella misma quien inició todo? Además quedaron personas que murieron y yo no la vi preocupada por salvarlos, esa araña es más una amenaza que una salvadora, ¡fuera! ¡fuera!" - El último testimonio dijo mientras iniciaba una turba de gente que reclamaban que la superheroína se fuera de la ciudad. Cada vez la ciudad se dividía más respecto a la imagen de Spider-Ghost y ahora Lucy lo estaba resintiendo por primera vez.
Separó la máscara de su pecho y la miró con desdén para luego arrojarla lejos. Comenzaba a sentirse mal por no haber salvado a las personas que dejó, en especial porque recordaba haberlas visto a la distancia cuando la explosión más grande ocurrió, pero en lugar de lanzarse por ellas, prefirió cubrirse. No era una heroína como Gwen, ella solo era una mujer común y corriente, una criminal que ahora poseía un cuerpo poderoso.
Se recostó y siguió mirando las noticias, los porcentajes de crímenes estaban por los cielos después de que "Spider-Ghost" estuviera ausente durante tanto tiempo. Ahora la noticia más reciente indicaba que un grupo de terroristas habían secuestrado un grupo de personas y policías y exigían 100 millones de dólares para su rescate. No le dio tanta importancia hasta que en una de las fotografías pudo observar que uno de los rehenes era nadie más ni nada menos que el padre de Gwen. Al mismo tiempo, la puerta del cuarto se abrió y la madre de Gwen entró corriendo desconsoladamente para abrazar a Lucy. Lucy apenas y alcanzó a tapar la máscara para que no la vieran y luego de eso se sintió profundamente conmovida por las lágrimas de la mujer. Quizás era el momento de hacer algo al respecto.
Se vistió con ropa deportiva, la chamarra encima, y su máscara a medias. Acompañada de su pulsera, decidida a salvar a los policías que eran rehenes.
Al llegar al sitio, los criminales no la tomaron en serio porque no creían que se tratara realmente de Spider-ghost, así que uno de ellos se acercó a amenazarla con su arma, la cual Lucy arrebató en un movimiento rápido. Luego la usó para disparar al techo y asustar al criminal, quien alertó a sus compañeros. Lucy respondió lanzando el arma directamente para golpear a uno de ellos en la cara y luego combinando sus movimientos veloces con rayos de su pulsera se encargó de dejar en el suelo a todos, con quemaduras en el cuerpo y moretones. El padre de Gwen vió la escena y se sorprendió de la violencia que había tenido la mujer, negándose a creer que se trataba de la verdadera Spider-Ghost. Aunque él no conocía su identidad secreta, tenía sospechas de que fuera su hija, pero ahora ante esa violencia y frialdad sus sospechas se esfumaban. Lucy simplemente los liberó y luego se fue del lugar para evitar cualquier contacto con el Sr. Stacy.
Y de esta forma, Lucy continuó columpiándose por la ciudad, mirando y haciéndose cargo de cualquier problema que viera. En una de las calles que pasaba vió a un sujeto asaltando a una mujer. Ella se acercó y con su telaraña atrapó al hombre, arrastrándolo varios metros por el suelo, solo para darse cuenta de que era el mismo hombre que había enfrentado el día que robó la pulsera, su quemadura en la cara lo delataba. Ella sonrió al ver cómo la situación habia dado la vuelta y sin ninguna dificultad le asestó dos golpes en el estómago.
- "Ya no tan valiente, mi estimado" - Lucy decía con una sonrisa soberbia al mirar al hombre sin aliento.
- "Eres... Eres una maldita... Perra" - El hombre intentaba insultarla mientras jadeaba ante la falta de aire.
- "Sí, lo soy. Soy una perra que te acaba de partir el culo, ¿Escuchaste?" - Lucy seguía hablando en un tomo victorioso. De repente su sentido arácnido le alertó que el hombre intentaría sacar un cuchillo atado a su zapato, el cual ella esquivó y con un movimiento ágil lo redirigió hacia él, doblándole la pierna y clavándole el cuchillo cerca del cuello.
Lucy disfrutaba la escena de forma sádica, pero los gritos de pánico de la mujer que ella acababa de salvar la hicieron darse cuenta de lo que había hecho: Había dejado malherido al criminal. Pronto escuchó sirenas de policía acercándose y ella se alejó lo más rápido que pudo.
Mientras se alejaba, vio que un auto avanzaba sin control a alta velocidad y se dirigía a un grupo de personas. Ella se abalanzó al auto y lo aplastó con la caída, lo cual hizo que se detuviera en seco y luego sin mucho esfuerzo lo levantó y lo lanzó hacia un lado para salvar a la gente, ella se volteó esperando que le agradecieran pero en su lugar vio sus rostros de preocupación al ver el auto destruido aun con la persona dentro. Ella se acercó y logró sacar al hombre justo antes de que el auto se incendiara y explote. Lucy cubrió al sujeto para salvarlo, para entonces sí recibir aplausos, aunque su ropa sufrió las consecuencias del fuego.
Lucy regresó a casa de Gwen en donde los padres se estaban reencontrando. Se cambió rápidamente de ropa y se acercó para abrazarlo. Entonces ella sintió un cálido amor fraternal, algo que ella no había sentido desde hace muchos años, o quizás nunca. Ante estas sensaciones ella no pudo evitar conmoverse y soltar unas lágrimas, para luego terminar llorando desconsoladamente mientras los señores Stacy la abrazaban y le recordaban que todo estaba bien. Ella no podía hablar, tenía un nudo en la garganta y lo único que pudo hacer fue retirarse a la habitación de Gwen para seguir llorando durante un rato en la cama hasta quedarse dormida.
A la mañana siguiente, Lucy encendió la televisión para ver las noticias del día anterior, esperando haber dejado algún efecto. En las noticias hablaban del "supuesto" regreso de Spider-Ghost, sin embargo se dejaba a tema de debate saber si se trataba de la verdadera o si era alguien más haciéndose pasar por ella.
- "No, claro que no es la misma, ni siquiera tiene su traje, es otro de esos fenómenos con poderes. ¡Dios nos salve de que quiera matarnos a todos!"
- "Temí por mi vida, esa persona aplastó un auto con una persona dentro, ¡frente a todos!"
Uno de los policías que habían sido rehenes junto con el padre de Gwen también estuvo como invitado en el noticiero, dando testimonio de cómo "la mujer misteriosa" llegó y golpeó con fuerza desmedida a los criminales, tachándola de inhumana.
Todo esto frustró a Lucy y sintió que la gente no estaba siendo agradecida con su trabajo. Pero esto no dejó que la desanimara a dejar de intentar ser alguien mejor.
Se preparó a su manera, se colocó la chaqueta, que cada vez estaba más desgastada al punto de tener el pecho descubierto, su pulsera y esta vez decidió colocarse un audífono especial que Gwen utilizaba bajo la máscara para poder escuchar las transmisiones de la policía.
Aun era temprano y faltaba poco más de una hora para entrar a clases, así que empezó a columpiarse por las calles. A diferencia del primer día que tuvo el cuerpo de Gwen, cuando la gente la vitoreaba y aplaudía, ahora se volteaba o se ocultaba cuando la veía. Ella siguió hasta que escuchó en su audífono que había una persecución de autos cerca de ahí. Se columpió hasta una calle en donde podía interceptar el vehículo. Ella recordó el auto de la noche anterior y esta vez lo hizo de manera diferente, usando sus telarañas para frenar el vehículo y luego con un golpe certero atravesó el frente para destruir el motor. Los sujetos se bajaron para huir corriendo pero ella los dejó atrapados en redes y luego se fue.
Cuando se dio cuenta, ya había pasado más de una hora, así que fue a la escuela, en donde llegó tarde a su primera clase.
- "De vuelta a la rutina" - Jackie le dijo a Lucy, sonriendo.
- "Cállate, niña" - Lucy le respondió con un rostro enojado.
Jackie volteó su rostro haciendo una mueca por las palabras hirientes que escuchó. Lucy la ignoró al inicio pero después se dio cuenta que la chica estaba conteniendo sus lágrimas.
- "Yo... lo siento, no quise" - Lucy le dijo intentando sujetar la mano de Jackie, pero ésta la rechazó y luego se levantó para ir al baño.
Lucy no se quedó atrás y también fue al baño minutos después para verla ahí. Jackie se había encerrado a llorar en una casilla, por lo que Lucy se quedó por fuera de la puerta.
- "Jackie, perdón, ¿sí? No quise ser tan dura"
- "Ya basta, Gwen, sé que no me consideras tu amiga, pero no pensé que me odiaras" - Jackie le respondió llorando.
- "No te odio... tú... tú eres una chica amable y desinteresada... me agradas mucho" - Lucy le decía, tratando de recordar las palabras que leyó sobre Jackie en el diario de Gwen. La verdadera le tenía aprecio a Jackie aunque no se lo hacía notar para evitar tener cualquier amistad.
- "No mientas, solo lo haces peor."
- "No es mentira, sí que le... me agradas, solo que no soy buena mostrando sentimientos. Yo... eh... te aprecio mucho y aprecio tu amistad" - Lucy decía titubeando al no estar segura de lo que decía.
Jackie no respondió, solamente se escuchaban sollozando, Lucy intentó abrir la puerta pero tenía seguro y decidió respetar la privacidad, ya que ese no sería ningún problema de abrir con su superfuerza.
- "Jackie... vamos, eres mi amiga. Recuerda que siempre estamos juntas en clases y... además eres la única persona con la que hablo, ¿no recuerdas?" - Lucy seguía intentando convencerla mientras recordaba los pensamientos de Gwen.
Los sollozos pararon y entonces la puerta se abrió. Jackie aun tenía lágrimas en el rostro que Lucy limpió. Las dos mujeres sonrieron y luego se abrazaron. Lucy comenzaba sentir un aprecio auténtico a la chica mientras que Jackie se sentía feliz de saber que "Gwen" sí le tenía aprecio.
De vuelta al salón, vieron a Vlad pasando. Lucy se paralizó por un momento y no sabía si ir hacia él, pero Jackie le dio un ligero codazo para decirle que vaya por él.
- "Sé que te vuelve loca ese muchacho, y de verdad se nota que te quiere, anda amiga, ve" - Le dijo, envalentonándola.
Lucy corrió hacia Vlad y lo alcanzó. Ella intentaba hablarle pero él la ignoraba en un inicio hasta que finalmente él volteó hacia ella, con seriedad en su rostro. Lucy le pidió perdón por lo del día anterior, le dijo que no sabía lo que había ocurrido y que solo había sido un berrinche sin sentido. Ella temía perder a aquel chico del que se estaba enamorando. Vlad la escuchó pero le dijo que le había dolido su actitud y el golpe que se dio en el suelo, y por eso no sabía qué pensar sobre ella.
- "Vamos, cariño, empecemos de nuevo. Prometo no volver a actuar como una loca" - Lucy le decía sonriendo y deseando que todo saliera bien.
- "Mira, Gwen, te quiero mucho y en verdad siento que no he querido a nadie como tú en mi vida, pero no es tan fácil, me dolió en verdad." - Vlad decía, sobando su brazo.
- "Por favor, yo siento cosas por ti que nunca imaginé. Anda, sabes que debemos estar juntos" - Lucy se acercó para darle un beso, al cual Vlad correspondió dándose un pico.
- "Está bien, Gwen, ¿qué te parece si nos vemos a la salida y vamos por un helado o algo?"
- "Me parece un gran plan" - Lucy respondió ilusionada y sonriendo como una auténtica mujer enamorada.
Al salir de clases, el par se reunió y fueron a un local cercano en donde compartieron un helado y platicaron sobre la vida, reconciliándose y dándose besos como la pareja que ahora eran nuevamente. Sin embargo Vlad se notaba algo inquieto y Lucy lo notó, por lo que le estuvo cuestionando, ya que sospechaba que estaba ocurriendo algo malo.
- "Ya en serio, dime qué es lo que tanto te tiene así" - Lucy le dijo
- "No es nada, Gwen, en serio. Solo que hay mucha tarea y así"
- "Eres un pésimo mentiroso, ¿sabías?" - Lucy le dijo en un tono serio pero coqueto - "Si no me lo dices me enojaré y te lanzaré más fuerte que la última vez".
- "Aun no entiendo cómo pasó eso, estoy seguro de que tropecé o algo, el piso..."
- "No me cambies la conversación, cariño" - Lucy dijo poniendo una se sus manos en la mejilla de Vlad.
Vlad se puso nervioso y luego agarró el valor.
- "Gwen" - dijo, aclarando su garganta - "Yo... bueno... ayer después de... ya sabes, salí a caminar para aclarar mis pensamientos y me di cuenta de lo especial que eres. Compartimos muchas cosas y en verdad te quiero. Pero ocurrió algo que no sé cómo explicar".
Lucy solamente lo miró con curiosidad, sin decir nada.
- "Por la tarde, mientras reflexionaba, yo caminaba cerca de donde nos dimos nuestro primer beso, se sintió lindo, pero entonces comenzaron a ocurrir explosiones y me acerqué a mirar... y luego todo pasó tan rápido y cuando me di cuenta estaba a punto de morir... y lo único que pude pensar era en ti... y entonces"
- "Entonces, ¿qué?"
- "Spider-Ghost, o bueno quiero pensar que era ella... me salvó y luego estaba sobre mí... y ella... me besó, no fue nada, te lo prometo." - Vlad dijo sonrojado y volteando el rostro por la verguenza.
Lucy sonrió al saber que ese era el problema, el cual no era un problema real. Después de todo eran la misma persona. Ella se aprovechó de esto y comenzó a jugar diciendo que se pondrá celosa de la superheroína y pidiendo que no se vuelva a poner en peligro. Vlad no sabía cómo tomar esto y se sentía confundido, creyendo que al confesar esto se terminaría su relación. En cambio solo veía que no le dieron mucha importancia.
Después de eso, el par se despidió para ir cada quien por su lado. Lucy decidió colocarse su traje improvisado y empezó a columpiarse, estando cerca de Vlad, ella lo siguió hasta otro callejón en donde se apareció de sorpresa frente a él. Vlad solamente dio un salto y tropezó cayendo al suelo. Lucy simplemente reía y se acercó para darle una mano.
- "Vamos, corazón, de pie. ¿Vamos a dar una vuelta?"
Vlad no supo qué decir, en un primer momento ignoró la mano de la mujer y se levantó por cuenta propia. Lucy solamente hizo una mueca y se acercó nuevamente a él, sin respetar su espacio personal.
- "¿Qué... qué quieres de mí?" - Vlad dijo nervioso.
- "Hmm ¿y ahora qué? ¿Tan rápido te olvidas de mí? Yo no he olvidado que te salvé" - Lucy dijo con una voz seductora. La voz se le hizo familiar a Vlad pero por los nervios no podía conectar a quién le pertenecía.
- "Sí, lo recuerdo y gracias, Spider, pero respecto a lo otro... bueno, yo..." - Respondió mientras se rascaba la cabeza.
- "¿Sí?" - Lucy dijo con una sonrisa traviesa - "¿Acaso soy una mala besadora?"
- "No, no es eso, en realidad no me puedo creer que tú me hayas besado, nadie jamás me creería, pero hay algo que debo decirte, Spider..."
- "¿Qué?"
- "Yo tengo novia, y en verdad la amo así que por más suertudo que me sienta, esto no puede..." - Vlad hablaba negando con la cabeza pero fue interrumpido por Lucy quien le tapó la boca con un dedo, similar a cómo lo hizo la primera vez. Esto generó aun más confusión en Vlad quien no sabía si estaba soñando.
- "Silencio, cariño, menos bla bla" - Lucy le dijo mientras lo sostenía del brazo y lo abrazó para luego dar un salto y comenzar a columpiarse con Vlad en su espalda.
Vlad estaba asustado al no saber lo que estaba pasando, cerró los ojos y gritó pero Lucy le pidió que se tranquilizara ya que no planeaba hacerle nada malo. Luego él abrió los ojos y miró las calles desde lo alto, experimentando en primera persona cómo era columpiarse como la superheroína.
- "Entonces sí eres la real, wow no puedo creer que esté haciendo esto" - Vlad le dijo impactado y sonriendo por la adrenalina.
El par se detuvo en un tejado a unas cuadras de ahí. Vlad, con un poco más de calma, le agradeció a la heroína por la experiencia, aunque no terminaba de verse del todo convencido.
- "Lo que no entiendo es ¿por qué yo?"
- "¿A qué te refieres?" - Lucy le preguntó intrigada.
- "¡Sí! Digo a decir verdad sí me considero alguien atractivo, pero jamás pensé gustarle a una superheroína... ¿por qué yo? Imaginaba que quizás preferirías besar a algún supermodelo o algún otro superhéroe por ahí".
- "Tarado, ¿que no puede una darse un gusto de vez en cuando? Además... - Lucy le dijo con algo de indignación - "¿En serio aun no te das cuenta?"
- "¿Cuenta de qué? ¿Qué sucede, estoy soñando, verdad? Ya lo suponía".
Lucy enrolló sus ojos y tomó del brazo a Vlad para subirlo nuevamente a su espalda.
- "Vamos, hay algo que tenemos qué hacer".
La mujer comenzó a columpiarse por la ciudad hasta llegar a la ventana de Gwen. Vlad estaba un tanto desorientado por lo nuevo que era para él desplazarse a esa velocidad, pero al ver el cuarto de Gwen, y en especial la cama, reconoció en dónde estaban.
- "Espera... ¿qué hacemos aquí?" - Vlad dijo nervioso y con el rostro completamente rojo - "No podemos estar aquí, este es... este es..."
- "¿Qué? No te gusta este lugar, pensaba que sí" - Lucy le dijo con una sonrisa.
- "Espera, espera... ¿acaso tú...?" - Vlad dijo intentando relacionar todo, creyendo haber descubierto lo que ocurría - "Oh ya lo veo... de algún modo conoces a Gwen y ella te pidió que me pongas a prueba o algo así... ¿verdad?" - Vlad decía en un inicio enojado pero a medida que hablaba se daba cuenta de lo absurdo que eso sonaba, sonando menos animado.
- "Wow, vaya que tienes imaginación" - Lucy le dijo, intentando disimular para no reírse.
- "Entonces... no lo sé, pero ella debe llegar en cualquier momento, y cuando la vea le diré que todo esto es un malentendido"
- "¿Eso le dirás? Dime, ¿qué más le dirás?" - Lucy le preguntó cruzando sus brazos.
- "Pues, que yo no le soy ni le sería infiel, ese beso, bueno esos besos... no cuentan, además fuiste tú la que me besó y yo..." - Vlad intentaba explicar pero nuevamente Lucy lo interrumpió, esta vez dándole un beso de pico el cual Vlad correspondió dándole otro beso, lo que inició un beso más largo.
- "Claro, ahora también fui yo, ¿no?"
- "No, no, esto está mal, pero es que no lo sé... hay algo que no termino de entender... ¿qué hacemos aquí?"
- "¿En serio? ¿aun nada? Estos niños de ahora..." - Lucy dijo mientras se alejaba unos pasos de él, dándole la espalda.
- "Ya dime, o es que acaso tú... no, no creo"
- "Anda, sigue... yo..."
- "¿Gwen?" - Vlad preguntó con una voz insegura.
Lucy sonrió y se volteó hacia Vlad, y se quitó la máscara, revelando su identidad a Vlad, quien se quedó perplejo de la sorpresa.
- "No lo creo... ¿en serio?" - Vlad dijo con los ojos bien abiertos y dando un paso para atrás.
- "Bien, cariño, entonces ¿aun te sientes mal por besarme y desearme?" - Lucy le dijo arrojando la máscara y acercándose a él.
- "Jamás lo imaginé... no puede ser esto... simplemente... wow" - Vlad decía mientras la mujer se acercaba a él hasta abrazarlo y darle otro beso.
- "Sí, cariño, y ¿sabes? Desde que me lancé para salvarte, recordé cuando también estuve sobre ti, en esa cama" - Lucy dijo señalando la cama de Gwen con su mirada. Luego de eso empezó a bajar su pantalón para quedarse en ropa interior y el resto de su sudadera.
- "¿Sí?" - Vlad apenas pudo hablar.
- "Sí... y a una dama no la debes dejar con las ganas, ¿sabes?" - Lucy le dijo entre besos y mordiendo sus labios lentamente.
Después de una larga ronda de besos, el par estaba nuevamente en la cama de Gwen. Sus ropas en el suelo y ambos tan desnudos como la identidad secreta de Spider-Ghost. Lucy disfrutaba cada segundo, cada sensación del tacto entre la piel de ambos. Sentía como la piel que había robado se erizaba, sus vellos se levantaban, sus pezones jóvenes y sensibles se endurecían con el contacto con la lengua de Vlad. Ella solo podía jadear y gemir ante estas sensaciones, se estaba volviendo adicta a tener sexo con esa nueva juventud, ella amaba cada vez más tener el cuerpo de Gwen, y esto la hacía sentir cada vez más viva.
Luego de más de una hora de sexo, ambos estaban sentados en la cama, vistiendose de nuevo, Lucy tenía una sonrisa de oreja a oreja, mientras Vlad aun seguía en shock ante todo lo que había pasado en el día. Al terminar de vestirse, ella lo sujetó y salieron para columpiarse hasta el edificio en donde Vlad vivía.
- "Bueno, cariño, nos vemos mañana" - Gwen le dijo dándole un beso y volteando para irse.
- "Espera... antes que te vayas, hay algo que no entiendo" - Vlad le pidió.
Lucy se detuvo y volteó hacia él - "¿qué pasa?"
- "En verdad eres Spider-Ghost, pero... ¿porqué desapareciste tantos días? y también... ¿qué pasó con tu traje?"
- "Solo digamos que pasaron muchas cosas, algún día quizás te las cuente".
- "¿Acaso fue por los rumores que hay de ti? Ya sabes... que mataste a una buena cantidad de gente."
- "No vuelvas a mencionar eso, ¿sí?" - Lucy le dijo cortántemente. Ella odiaba recordar ese día.
- "Oh, lo siento, es solo que todo el mundo tiene dudas... ¿aun sigues siendo de los buenos, cierto?" - Vlad le preguntó con pena y curiosidad.
- "Sí... eso creo" - Lucy le dijo justo antes de saltar del tejado y alejarse del sitio.
En el camino a su casa, ella vio otro asalto el cual se acercó para detener sin mayor problema, aunque en esta ocasión le costó otro raspón en su chamarra, la cual ya estaba prácticamente destruida.
Al llegar a casa, Lucy se quitó lo que quedaba de su ropa, frustrada porque cada vez era más la ropa que dañaba intentando luchar con el crimen y manteniendo su nuevo alter-ego. Se puso una blusa de tirantes negros y un short rosa que tenía a la mano, para no quedarse desnuda.
"Es momento de hacer algo con mi imagen, no puedo seguir ensuciando y dañando toda mi ropa, vamos Lucy, piensa"
Después de varios bocetos, Lucy tenía lista su idea para diseñar un traje nuevo acorde que combine sus gustos con la identidad de su nuevo alter-ego, en especial influenciado por el outfit que llevaba puesto.
viernes, 14 de febrero de 2025
Una nueva araña, capítulo 9
Capítulo 9: Abeja reina
Al llegar el lunes, Lucy debía ir a la escuela nuevamente como parte de su nueva rutina de vida, pero en esta ocasión tenía una motivación extra para ir: Vlad.
Miró el uniforme escolar de Gwen y sintió que era aburrido, por lo que tomó sus tijeras y la máquina de coser para ajustarla y hacerla lucir más atractiva. Acortando la falda unos centímetros y estilizándola para lucir su figura aun más. Luego se colocó unos lentes de pasta dura que Gwen solía utilizar como parte de su apariencia engañosa para lucir lo menos llamativa posible, pero ahora con un toque opuesto, haciéndola lucir más interesante.
Al llegar a la escuela, todas las miradas fueron hacia ella, quien se sentía como una reina de belleza en una pasarela, modelando mientras meneaba las caderas y todos los chicos babeaban ante ella. Ella caminó por el pasillo hasta detenerse en donde Vlad estaba acomodando sus libros. Él volteó y la miró, quedándose sorprendido por la nueva y sensual imagen de Lucy.
- "Eh... Hola Gwen" - Vlad dijo nervioso.
Lucy sonrió de manera pícara y respondió con un simple "Hola Vlad", seguido de un beso en su mejilla, para seguir su camino hasta su salón. Todos sus compañeros de clase la siguieron y se quedaron atónitos durante las clases. Algunos incluso sin creer que se tratase de la misma persona, creyendo en su lugar que era alguna estudiante nueva.
- "Te lo digo, amigo, le hicieron lo mismo que Avril Lavigne, creo que la sustituyeron, no puede ser la misma persona" - Uno de los compañeros de clase dijo susurrando a otro. Lucy lo alcanzó a escuchar y solamente pudo reír. Ahora en lugar de sentarse en la última fila, Lucy estaba sentada en el centro del aula. Sintiéndose el centro de atención, literalmente.
El resto del día transcurrió junto con las clases, Lucy disfrutaba sentirse querida por parte de los compañeros de clase. De pronto se convirtió en la reina de la clase, lo cual hizo que algunas compañeras comenzaran a sentir celos de ella.
Al salir de clases ella esperó a que Vlad saliera y se quedaron juntos en la salida. Vlad la mirada de pies a cabeza, sin poder creer que sea la misma chica que hace apenas unos días era casi invisible, y ahora lo esperaba a él.
- "Y bueno, ¿qué quieres hacer?" - Lucy preguntó con un tono coqueto y curioso.
- "Los chicos quieren ir al parque, habrá un torneo de patinaje, ¿quieres ir?" - Le pro puso extendiendo la mano.
Lucy sonrió y le correspondió dejándose guiar por él, caminando ambos agarrados de la mano hacia el parque. Al llegar, se acomodaron en las gradas que habían improvisado para el público. Ahí se comenzaron a presentar los concursantes, recibiendo aplausos cada uno cuando se hacia mención de su nombre, siendo el más aplaudido un chico llamado Lucio, el actual campeón, quien recibió una ovación por parte de casi todas las gradas a excepción de Lucy y Vlad quienes estaban más concentrados en la mirada del otro.
El torneo dio inicio y todos los patinadores comenzaron a hacer sus acrobacias, la gente de la tribuna se dividió en apoyar a distintos participantes. Lucy y Vlad comenzaron a mirarlos y aplaudir las acrobacias más extremas que veían.
- "Wow, sabes siempre quise aprender a patinar" - Lucy le dijo a Vlad.
- "¿En serio? Si gustas yo te enseño".
- "¿Lo harías? Siento que ya soy muy grande para eso".
- "¿Grande? Gwen estamos de la misma edad, y yo aprendí hace un par de años, no pasa nada" - Vlad le dijo riendo.
- "Eh, sí tienes razón en eso, qué tonta ¿verdad?" - Lucy respondió dándose cuenta de lo torpe que sonaba.
- "Descuida, me gustas como eres, y te puedo enseñar a patinar o a lo que tú desees" - Vlad dijo con una gran sonrisa.
- "Sí, quizá puedas darme unas clases privadas" - Lucy dijo tomándolo de la corbata del uniforme y acercándolo para darle un beso. De repente el sentido arácnido alertó a Lucy y por instinto movió a Vlad para atrapar con su mano una patineta que iba dirigida justo a ellos. Los otros compañeros se quedaron paralizados mirando la escena pues habían estado gritando que se apartaran segundos antes pero el par estaba muy concentrado en su beso.
- "¿Cómo hiciste eso?" - Una chica que estaba junto a Lucy le preguntó, incrédula.
Vlad miró lo ocurrido y tampoco entendía lo que estaba pasando, se sentía en shock.
- "No, no lo sé" - Lucy dijo intentando disimular - "Yo vi la patineta de reojo y ya".
- "Iba a toda velocidad y tenías los ojos cerrados, ¡es imposible!" - Contestó la chica. Lucy se dio cuenta de que toda la grada la miraba, en especial Lucio quien había resbalado en su acrobacia más extrema y por eso su patineta había salido volando.
- "Bueno ya, sigan en lo suyo, solo fue suerte y un milagro si lo quieren ver así" - Lucy dijo enojada. Sin dar más explicaciones, Lucy tomó a Vlad de la mano y se fueron del lugar. El par estuvo corriendo por varias calles, hasta que Vlad ya estaba agotado y pidió detenerse un minuto.
- "Vaya que tienes buena condición, ya no puedo más y tú no has sudado una gota. ¿Haces mucho ejercicio?" - Vlad cuestionó. Lucy solo lo miró y le mintió diciendo que ella practicaba atletismo hasta hace poco.
El dúo continuó caminando después de un momento, hasta llegar a la casa de Gwen. Lucy lo invitó a pasar, sabiendo que los padres de Gwen estarían fuera hasta la noche. Ella lo tomó de la mano y fueron a la cocina para servirle un vaso de agua, Vlad aun estaba un poco agitado. Mientras tomaba el vaso y se secaba el sudor, Lucy se quitó los lentes y se quedó apoyada en una pared mirándolo de manera lasciva.
- "Entonces, ¿qué quieres hacer?" - Lucy preguntó con una sonrisa y levantando ligeramente su falta con una mano.
De la sorpresa, Vlad casi tiraba el vaso de donde tomaba agua. Dio un fuerte trago y se acercó a ella con un poco de prisa, aclarando su garganta. - "Creo que tenemos unos besos pendientes, ¿no?"
Él llegó con ella y comenzó a besarla. Lucy puso sus brazos alrededor de su cuello y se colgó de él envolviéndolo con sus piernas. Las manos de él bajaron de su espalda hasta su espalda baja y finalmente hasta el trasero de Lucy, apretándolo con fuerza. Lucy solo pudo soltar un gemido ante la sensación y mirar hacia el cielo. Ella no podía recordar la última vez que alguien la había hecho sentir algo similar, mucho menos sentir que alguien la hubiese cargado de esa manera.
Las manos de Vlad pasaron por debajo de las nalgas de Lucy, alzando la falda y palpando su calzón. Lucy le susurró que tenían la casa sola por unas horas más y lo guió hasta la habitación de Gwen en donde él la cargó para finalmente tirarla en la cama. Lucy tiró al suelo algunas libretas que estaban en la cama para hacer espacio a la pareja, Vlad se situó encima de ella y la besó mientras ella le quitaba su corbata y camisa, revelando un abdomen y pectorales ejercitados. Lucy salivó al ver esto y por instinto pasó su lengua por su abdomen, lo cual hizo que Vlad se erizara y comience a desabotonar la blusa de Lucy, quitándole la blusa del uniforme y dejándola solamente con su brasier el cual resaltaba los pechos firmes de Gwen. Lucy puso sus manos por detrás de su espalda, desabrochando el brasier y dejándolas libres para que Vlad pusiera su cara ahí. Lucy solo gemía al sentir la lengua de Vlad acariciando cada centímetro de sus pechos, su areola y sus pezones robados. Poco a poco ella abría sus piernas para darle espacio a Vlad quien se colocó en una posición de misionero, comenzando a pasar su pene con la vagina de Lucy por encima de sus ropas.
La mente de Lucy estaba completamente extasiada ante estas sensaciones, pues no solo llevaba décadas desde que se había acostado con alguien, sino que el cuerpo de Gwen era 10 veces más sensible ante cada tacto. Sentía como su piel se erizaba cada vez más y en especial sentía cómo su entrepierna quedaba cada vez más caliente y húmeda. Hasta que no aguantó más y de un movimiento le quitó el pantalón y boxer a Vlad e hizo a un costado el calzón que usaba, tenía todo listo para que comenzara a ser penetrada, pero el chico dio un pequeño salto hacia atrás que desconcertó a Lucy.
- "¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?" - Lucy preguntó jadeando, su rostro tenía más sudor que cuando había corrido o cuando se columpiaba por los edificios.
- "Sí, estoy bien, es solo que..." - Vlad decía sonrojado - "¿no crees que es peligroso o que vamos muy rá..." - Vlad decía pero Lucy lo interrumpió sosteniendo su pene con su mano y colocándolo en la boca de su vagina.
- "Cállate y cógeme, cariño" - Lucy le dijo con un tono entre enojado y lujurioso.
Ante tal provocación, Vlad encestó con fuerza y pasión su pene lo cual causó una explosión de emociones para ambos. Lucy soltó un gemido tan fuerte que ya era prácticamente un grito.
- "¡Dios! Esto no puede ser, se siente tan rico aunque duele un poco..." - Lucy pensaba para sí misma, dándose cuenta de algo - "Ahora lo entiendo, es la primera vez que este cuerpo tiene sexo. 19 años y esa niña nunca se había acostado con nadie, pero ahora eso depende de mí".
Lucy pidió a Vlad que fuera menos brusco ya que su nueva vagina aun no estaba acostumbrada a las sensaciones, lo cual obedeció. El par siguió en la cama de Gwen durante casi media hora hasta que finalmente tanto Lucy como Vlad llegaron al orgasmo al mismo tiempo. Lucy logró sacar el pene de Vlad justo antes de que éste se corriera dentro y así evitar algún accidente, aunque terminó manchando las sábanas de su cama.
Después Vlad solamente se quedó acostado junto a Lucy durante un rato en el que ella sintió mucha paz al sentir los brazos de aquél hombre.
El momento de intimidad fue interrumpido cuando el sentido arácnido despertó a Lucy y se dio cuenta de que no solo se había quedado dormida por una hora sino que alguien había llegado. Escuchó a lo lejos el sonido de la cerradura por lo que despertó a Vlad y rápidamente hizo que saliera por la ventana. Él, asustado no sabía qué hacer pero Lucy le indicó un camino por el que no sería visto. El muchacho se marchó justo a tiempo antes de que el padre de Gwen toqué a la puerta y Lucy saliera a saludarlo, habiéndose vestido velozmente.
Al día siguiente en clases, Lucy solamente pensaba en su encuentro con Vlad y deseaba repetirlo. Jackie, la compañera de clases intentaba hablarle pero ella estaba demasiado concentrada, hasta que el profesor le llamó la atención.
- "Señorita Stacy... ¡señorita Stacy!" - Dijo con la voz cada vez más fuerte.
- "Gwen, reacciona" - Jackie le decía en voz baja.
Después de unos segundos, Lucy reaccionó. Aun no se acostumbraba por completo a responder ante el nombre de Gwen pero respondió con mucho fastidio. El profesor le indicó que si no le interesaba la clase la "invitaba" a salirse, a lo cual ella hizo caso. Al terminar las clases, Jackie alcanzó a Lucy para cuestionarla sobre su nueva apariencia y actitud. Lucy trataba de ignorarla pero la chica insistía, ante esto Lucy se limitó a empujarla para hacerla a un lado y caminar hacia Vlad.
Lucy llegó saludando a Vlad con un beso en la mejilla, muy pegado al labio y lo abrazó del cuello. Vlad le correspondió abrazándola de la cintura.
- "¿Y bien, cariño? Hoy también estará sola mi casa" - Lucy susurró a su oido.
- "Uff sí quiero. Ayer me quedé agotado que me dormí hasta que me despertaste justo a tiempo, qué buenos reflejos, Gwen" - Vlad dijo con una sonrisa de oreja a oreja y luego continuó - "Pero hoy no puedo, prometí ayudar a mi papá con un..."
- "Ya lo imaginaba, ya me cogiste y ahora no te interesa nada, ¿verdad?" - Lucy lo interrumpió mientras se soltaba del abrazo y comenzaba a alejarse. Sentía que su pasado tormentoso en el amor la había alcanzado.
Vlad corrió tras de ella y la tomó del brazo, pero Lucy usó un poco de fuerza y lo empujó un par de metros por el suelo. Dándose cuenta de lo que había hecho, Lucy corrió arrepentida a levantarlo, disculpándose por su actitud. Vlad se levantó solo, rechazando su ayuda y sin decir ninguna otra palabra solamente la miró con decepción y se fue corriendo.
Horas después de eso, Lucy vigilaba la habitación de su madre en el hospital, mirando desde el edificio de enfrente y asegurándose de que se encontrara bien. Cuando de pronto escuchó una explosión cercana que hizo retumbar los vidrios.
Se trataba de un asalto a una gasolinera cercana que había salido mal, pues uno de los asaltantes disparó sin querer a una de las bombas lo cual inicio una reacción en cadena y estaba causando que las bombas de gasolina exploten, dañando todos los edificios e hiriendo a la gente que pasaba por ahí. Lucy llegó al lugar y lo primero que hizo fue ir tras los delincuentes, golpeándolos y dejándolos inconscientes, para luego usar sus telarañas y tapar las fugas que alcanzó a ver.
Al llegar los bomberos ella salió caminando dando por hecho que ahora era trabajo de ellos, pero comenzaron a pedirle ayuda, en especial para salvar algunas personas que estaban atrapadas en medio del fuego. Ella solo enrolló los ojos y se empezó a alejar, hasta que vio que una de las personas era una niña de la misma edad de Emilia. Ante sus ojos, ella vio a su propia sobrina atrapada y corrió hacia el fuego para salvarla, ella llegó a tiempo y la sacó del fuego, después logró salvar a dos personas más que le agradecieron profundamente. Ella no hizo mucho caso a esto y le pidió a la gente que se alejara lo más posible ya que se dio cuenta que aun había una fuga grande que no logró tapar antes. Justo cuando todos ya se estaban alejando, ocurrió una explosión grande de la cual apenas pudo cubrirse y la cual arrojó un metal al aire, directamente a una persona que se había quedado paralizada del miedo. Lucy cerró sus ojos y alcanzó a salvarlo arrojándose sobre él.
- "Gracias, gracias por salvarme" - La persona le dijo, aun en shock.
Lucy abrió los ojos y se dio cuenta que a quien había salvado era nada más ni nada menos que Vlad, quien justamente pasaba por ahí cuando todo ocurrió. Ella se sonrojó y ante el shock de ambos, ella al haber salvado a alguien por instinto y él por casi morir, lo besó en la boca por un segundo y luego se levantó para alejarse lo más rápido posible.
Llegó a casa con su ropa dañada, su chamarra quedó prácticamente chamuscada del frente y sus pantalones que eran originalmente del traje también se habían descocido de las reparaciones que hizo antes. Se quitó la ropa y la guardó justo a tiempo antes de que la madre de Gwen entrara preguntando por un olor a quemado. Lucy simplemente fingió no saber nada y luego cerró la puerta con llave mientras pensaba en lo que había ocurrido.
miércoles, 12 de febrero de 2025
Premios de la Comunidad
¡Hola a todos!
Esta es una publicación para hacerles saber que actualmente se están llevando a cabo las votaciones para "The community TG Awards" en donde se busca premiar y reconocer el trabajo de diversos escritores de esta comunidad de blogs.
Pueden encontrar el formulario para participar en el siguiente enlace:
Es gratuito y anónimo. Además cuenta con links a los diferentes blogs e historias para que puedan visitarlos y conocer más del trabajo de cada uno.
Este blog cuenta actualmente con 2 historias "nominadas" las cuales son La psicóloga y Una nueva araña (el resto de capítulos estará disponible en los próximos días).
Por último solo quiero agradecer a las personas que toman un minuto de su tiempo para darse una vuelta al blog.
lunes, 10 de febrero de 2025
Una nueva araña, capítulo 8
El sonido de las sirenas de ambulancias se escuchaba a través de las gruesas paredes de la prisión. Pronto el lugar se llenó de paramédicos que bajaban personas en camillas mientras todos gritaban con desesperación. El ruido hizo que las presas se levantaran, invadidas por la curiosidad de saber qué estaba ocurriendo. Entre ellas Gwen, quien se quedó mirando desde la cama de su celda tratando de no llamar la atención. Solo pudo observar a la distancia a paramédicos y personal de la prisión corriendo a todas prisas.
- "Quizás sea tu día de suerte, gordita" - Gina, la compañera de celda de Gwen, le dijo a la ex-heroína.
- "¿De qué hablas? ¿Qué está pasando?" - Gwen preguntó alterada.
Su compañera de celda se acercó a ella - "Bueno me parece haber reconocido a algún rostro a lo lejos entre esas camillas pero no me hagas mucho caso".
Al día siguiente, en la hora del almuerzo, Gwen notó que había menos personal de lo normal, se acercó a preguntar qué estaba pasando pero solo le respondían con un empujón de macana. Ella regresó a su mesa junto a su compañera de celda y otra chica más. Durante la hora de comida, las convictas tenían acceso a una televisión la cual estaba restringida a únicamente enseñar noticias del "mundo exterior". Nadie prestaba mucha atención ya que daban sus vidas por perdidas, pero Gwen permanecía atenta para saber lo que estaba pasando, cuando de pronto un presentador de noticias comenzó a narrar una nota:
"En las últimas noticias, las autoridades aun permanecen investigando lo ocurrido el día de ayer en las bodegas abandonadas del sur, después de múltiples reportes de vecinos que mencionaron escuchar disparos y gritos. Hasta el momento se reporta un fuerte número de personas malheridas y a cada hora el número de fallecidos va en aumento".
- "¿Qué esos no eran tus cuarteles?" - Una compañera de mesa preguntó a Gwen. La ex-superheróina también pudo recordar que ese edificio estaba muy cerca de donde el cambio de cuerpos había ocurrido. De pronto todo tuvo sentido.
"Desde la alcaldía de esta ciudad rechazamos cualquier acto de esta violencia y condenamos las acciones ocurridas en esta masacre, les prometo que como Alcalde haré lo mejor para que los responsables paguen por sus actos" - Una capsula del alcalde.
"Hasta el momento las autoridades colocan como sospechosa a la 'superheroína' Spider-Ghost, luego de que algunos vecinos reportaron haberla visto cerca de la zona a esa misma hora". - El presentador continuó.
- "¡Esa maldita!" - Gwen reclamó levantándose, el dolor de su brazo roto la retuvo para no azotar sus manos en la mesa.
- "¿Maldita? Creo que deberías agradecerle, mujer. Acaba de eliminar a todos los que querían tu cabeza por traidora, yo que tú me calmaría" - La compañera de celda le dijo mientras masticaba su puré de manzana.
Gwen se quedó en silencio y se sentó de nuevo, su cabeza se llenó de ira y frustración, ni en el peor de los casos se imaginó que Lucy fuera capaz de hacer algo como eso. Y también se sentía deshecha. Su imagen y reputación la cual había cuidado por algunos años ahora estaba manchada para siempre.
- "Maldita sea, ya pasaron unos días y aun no logro descifrar cómo salir de aquí, y mi brazo sigue igual o peor, cada vez me duele aun más. Nunca había tenido un dolor que me durara más de una hora." - Gwen pensó para sí misma mientras una lágrima salía de uno de sus ojos, la cual rápidamente se limpió para que sus compañeras no vean.
En ese momento, Mónica, la convicta que días antes la había amenazado, llegó por sorpresa asustando a Gwen, quien casi se atraganta con el agua que estaba tomando. Aun no se acostumbraba a ser sorprendida sin su sentido arácnido.
- "Hey ya ni siquiera tengo que tocarte, en serio desde que esa niña araña te atacó no eres la misma, ¿dónde acabó esa gorda impulsiva y agresiva?" - Dijo entre risas burlonas. Gwen se tranquilizó después de casi ahogarse y la miró agresivamente. - "Te ves con miedo, y pensar que antes te tenía que tener paciencia, pero ya no hay un Victor que te defienda, me enteré que lo van a enterrar mañana. Imagino que ya debes estar feliz" - Mónica dijo lo último mientras su voz se quebró un poco. Gwen notó que esto la afectó mucho por lo que sospechó que quizás había algo más detrás.
- "¿Víctor era tu...?" - Gwen preguntó con curiosidad. Mónica frunció el seño y se puso de pie.
- "¿Mi qué? ¿Te quedaste retrasada o qué? Pensé que solo tu brazo se había estropeado pero ahora veo que tu cerebro también, haces que se me quiten las ganas de matarte lentamente." - Mónica se fue de ahí caminando con los puños cerrados y un evidente enojo.
Gina se acercó a Gwen con preocupación. - "¿En verdad no recuerdas nada? Mira, sé que el personal aquí es de los peores capacitados, pero cuando dijeron que estabas amnésica y quedando demente pensé que solo fingías para que te dejen libre".
- "Lo siento, solo digamos que tengo la mente un poco borrosa, y el dolor del brazo no me deja pensar."
- "Sí, puedo darme cuenta de eso. Si recordaras bien no estaríamos hablando ahora."- Gina se levantó una de las mangas revelando una cicatriz de navaja en su brazo derecho. - "Yo no olvido tan fácil cuando alguien intentó matarme, como tú. Y Mónica, solo te refrescaré la memoria con que habría una boda el próximo mes cuando ella saliera." - La mujer se fue caminando de la mesa, mientras Gwen únicamente pudo tragar saliva, preocupada por no poder confiar en nadie.
En la tele el noticiero finalizó, junto con la hora de comida. Gwen apenas había comido menos de la mitad de su plato por lo que una de las convictas que pasó cerca lo agarró y lo comió de un bocado mientras le gruñía a Gwen, quien solo pudo temblar del miedo. Al ser la última persona en salir, pudo observar que una de las puertas se había quedado sin vigilancia así que se acercó ahí. Abrió la puerta con cuidado y vio un pasillo libre de guardias. Comenzó a caminar lentamente para no hacer ruido pero aun no se acostumbraba a su nuevo peso así que en uno de sus pasos tropezó cayendo sobre su brazo roto. El grito de dolor hizo que un guardia saliera de una puerta y rápidamente se vio rodeada.
__________
A la mañana siguiente, Vlad despertó con la luz del sol alumbrando sus ojos. Se levantó y notó que Lucy ya no estaba, comenzó a buscarla pero no la encontró por ninguna parte de la habitación. Salió a los pasillos del departamento pero únicamente encontró a sus padres.
- "¿Gwen? ¿Y esa quién es?" - Su madre preguntó con curiosidad. Su padre acompañó la emoción y también cuestionó a su hijo.
- "No, no es nadie, debieron escuchar cosas". - Vlad se excusaba inocentemente.
Sus padres solo rieron y se regresaron a su habitación. Su padre esperó un segundo antes de entrar, mirando a Vlad seriamente - "Espero que al menos tengas cuidado, hijo. Te educamos bastante bien" - el señor dijo y luego cerró su puerta.
Vlad se suspiró y luego de examinar la casa no encontró a la mujer. Regresó a su habitación y se talló los ojos y sacudía su cabeza, creyendo que quizás se había tratado de algún sueño. Entonces recordó que ella había entrado por la ventana así que se asomó solo para ver una nota pegada por fuera.
"Gracias, eres un gran chico. - LGwen."
__________
Más tarde, Lucy caminaba por la calle, pasando por el edificio que solía ser su cuartel delincuente. La calle estaba cerrada con cintas de policía y aun había un par de patrullas bloqueando el paso. Solamente observaba la escena y al cúmulo de gente que se amontonaba para saber lo que había ocurrido.
- "Wow, no puedo creer que esto haya pasado, tiene que haber sido esa araña". - Uno de los hombres decía con enojo.
- "No lo creo, los héroes no matan criminales, solo los detienen" - Otro hombre del público respondió.
- "Bueno quizás deberían, esas escorias no merecen otra oportunidad, ya demostraron que solo son un peligro". - Una señora añadió. - "A mi hija ya la asaltaron 2 veces este mes, al menos ya sé que no le pasará nada pronto".
- "Claro, pero aun quedan más bandas delincuentes y ni siquiera sabemos si en verdad fue ella. Hace días que no se le ha visto. Dios nos ampare". -Otra señora entre el público dijo con preocupación.
- "Es verdad, no sabemos si alguno de esos fenomenos o locos logró acabar con ella y ahora nos matarán a todos" - El primer señor contestó con temor en su voz.
Lucy solamente escuchaba los comentarios de la gente. Tenía sentimientos encontrados. Ahora la gente se había divido en dos bandos. Los que estaban a favor de que Spider-Ghost limpie las calles de criminales para siempre y los que estaban en contra. De cualquier manera ella no planeaba regresar a eso. Ella solo deseaba paz y tener una vida tranquila. Se quedó un momento más mirando la escena, escuchando a la gente discutiendo sobre lo sucedido, hasta que decidió irse del lugar para visitar el hospital y asegurarse de que el doctor cumpla su palabra.
Ella se dirigía al hospital cuando de repente sintió que alguien la estaba siguiendo. Aceleró el paso y luego se metió a un callejón. El individuo que la seguía se metió pero no encontró a nadie, al darse la vuelta, Lucy lo sorprendió haciéndole una llave, para darse cuenta que se trataba de Vlad. Lo soltó con un movimiento rápido y lo sujetó de la ropa.
- "¿Qué estás haciendo? - Lucy cuestionó seriamente. Vlad estaba asustado.
- "Perdón, no quise asustarte, es solo que estaba preocupado por ti... pero ahora estoy más preocupado por mí" - Él le contesto nerviosamente.
Lucy lo soltó y se disculpó. - "Es solo que me han pasado muchas cosas y yo, bueno, suelo ser así. Disculpa."
- "No te preocupes Gwen, mira sé que apenas nos conocemos pero quiero que sepas que puedes confiar en mí, ¿sí? Además anoche tú..." Vlad hablaba pero Gwen lo interrumpió abruptamente tapándole la boca. - "Anoche nada, no pasó nada, ¿ok?" - Le dijo y comenzó a caminar. Él la siguió acelerando el paso para alcanzarla.
- "¿Nada? Bueno sé que técnicamente no pasó nada, pero..."
- "¿Pero qué? ¿Esperabas que te bese? ¿que de la nada seamos novios o algo?" - Lucy decía apartando la mirada para ocultar que se estaba sonrojando.
- "¿Qué? ¡No! Yo no he dicho eso, es solo que nunca me había pasado que alguna chica toque a mi ventana a media noche, sobre todo por la altura y... espera, ¿dijiste novios?" - Vlad se sonrojó al instante.
Lucy se detuvo de caminar y lo sujetó del rostro. - "¿Qué? ¿no te gusto? Además ayer, quizás haya sentido cosas lindas también."
- "Claro que me gustas, ¿a quién no? Digo, eres hermosa, tierna y ayer cuando me abrazaste, te quedaste dormida casi al instante y yo..." - Vlad decía pero Lucy lo interrumpió, esta vez tapándole su boca con su boca, sellando su primer beso.
Luego de un beso de casi un minuto, Lucy lo soltó y solamente sonrió mientras ambos se sonrojaban. Su mente comenzó a volar y sentirse en las nubes. No había duda, se estaba enamorando, como nunca antes lo había hecho en sus vidas.
- "Bueno supongo que tienes cosas qué hacer, yo ya me tengo que ir" - Lucy le decía dándole la espalda a Vlad, pero solo pudo dar un paso antes de que él la sujete de la mano y la jale para acercarla y darle otro beso. Ella no pudo resistirse y pronto habían sellado un segundo beso, esta vez más largo y lento que el anterior.
Las intenciones de Lucy de apartar a Vlad para seguir su camino al hospital se fueron desvaneciendo poco a poco y haciendo lugar a nuevas intenciones de seguir probando esos labios y seguir envuelta en esos brazos. El momento había envuelto a la pareja en un espacio ajeno al resto del mundo, los dos estaban en un trance donde solamente sus labios existían. Hasta que todo fue interrumpido por el sonido del celular de Vlad, quien se apartó ligeramente para contestar una llamada proveniente de su madre, quien le pidió que no olvide pasar por la tienda cuando regrese. Al colgar, Vlad volteó a Lucy pero no vió a nadie.
- "¿Gwen? ¿Estás ahí? ¡¿Gwen?!" - Él grito mirando a todas direcciones pero la mujer se había desaparecido. Sin poder hacer más, se acomodó la entrepierna con el pantalón y comenzó a caminar para irse del lugar. Desde el tejado, Lucy solamente lo observó irse mientras se mordía los labios y después se recompuso para dar un gran salto moviéndose con la misma delicadeza de una sirena en su camino al hospital.
martes, 4 de febrero de 2025
viernes, 31 de enero de 2025
Una nueva araña, capítulo 7
Capítulo 7: Consecuencias
A la mañana siguiente, Lucy despertó de un brinco, alterada por todo lo que había ocurrido anoche. Tenía pequeños flashbacks de cada golpe, de cada quijada y hueso que había roto, aun podía sentir la adrenalina. Por un lado se sentía mal de haber manchado de esa manera el nombre de Spider-Ghost, en especial luego de las palabras de su madre, pero por otro lado no sentía ningún remordimiento por el método, después de todo estaba acostumbrada a deshacerse de gente indeseable con sus propias manos.
Aun tenía puesto su traje totalmente rasgado, sin embargo sus heridas ya se habían curado prácticamente por completo durante la noche gracias a su factor curativo. Se miró por unos segundos, viendo lo despiadado que lucía ahora el rostro de Gwen, notando que aun tenía algunos raspones y especialmente su cabello estaba hecho un desastre por el roce de las balas y navajas. Decidió arrancarse el traje y tirarlo en un cajón con llave.
Luego de lo del día anterior no tenia ninguna intención de volver a ponérselo y ser Spider-Ghost nuevamente, eso había quedado atrás. No tenía ningún interés en salvar a nadie, no le debía nada a nadie, por el contrario sentía que el mundo estaba en deuda y el tener ese cuerpo era su recompensa. Ahora se sentía libre después de haberse deshecho de toda su banda criminal.
Ahora con esa apariencia y familia podía finalmente tener ese escape que tanto había deseado. Así que siguió adelante con la vida de Gwen como una mujer normal.
Aun era temprano y no había clase al ser sábado, así que aprovechó el día para estar en su habitación todo el día, tomó una tijera y empezó a cortar su cabello para arreglar lo desastrozo que lucía, dejando un lado casi al ras y el otro con el largo que Gwen tenía originalmente. Se quedó mirando al espejo sintiendo que aun le hacía falta algo, así que salió rápido a una tienda cercana y regresó con un tinte rosa, su color favorito y uno con el que siempre había querido teñir su cabello pero nunca había podido. Decidió teñirse las puntas de un lado, quedándose con un nuevo look a su propio gusto. Un look en el que la mitad casi rapada y desastrosa representaba a Lucy y la mitad cuidada y retocada con tinte representaba lo que quedaba de Gwen.
Se quedó mirándose al espejo, aceptando cada vez más su nuevo look, y también su rostro y el resto de su cuerpo. Recogió el diario de Gwen y comenzó a leerlo nuevamente, y en esta ocasión tomó una pluma y comenzó a escribir sus sentimientos y pensamientos, adueñándose poco a poco de esas páginas tan íntimas.
"Hola... diario, la verdad no sé ni por dónde empezar. Esta ha sido la peor y mejor semana de mi vida.
Nunca antes tuve algo como un diario o algún lugar en dónde pudiera escribir y desahogarme. Mis amigos siempre fueron rudos y me enseñaron a nunca mostrar mis sentimientos, y ni hablar de un psicólogo, jamás tuvimos el dinero para un lujo así.
Solamente tuve algunas máquinas de coser para expresarme a mi manera con telas y ropa, siempre soñé en convertirme en alguna diseñadora famosa, de esas que salen en revistas y eventos lujosos, pero la vida siempre tuvo otros planes para mí. Perder a mi padre cuando era una niña de 12 años y que nadie más se haya fijado en mí solo hizo que descuidara mi imagen, engordé mucho, mi cabello se caía y perdí las ganas de todo. Y cuando me di cuenta ya estaba metida en ese mundo bajo."
Lucy se tomó unos segundos para poder respirar, se sentía agitada con los ojos llorosos después de escribir una parte de su historia por primera vez en su vida. Ni siquiera su madre sabía por todo lo que había pasado, y también se sorprendió de poder ligar las palabras que escribía, todo esto se lo debía al gusto por la lectura de Gwen que se había quedado en su mente. Se levantó y comenzó a caminar por el cuarto hasta encontrar de nuevo la calma que necesitaba para seguir escribiendo:
"Mamá enfermó desde que me atraparon la primera vez, apenas tenía 17 años así que no pise la prisión, de haberlo hecho quizás ella no hubiera aguantado, y todo era mi culpa. Lo intenté, quise salirme de ahí y regresar a la escuela, ser alguien de bien, pero no podía. La medicina de mamá era muy cara y mis trabajos de medio tiempo apenas y alcanzaban para ayudar a pagar los gastos de la casa. Decidí que solo trabajaría para Víctor cuando fuese necesario, pero con el paso de los años me di cuenta que siempre era necesario, jamás podría salir de ese mundo a menos que fuera en una bolsa de cadáver.
Mi vida se convirtió en una espiral de caos sin esperanza. Cuando mi hermana María murió en manos de un bastardo, no tuve más opción que regresarle con la misma moneda, aun así me haya costado 5 años, antes de lograr huir de esa prisión. Desde entonces Emilia me ve como su figura materna, pero soy el peor ejemplo que podría tener: Soy una criminal sin futuro y me cuesta expresarle lo mucho que la quiero...
O al menos así era hasta hace unos días, cuando Gwen y yo cambiamos de cuerpos. Aun no entiendo por qué o cómo sucedió, simplemente esta pulsera lo hizo de algún modo. Y desde que estoy en este cuerpo la vida ha cambiado por completo. Ahora tengo solo un par de años más que la edad que tenía cuando comencé a cometer delitos, pero en su lugar ella los detiene, o al menos eso hacía. También puedo pensar más claramente y mucho más rápido de lo que yo solía hacerlo. Quizás después de tanto daño, la vida finalmente me está sonriendo y es momento de aprovechar la oportunidad, aunque tampoco puedo abandonar a Emilia y Mamá, ellas aun me necesitan, sobre todo con mi cuerpo malherido en prisión."
Tras esto, Lucy concluyó su sesión auto-terapéutica, sintió mucha satisfacción de poder desahogarse después de tantos años, dio un fuerte suspiro y selló nuevamente el libro con su huella y lo guardó en su lugar.
Al día siguiente visitó el hospital en donde su madre estaba internada. Al no tener ningún parentesco con ella no se le permitió pasar, por lo que tuvo que escalar por fuera hasta llegar a su ventana, en donde vio que la señora seguía en coma y Emilia se encontraba sentada en el pasillo de afuera. Lucy iba a entrar para hablar con ella pero recordó que no tenía su traje ya que lo había roto, así que regresó a buscar la máscara, luego regresó a su antigua casa para recoger su máquina de coser y con eso la reparó rápidamente lo suficiente para poder usarla, también costuró la mitad de abajo del traje y modificó una chamarra holgada para lucir similar a los colores de su traje. Con este outfit improvisado Lucy fue al hospital y entró para poder ver a Emilia.
- "Hola Emilia" - Lucy le saludó, sorprendiendo a la pequeña por detrás.
- "¿Spider-Ghost?" - Emilia preguntó sorprendida, dando un pequeño salto y notando que no traía puesto su característico traje de superhéroe - "¿Eres tú?"
- "Claro que soy yo, es solo que... umm digamos que han sido días pesados, ignora mi ropa".
- "Oh, está bien, ¡qué bueno que llegaste!" - La niña dijo mientras abrazaba a la mujer de forma emocional, Lucy la abrazó de vuelta como si por fin pudiera soltar la tensión acumulada de días. - "Sabía que vendrías pero... ¿por qué no nos ayudaste cuando llegaron esos hombres a mi casa?"
Lucy sintió un nudo en la garganta, quiso hablar pero las palabras no salían de su boca. Se limitó a mirar hacia abajo y en voz baja y arrepentida simplemente contestó con un "lo siento".
- "Mi abuela... ¿ella va a estar bien? Tengo miedo".
- "Ma... tu abuela estará bien" - Lucy dijo aclarando su garganta para disimular - "ella es fuerte. Todo estará bien Emilia, esos hombres ya no nos molestarán más" - Lucy dijo intentando hacer sentir mejor a su sobrina.
- "¿Esos hombres también te hicieron algo?" - Emilia preguntó un tanto desconcertada.
- "Sí, bueno quiero decir, ellos te hicieron daño a ti y a tu abuela, y eso me afecta también. Es por eso que ya me encargué de ellos para que no vuelvan a aparecer" - Lucy dijo corrigiendo sus palabras para no levantar sospechas en la niña, mientras recordaba la masacre del día anterior.
- "¿En serio? ¿los atrapaste? Wow sabía que sí nos protegerías, muchas gracias Ghost-Spider. De seguro ahora se pudrirán en la carcel por ser malas personas, ¿cierto?" - Emilia decía con una sonrisa.
- "Eh... sí, se pudrirán, eso es seguro" - Lucy respondió intentando no mencionar que no se había contenido y probablemente no dejó a nadie con vida. - "Ahora Emilia, necesito que seas una niña fuerte y cuides a tu abuela, ¿si? Debo irme pero estaré atenta para cuidarlas siempre".
Lucy se levantó y empezó a caminar pero Emilia la sujetó de la mano - "Spidey... perdón por preguntar pero ¿sabes qué ocurrió con mi tía? La extraño y prometiste que la encontrarías".
La mujer se quedó callada un momento y luego miró a la niña - "Tu tía... umm bueno, tu tía está..." - Lucy no sabía cómo mencionar que su cuerpo estaba en prisión y casi condenado a ser una víctima más a manos de otras convictas, pero ella estaba ahí junto a su sobrina, no podía revelar su secreto. - "Tu tía esta muy cerca, quiero decir, estoy muy cerca de encontrarla, ¿sí?"
Emilia solamente asintió con un poco de decepción y soltó a la mujer, quien caminó por el pasillo hasta desaparecer de repente en un parpadeo.
- "Familiares de la señ... oh, cierto, la niña" - Un doctor llamó por detrás de Emilia, quien la acompañó a la habitación de su abuela, quien aun permanecía en coma. La niña solamente se limitó a sostener la mano de su abuela mientras el doctor las miraba. - "Emilia, mira, esto será dificil de comprender, pero tu abuela será trasladada esta noche." - El doctor le dijo con un nudo en la garganta.
- "¿Trasladada? ¿Y eso qué significa? ¿Mi abuela ya está mejor?" - La niña preguntó inocentemente.
El doctor mantuvo un semblante serio y aclaró la garganta. - "No, pequeña, me temo que el pronóstico de tu abuela no es bueno, y tenemos que trasladarla a otra área para hacer espacio a los nuevos pacientes".
- "No por favor, no se lleven a mi abuelita" - Emilia suplicó llorando al doctor.
Por fuera de la ventana Lucy miraba la escena y sentía una enorme frustración e impotencia. Así que esperó un momento a que el doctor saliera y luego lo interceptó en un rincón oscuro del pasillo. El doctor sintió pánico al solamente ver una silueta sosteniéndolo del cuello y levantándolo del piso. Temblando, rogó porque no le hicieran daño, a lo que Lucy en un tono de voz amenazante le preguntó el porqué estaban trasladando a los pacientes. El doctor mencionó que en el transcurso de la madrugada estuvieron llegando varias ambulancias con personas gravemente heridas, algunas moribundas y otras incluso en bolsas de cadáveres, por lo que el hospital estaba teniendo un sobrecupo y no podían permitirse mantener a algunos pacientes, en especial los que no contaban con un seguro médico o pagaran por el servicio, como era el caso de la madre de Lucy.
Ella entonces se dio cuenta que era una consecuencia de sus acciones, los criminales que aplastó ahora estaban ahí quitándole el lugar de su madre, lo cual le pareció una enorme injusticia. No podía comparar la vida de un criminal con la de una mujer mayor enferma. Ella apretó un poco el cuello del Doctor a manera de intimidación para que acceda a mantener a su madre, pero le dijo que eso era imposible ya que tenía órdenes. La única manera de poder mantenerla era pagando los servicios del hospital. Lucy recordó el botín que había robado unos días atrás cuando exploró sus poderes y le propuso pagar todo lo que fuera necesario, de manera anónima claro. Aunque al inicio se negó, la presión en el cuello del doctor lo hizo acceder justo antes de quedarse inconsciente.
Al ponerse de pie y aclarar su vista, el doctor no vió a nadie cerca, pero aun tenía la sensación ahogante en su cuello. Más tarde cuando él llegó a su oficina privada, encontró un bolso con una cantidad enorme de dinero y una nota recordando su trato.
Esa noche, Vlad estaba en su habitación escuchando música y leyendo un libro, cuando escuchó que alguien tocaba a su ventana, lo cual lo asustó ya que él vivía en un 3er piso. Se acercó a mirar y ahí estaba Lucy con el rostro desencajado y el ánimo por los suelos.
- "Sé que esto es demasiado raro pero ¿puedo pasar?" - Lucy le dijo con la voz cansada.
Vlad abrió la ventana aun estando confuso. - "¿Gwen? ¿Qué sucede? ¿Qué hace" - Vlad le intentó preguntar pero Lucy simplemente tapó su boca con un dedo y le dio un fuerte abrazo, como si porfin pudiera descargar un gran peso.
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domingo, 26 de enero de 2025
martes, 21 de enero de 2025
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