Para mi mala suerte, ella supo que yo era un "hopper", es decir que podía poseer cuerpos a voluntad, así que mantuvo siempre su distancia de mí y llevaba un par de amuletos que le ayudaban a escudar su cuerpo ante seres como yo.
Tengo que admitir que Katya lo puso bastante difícil, y es el cuerpo que más trabajo me ha costado tener, pero al final todas caen y ella no fue la excepción.
Tuve que esperar semanas hasta que ella bajara la guardia y creyera que yo me había ido de la ciudad. Yo poseí a uno de sus amigos cercanos para vigilarla sin que ella supiera, me aprendí sus rutas, sus movimientos, todo. Y cuando tuve la oportunidad me deshice de sus tontos amuletos, teniendo ahora libre acceso a su cuerpo.
Esa misma noche la cité en el techo del edificio de su departamento para tener una cita especial de mejores amigos. La esperé desde las sombras en mi cuerpo original mientras el cuerpo de su mejor amigo se había quedado encerrado en un almacén.
La vi llegar subiendo las escaleras, tan hermosa y sexy como siempre, usando un vestido fino y holgado que con el viento marcaba su silueta. Ella se sentó en una de las sillas que había preparado para la cita. Y ahí estaba ella, indefensa e incauta, sin saber lo que estaba por pasar.
Me lami los labios mientras salía de las sombras por detrás de ella. Puse mi mano en su hombro derecho, ella volteó sonriendo pensando que seria su amigo, pero su expresión cambió por completo a una de miedo y pánico al verme practicamente sobre ella. Intentó gritar pero le cubrí la boca con mi mano, y por ahí mismo, comencé a introducirme a su cuerpo poco a poco, como un liquido baboso.
Normalmente no me lleva más que un par de segundos para tomar el control de un cuerpo, pero ella era distinta, puso una gran batalla. Luego de unos minutos de lucha, finalmente Katya cedió y tomé el control de su cuerpo. Una gran luchadora sin duda, lo cual me hacía apreciar aun más el cuerpo que ahora poseía.
Ya no puedo esperar para explorar tu sensual cuerpo y vivir tu vida como hija de padres millonarios. Muchas gracias Katya.
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