lunes, 2 de mayo de 2022

La directora

 Esta es una continuación/spin off de Vacaciones prestadas


Era poco más de medio día en el hotel "Grand Quiroz", un hotel que desde hace algunos meses ha sufrido varios cambios en sus reglas y administración, pasando de ser un hotel familiar a un hotel para parejas y gente adinerada ya que sus costos se elevaron.

Muchos empleados antiguos decidieron renunciar y otros fueron despedidos por los cambios que ocurrían. Y en el caso de los gerentes o enargados de área quienes tenían contacto con la directora, estaban al tanto de que la jefa implementaba rutinas para vigilar las instalaciones y conocer de cerca todo lo que su hotel tenía para ofrecer.

Era poco más del medio día, y en la barra de una de las piscinas del hotel, un empleado veía a una hermosa mujer llegar y ordenar una piña colada.

- "Hey nena, ¿quieres algo más de tomar?". El empleado de la barra le preguntaba a la mujer frente a él. Una mujer hermosa de gran cuerpo, quizas a finales de sus 30's. La mujer estaba vistiendo un traje de baño ajustado que resaltaba sus curvas, tenía el cabello relajado, como recién saliendo de la piscina, y unos lentes de sol que le daban ese toque misterioso.

La mujer simplemente sonrió mientras le daba un sorbo a su piña colada y le daba la espalda al empleado, alejándose lentamente mientras meneaba sus nalgas para el deleite de las personas presentes.

- "Hey nena, nena, ¿a dónde vas? Pensé que ibamos a divertirnos". El empleado le decía a lo lejos con una sonrisa coqueta. La mujer solo giro su cara para bajar un poco los lentes y guiñarle el ojo. Luego de eso se perdió entre la multitud de gente en la orilla de la piscina.

- "Pero qué coños haces, animal? Quítate esa sonrisita de la cara". El encargado regañó a su empleado quien estaba abobado por la mujer.

- "Hey, déjame disfrutar una buena vista, ¿a poco no te prende esa vieja que se acaba de ir?" 

- "Esa "vieja" no es nada más ni nada menos que Martha Quiroz, idiota." El encargado dijo seriamente.

- "¿Quién? ¿Es alguna actriz o algo?"

- "No, es la directora del hotel, osea nuestra jefa, así que quita esa cara de bobo y ponte a trabajar si no quieres que nos corran".

- "¡¿Qué?! ¿La directora?" El empleado dijo tragando saliva. "Sabía que la jefa era una mujer pero siempre creí que sería una señora mayor o amargada... digo, dicen que nunca sale de su oficina por trabajar".

- "Sí, asi era ella, pero de un tiempo acá le gusta dar sus vueltas por el hotel para supervisar de primera mano el servicio... y también se viste muy bien debo confesar".

Los dos empleados continuaban hablando sobre la directora del hotel, mientras la mujer se camuflaba entre el cúmulo de personas que bailaban alrededor de la psicina. En realidad, la directora había sido reemplazada hace meses por Horacio, un exempleado del hotel.


Durante sus primeros días Horacio conoció a su nueva familia y decidió poseer a la hermana de Martha para divertirse en ambos cuerpos. Incluso tenia en mente a su sobrina pero no logró tener la oportunidad. Eso era cuando el deseo dominaba sus pensamientos, pero mientras más tiempo pasaba en el cuerpo de la directora, su mentalidad se acoplaba más a la de ella, incluso llevaba 2 meses sin poseer a nadie, no le interesaba vivir otra vida que no fuese esa.

Martha, era una mujer de 35 años, quien pasó toda su vida trabajando y enfocada completamente a los estudios, por lo que nunca se casó o tuvo muchas parejas ya que le prestaba más atención a su trabajo que al amor. Aun así, ella siempre tenía tiempo para hacer ejercicoo y mantenerse en forma, por lo que tenía un cuerpo esbelto y sexy, el cual mantenía oculto debajo de sus uniformes.

Ella no se consideraba sexy o atractiva, y vestía con ropa holgada, se cubría los pechos con blusas sin nada de escote, tenía el cabello siempre recogido y una mirada seria, como si fuese a despedir a alguien en cualquier momento. 

Pero esto cambió desde la llegada de Horacio. Los empleados vieron como la mujer comenzó a llegar al trabajo vistiendo escotes, faldas cortas y con nuevos peinados. Incluso saliendo en bikini a recorrer el hotel.

Con el paso de los meses, Horacio se adueñó por completo de la vida de Martha. Al inicio su intención solo era utilizar su dinero para darse lujos, viajar y vengarse de sus ex compañeros. Planeaba gastar todo el dinero de su directora para luego cambiar a otro cuerpo más joven o con más dinero. Sin embargo con el tiempo Horacio vio la oportunidad de hacerse más rico. Podía hacer lo que quisiera en el hotel sin que nadie lo juzgara, y poco a poco aprendió a absorber los conocimientos de la mente de Martha, haciéndose una persona excelente para los negocios y la administración. 



Más tarde ese día, Horacio estaba en una junta con otros ejecutivos y accionistas del hotel. Él detestaba esas juntas ya que eran largas y aburridas, además de ser la "única" mujer por lo que no tenía ni siquiera chance de ligar o morbosear a nadie.

- "Entonces..." Uno de los hombres dijo con voz autoritaria mientras volteaba a Horacio. "¿Qué planeas hacer para mejorar la imagen, Martha?" Era un hombre en sus 30's, en buena forma y atractivo.

- "¿Imagen? ¿De qué hablas?" Horacio preguntaba intrigado mientras intentaba no quedarse dormido.

- "El hotel, señora Quiroz, le recuerdo que este hotel lo construyó su padre con mucho sacrificio para ser un escape para las familias y usted lo ha convertido en un hotel para morbosos". Respondió enojado.

Los demás ejecutivos intentaban calmar al hombre, mientras Horacio se estiraba y miraba despreocupado a los demás.

- "¿Morbosos? Jajaja deberías darte una vuelta para regalarte, te hace falta".

- "Martha..." Otro de los ejecutivos, un hombre de casi 60 años la interrumpía. "En los últimos meses has tomado algunas decisiones que dejamos pasar pero nos empieza a preocupar que el hotel pudiera caer en una mala imagen".

- "¿Pero a qué se refieren?"

- "Bueno, primero prohibiste la entrada a menores de edad, luego reemplazaste los cocteles clásicos por bebidas alcohólicas muy pesadas, y ahora está la playa..." 

- "¡Una playa nudista!" El ejecutivo enojado completó la frase. "¿Acaso te parece que queremos esa imagen ante el mundo?"

- "La gente es feliz, nadie soporta vacacionar con niños, y yo les ofrezco esa libertad, no solo para deshacerse de los pequeños, sino de hasta su ropa... y no crean que no he visto cómo miran a las turistas extranjeras que llegan mojadas del mar". Horacio contestaba confiado mientras se ponía de pie.

- "Martha... solo te pido que lo pienses bien". El ejecutivo anciano le dijo de cerca.

- "En fin, si no hay algo más importante o interesante, me retiro".


Afuera en el pasillo, Horacio caminaba meneando sus caderas robadas, mientras la puerta de la sala se abría y el ejecutivo enojado la alcanzaba.

- "¿Qué? ¿Te irás a disfrutar tu playa? Pronto estaremos en la ruina si sigues comportándote como una turista más". Le reclamó. 

Horacio volteó y se acercó al ejecutivo.

- "Vuelve a alzarme la voz, y te juro que..."

- "¿Qué?" Contestó el hombre.

Horacio le soltó una bofetada al ejecutivo, quien se le quedó mirando fijamente. Luego de un par de segundos, el hombre sujeto la cara de Horacio y le dio un beso, al cual Horacio correspondió resultando en un beso apasionado.

Luego del beso, Horacio le dio otra bofetada, pero esta vez era distinta, con menos fuerza y sin intención de lastimarlo sino como jugando. 

- "Ve a tu junta, niño grande". Le contestó Horacio mientras se volteaba y se alejaba.

Luego de eso, Horacio se metió al baño, algo confundido y mirándose al espejo, él se preguntaba a sí mismo por qué había correspondido ese beso si nunca había sentido atracción por otro hombre.


3 comentarios:

  1. Hey que genial que retomes esto de hacer historias, me encanta tu estilo para contarlas, saludoooos

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  2. Holi ya te extrañamos pls vuelve

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