lunes, 19 de abril de 2021

El vecindario, final.

 "Amigaa ¿qué tal amaneciste?"

Un mensaje habia llegado al celular de Hilda. Se trataba de Erika, quien ahora estaba en em cuerpo de Valeria.

Hilda despertó y vio el mensaje. Solamente soltó una sonrisa de satisfacción y le respondió con una foto:


-"Pff muerta amiga, anoche me quedé exhausta, a duras penas logré llegar a casa casi arrastrandome jajaja". Respondió Hilda junto con la foto.

-"Jaja ni me digas, yo estoy igual. Y ni decir de Ricardo, no pensé que aceptara el trío, al parecer solo necesitaba mi aprobación para que pudiera desatar ese animal que tiene. Vaya noviecito que me conseguiste con este cuerpo, gracias de nuevo amiga." Contestó Erika en el mensaje.


Las dos mujeres habian logrado seducir a Ricardo una noche antes, quien había intentado resistirse a los encantos de Hilda en el cuerpo de Claire, sin embargo al ver que quien creia que era su novia estaba de acuerdo y que deseaba que estuviera con ambas, finalmente cedió. Los tres estuvieron toda la noche teniendo relaciones, con ambas mujeres dando rienda suelta a toda la pasión y energía que sus nuevos y jóvenes cuerpos les permitían. 

Ricardo no entendía por completo el por qué del repentino cambio de su novia a buscar nuevas posiciones y una actitud más atrevida, ya que Valeria siempre había sido un poco tímida. Sin embargo sus hormonas no le dejaban pensar claramente y simplemente aceptaba esta "nueva etapa" de su relación. 

Erika aprovechaba para vestir el cuerpo de Valeria de forma más reveladora, al igual que Hilda, disfrutaba sentir las miradas de envidia de las vecinas. Ambas mujeres se reunían frecuentemente en sus casas para hablar mal de otros vecinos como les era común.


-"Oye amiga, ¿y qué hay de Gris?" Erika le preguntaba a Hilda, refiriéndose a Griselda, la otra vecina amiga de ellas.

-"Si, ya sé, lo he estado pensando, pero no sé cómo podemos incluirla en esto. No hay otra vecina que podamos cambiar". Respondió Hilda.

-"Y sería bastante raro y sospechoso que se junte con nosotras de la nada". Completó Erika.

-"Si, necesitamos buscar a alguien, pero mientras tanto creo que podemos estar bien nosotras dos. Ya después será su turno". 

-"Tienes razón" - dijo Erika, y luego preguntó con curiosidad - "Oye, ¿y puedes hacer  cambios contigo misma?"

- "¿A qué te refieres?" Dijo Hilda.

- "Si, a si puedes cambiar de nuevo con alguien ahora".

- "No estoy segura, ¿por qué preguntas?" 

-" Oh, nada, es solo que... siempre he querido saber qué se siente ser rubia y eso". Respondió Erika un poco sonrojada.

-" Ah, ya veo" - Hilda dijo mientras dejó ir una sonrisa - "Podemos cambiar para que veas".

Hilda entonces procedió a intercambiar entre ambas mujeres, sin embargo no tuvo éxito. Intentó otro par de veces, haciendo el mismo procedimiento que cuando cambió a Erika y Valeria, pero no lograba hacer nada.




- "Hmm, quizás solamente se pueda cambiar una vez por persona". Hilda dijo con algo de decepción. 

- "Ya veo, qué mal. Eso significa que estas serán nuestras vidas para siempre." - Erika dijo sonando algo preocupada, pero inmediatamente cambió su rostro a una sonrisa confiada - "Jaja, no me quejo".

-"Claro amiga, no hay razón para menospreciar nuestra segunda juventud, la merecemos más que esas niñas bobas". Hilda contestó mientras se estiraba de manera relajada.


Al día siguiente ambas mujeres fueron de viaje a la playa, en compañía de Ricardo. Erika y él tenian trajes de baño que hacían pareja mientras que Hilda solamente usaba una blusa a cuadros y un short.

- "Amiga, pensé que usarías algo más atrevido". Erika le dijo a Hilda al ver que no tenía un bikino llamativo.

- "Jajaja tú solo espera, ahora vas a ver. Solo necesito que haya un buen público. "

Erika y Ricardo estaban bajo una sombrilla, besándose, cuando un gruoo de turistas pasaron cerca. Erika no pudo evitar notar a los jóvenes guapos y musculosos que estaban en el grupo, haciendo que Ricardo se pusiera un poco celoso.

Erika volteó buscando a Hilda pero no la encontraba, cuando de pronto la puerra del vestidor se abrió, saliendo Hilda vistiendo un traje de baño con los colores de Estados Unidos y que resaltaba por completo la figura de su cuerpo.



- "Pero qué perra, amiga" Erika le dijo a Hilda, impactada.

Hilda simplemente sonreía al ver que los chicos del grupo la miraban atontados.

- "Hay que sacar todo el provecho a esto, ¿no crees?" Hilda le dijo a Erika.  - "Esta niña tenía este traje en su closet pero nunca lo usó porque le daba pena y además la hacía ver muy gringa. Jaja niña tonta, eso es lo que más atrae a los hombres". Hilda continuaba diciendo.

Erika regresó con Ricardo mientras que Hilda se unía al grupo de turistas, pasando la tarde jugando y bebiendo en la playa.

Erika no se sentía del todo cómoda formando parte de esos grupos y se sentía mejor pasando la tarde con Ricardo. 

Ella se enamoraba más de él a cada minuto que pasaba. Él la trataba como nadie nunca lo había hecho, Erika en realidad había tenido pocos novios ya que nunca había sido atractiva de joven y los novios que tenía siempre la hacían de menos y la terminaban engañando. Ricardo por otro lado estaba totalmente enamorado y la trataba como una reina. Luego de pasar la tarde juntos, ambos se alejaron y terminaron haciendo el amor en la playa.


Hilda por otra parte, ya había logrado su cometido y ahora deseaba seguir explorando todo lo que podía lograr en su nueva vida.

Sabía que tenía una gran belleza y podía seguir trabajando su cuerpo, por lo que viajó a una ciudad cercana, audicionando para un casting de modelaje, quedándose al primer intento.

Fue grande la sorpresa de Erika cuando luego de unos meses se enteró que su amiga se mudaba ya que había logrado un contrato grande para modelar trajes de baño, ropa interior e incluso desnudos artísticos. 

Ambas mujeres decidieron hacer una  cena para despedirse. Erika contenía sus lágrimas mientras le decía a Hilda lo mucho que la extrañaría ya que ahora estaría sin su amiga. Sin embargo ahora también tenía planeado vivir junto con Ricardo y quizás mudarse a otra ciudad juntos. Entre los 3 brindaban con una champaña su última noche juntos. Pero no iban a desaprovecharla, ya que debajo de su vestido, Hilda no tenía ropa interior, por lo que los 3 tuvieron una última noche "muy juntos" antes de que Hilda se fuese a otra ciudad a  vivir su nueva vida.



"Tengo que agrader más que nada a ti, niña, por haber acostumbrado este cuerpo al ejercicio, porque yo jamás lo habría hecho jaja. En verdad siento mucho que hayas perdido toda tu juventud y ahora te limites a ser la señora de la casa con un obrero. Pero no me arrepiento de haberte quitado todo. Este cuerpo y esta vida pedían a gritos que alguien le diera un buen uso, y aquí estoy yo. Nos vemos niña, quizás algún día nos veamos". Hilda se decía a sí misma en el espejo y también mirando por la ventana a su antigua casa.



Fin.




En verdad muchas gracias a las personas que siguen el blog y dejan sus comentarios. Espero que les haya gustado la historia. Sé que aun hay algunos cabos sueltos en la historia, pero tampoco quería alargarla tanto y por el momento no tengo mucho tiempo libre.


4 comentarios:

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