miércoles, 2 de febrero de 2022

El asalto de cuerpo, capítulo 11



- "Busquen bien, debe haber algo aquí, estoy segura". Sofia le pedía a Luis y Clau, quienes la habían acompañado al callejón en donde Gerardo intercambió sus cuerpos. El trío había regresado ahí la mañana siguiente de que los echaran del edificio, escoltados por guardias.

- "Aquí no hay nada Sofi, solo basura y apesta muchísimo". Claudia dijo tapándose la boca por las náuseas que le causaba la basura.

- "Sofi, ya llevamos más de 3 horas hurgando y no hay nada". Se quejaba Luis en un tono harto. "Ni si quiera sabemos qué es lo que buscamos".

- "Debe haber algo, no sé, lo que sea, algo que se vea mágico o brilloso." Les intentaba explicar, aunque la verdad ni yo sabía qué estabamos buscando. ¿Cómo se debe ver algo mágico? Yo nunca he creído en la magia y esas cosas, siempre me han parecido tonterías.

Los 3 nos quedamos buscando cada rincón y hurgando entre basura pero no teníamos éxito. Claudia ya estaba cansada y harta de sentirse sucia, por lo que sugirió que lo dejemos así y mejor busquemos por otro sitio. Luis por su lado sugirió que continuemos otro día ya que comenzaba a oscurecer.

Yo me negué rotundamente a abandonar e insistía en que debía haber algo. Algo dentro de mí me decía que no debía rendirme y buscar hasta el último milímetro, pero ellos 2 dejaron de buscar y comenzaron a caminar.

- "Por favor no me pueden dejar ahora, yo se que hay algo. Ese pervertido debe haber dejado algún rastro". Les pedí ya con un tono desesperada y frustrada. 

- "No hay nada y en verdad necesito un baño, lo siento mucho pero Luis tiene razón, ya se hace noche y puede ser peligroso." Claudia se quejó.

- "Anda Sofi, mañana seguimos con calma, ahora la cabeza no nos da para más". Luis sugirió rascando su cabeza. 

- "¿Saben qué? Váyanse, yo me quedaré aquí buscando, los veré luego." Les dije enojada. No podía creer que me hayan querido abandonar en esta situación, si cualquiera de ellos estuviera en mi lugar yo los acompañaría hasta el último minuto. En verdad me sentí sola y enojada.

- "No digas eso Sofi". Luis me respondió. "No te podemos dejar sola en un callejón oscuro, es peligroso y..."

Al escuchar esa frase no pude evitar voltear hacia él con una mirada rencorosa. "¿Y qué? ¿Peligroso? ¿Se te olvida porqué estamos aquí idiota? ¡mírame! Yo soy la que hace peligroso el callejón con esta apariencia." Le grité con una voz que no había salido antes de mí. Incluso yo misma me asusté al escuchar una voz masculina tan enfurecida.

- "Oye tranquila, no quise decir eso, yo solo..." Luis dijo apenado pero estaba tan enojada que lo seguí interrumpiendo.

- "¿Tú solo que? ¿Ya te aburriste de ayudarme? Ya les dije que pueden irse, no los obligo a quedarse aqui."

- "Yo solo me preocupaba por ti." Luis dijo con decepción. Él bajó sus hombros en señal de frustración. "Vamos Clau, creo que es mejor dejarla sola por ahora. Si no tienes dónde quedarte puedes venir a nuestro depa."

Claudia aceptó la invitación y ambos comenzaron a irse del lugar. Antes de dejar el callejón, ella me dijo que les llame si necesitaba algo y cuente con ellos para lo que sea. No me servía de mucho pero detrás de todo mi enojo sé que lo hacían con la mejor intención y sí estan preocupados por mí.


Luego de irse los dos, seguí hurgando en algunas bolsas de basura restantes. Mi esperanza se iba apagando a medida que las bolsas se reducían hasta solo quedar una.

- "Esta debe ser la buena" Me dije a mí misma mientras rompía la bolsa de la cual solo salió basura como envolturas de chocolates, frituras y cáscaras de plátano. 

- "¡No! No hay nada, ¡nada!" Comencé a gritar con frustración mientras seguía sacudiendo la bolsa con fuerza. De pronto, de la bolsa cayó una moneda brillante y peculiar.

¿Y esta moneda? Qué extraña se ve, no se ve como ninguna que haya visto... y brilla a pesar de estar entre basura. ¿Podrá ser mágica? Guardé la moneda en mi bolsillo y me alejé del lugar en cuanto pude. 

"Sí, sí, sí. Debe ser el amuleto del pervertido, yo sabía que no podía desaparecer solo así, de seguro lo tiró pensando que nunca lo buscaría aquí. Por fin recuperare mi cuerpo... mi cuerpecito delicioso y exquisito". Me dije mientras se formaba una erección en mi pantalón. Uff esas tetas tan buenas y ese culo... ¿qué? No, no, Sofía concéntrate. No puedes dejar que estas hormonas te controlen, tú eres una mujer fuerte, eres más fuerte que los impulsos de un pervertido. 

Continué caminando mientras intentaba concentrarme en bajar mi erección. Estaba en camino al departamento de Luis para contarles de mi hallazgo, sin embargo en medio del camino me encontré con una tienda de antigüedades que estaba a punto de cerrar. Normalmente ignoraría este tipo de tiendas ya que nunca me han interesado las cosas antiguas, sin embargo con esa moneda y lo sucedido me pareció buena idea entrar para saber si alguien podía ayudarme. Solo espero que no me tiren a loca, tendré que fingir que quiero vender la moneda, que la heredé o algo parecido para que me den información.

Una vez dentro, el lugar no era tan grande pero sí estaba repleto de objetos de todo tipo, desde espejos, muebles y vestidos hasta estatuas y roperos. Me sentí abrumada por unos segundos ya que todo emitía una vibra muy extraña y además me sentía observada. Al intentar salir del lugar, la entrada ya no estaba y en lugar había una pared.

- "Debo estar quedando loca, juraría que la puerta estaba aquí, este lugar no es tan grande para perderse". Me dije asustada. 

Empecé a recorrer los pasillos sin éxito de encontrar la salida o a algún empleado que me pudiera ayudar, los pasillos eran cortos pero ahora se veian largos y eternos. Imagino que el cansancio me estaba jugando una mala pasada así qué intenté pensar más claramente, pero no pude hacer mucho cuando las luces se apagaron, quedándome a oscuras en un pasillo rodeada de muebles viejos. 

- "Ok, ok, respira Sofi, respira". Me decía a mí misma mientras me empezaba a desesperar e hiperventilar.

Comencé a dar unos pasos hacía atrás cuando de pronto una mano se puso sobre mi hombro derecho. Grité como nunca antes del susto y corrí lo más rápido que pude, solo para tropezar con un banco de madera a un par de metros adelante. Intenté levantarse pero entre el miedo y dolor no pude hacer mucho hasta que esa misma mano se mostró de frente a mi, esta vez para ayudarme a levantar. 

- "¿Está bien señor? Déjeme ayudarlo". Se trataba de un joven con el uniforme de la tienda quien me explicó que se había quedado hasta tarde y la tienda había cerrado hace horas. - ¿Pero cómo dice que entró? La puerta esta cerrada con candado." Me cuestionó. 

- "Claro que no, yo entré normalmente, no tenía seguro y tampoco había nadie. Quise salir pero la puerta ya no estaba."

- "¿No estaba?" El joven preguntó intrigado. "Esto no es una broma de mal gusto, ¿verdad?"

- "Claro que no, yo solo vine para preguntar si sabían algo de esta moneda".

Le enseñé la moneda al empleado quien se sorprendió mucho al ver la moneda ya que me dijo que él tampoco la habia visto antes. 

- "Espere aquí señor, deme un minuto". Me dijo mientras encendía la luz y se metía por una puerta.

Luego de un par de minutos, un hombre de edad avanzada y una apariencia misteriosa salió de la puerta. Se me quedó mirando fijamente y comenzó a sonreír mientras sacaba la moneda de uno de sus bolsillos.

- "Así que encontraste este tesoro, espero que no haya ocasionado algún desastre en tu vida". Me dijo acompañado de una risa discreta. 

Sentí un escalofrío recorriendo su espalda, pero me armé de valor para preguntarle quién era y qué estaba pasando. En especial qué era ese "tesoro".


___________________________________________________________________________________


En otra parte de la ciudad, Gerardo se había despertado a la mañana siguiente. 

Ahh, Dios, aún tengo los brazos y piernas adoloridas de la noche anterior, simplemente no me siento con ganas de hacer absolutamente nada. Creo que puedo tomarme el día libre: Cancelaré la entrevista que tenía programada para hoy con una columna, sé que es virtual pero simplemente no quiero hablar ni saber de nadie. 

Apagué mi laptop y agarré mi celular para tomarme algunas fotos para mí mismo. Después de eso decidí tomar una ducha para relajarme y sentir el agua caliente recorriendo mi piel. Luego de salir me puse una bata y ¿por qué no? Me seguí viendo en el espejo.

"Esta bata me encanta, amo como resalta mis tetas y... este abdomen plano que he trabajado. Uff cómo amo mi cuerpo, sí, mi cuerpo. Mío y de nadie más. Espero que esa niña tonta haya aprendido la lección y se aleje para siempre de mi vida." Me decía mientras me veía al espejo y seguía tomándome selfies.



Luego de tomarme varias fotos, fui a la cocina para prepararme algo de comer. Iba a preparar hot cakes, pero me detuve a la mitad de la mezcla al recordar que ese era el desayuno favorito de Claudia, esa perra que me abandonó anoche. Decidí tirar a la basura la mezcla que había empezado a preparar.

"Claudia, pff, ¿quién la necesita? Después de todo puedo conseguirme a otro bombón cuando yo quiera, no es como que la vaya a extrañar" Dije para mí mismo en voz alta, pero mi voz se escuchaba algo quebrada y sentí mis ojos un poco húmedos. No puede ser que esa perra me haya dejado tan sentida, estas hormonas femeninas me han hecho muy sentimental, no puedo dejar que me sigan controlando tanto.

Me quedé varios minutos en la cocina sin preparar nada, la verdad es que no se me ocurría algo para hacer e incluso se me quitó el apetito. Por lo que me acosté en mi cama a hacer uno de mis pasatiempos favoritos: tocarme mientras veía mis fotos o videos porno.

Después de un delicioso orgasmo, me quité la bata de baño y me coloqué un top negro pero tuve que cambiar mi calzón ya que en medio de mi emoción se mojó con mis fluidos, vaya que este cuerpo es tan sensible y tiene tanto líquido para soltar, apuesto a que esa niña nunca se ha podido dar tanto placer como yo lo he hecho. Eso demuestra que el dueño debo ser yo.

Pensé en salir a dar un paseo para distraerme, y de paso ver si podía ligarme a alguna chica que se me antoje morbosear. Pero luego recordé que esa niña probablemente aun esté rondando por ahí, buscando la oportunidad para hacerme daño. Creo que ya no le importa lastimar mi cuerpecito, ya es un macho que solo quiere vengarse seguramente. Así que en lugar de eso me acosté de nuevo y me puse a ver películas y series en la tele para pasar la tarde entretenida. Pasé tanto tiempo en las calles mendigando que me perdí de mucho contenido y ahora tenía tiempo de ponerme al día.

Más tarde decidí agarrar mi teléfono e instalé Tinder para quitarme el aburrimiento. Me pasé unas cuantas horas buscando perfiles, tanto hombres como mujeres. Las hormonas de este cuerpo me han hecho sentir atracción por algunos hombres y no puedo evitar dar swipe para chatear con ellos, es entretenido pero desafortunadamente son sujetos sin dinero para aprovecharme. Lo bueno es que las chicas no necesitan tener dinero para atraerme. Era bastante divertido conversar con algunas e intercambiar fotos.

¿Quién necesita a Claudia después de todo?

___________________________________________________________________________________


Mientras tanto, en la tienda de antiguedades. El anciano sonreía mientras Sofía lo cuestionaba.

- "Dígame quién es usted y qué rayos está pasando." Le pregunté al sujeto.

- "¿Has enseñado este tesoro a alguien más?" Me preguntó de regreso.

- "No".

- "Bien, ¿no queremos más accidentes, verdad?" Me dijo. Yo me quedé sorprendida y sin palabras por esta pregunta. "Interpretaré tu silencio como un sí, ven conmigo". 


Decidí seguirlo atrás de la tienda, me llevó a través de un pasillo con varias cajas con símbolos extraños hasta llegar a una habitación con una mesa en el centro donde había un pequeño baúl encima. Él abrió el baúl y metió la moneda dentro.

- "¡No! ¿Qué haces? Esa moneda es mía". Le grité.

- "¿Tuya? No me hagas reír". Me dijo seriamente. "No sabes lo peligroso que es esto, no sabes en lo que te metes".

- "Oh, no me digas, tú no sabes por lo que he pasado, anciano loco".

- "Hmm, ya veo". Me dijo viéndome de pies a cabeza. "Quiero que seas lo más claro y específico posible y me digas en dónde la encontraste".

- "De acuerdo. Mira la verdad ya no me importa que me creas o no después de todo lo que he vivido estos días. Mi nombre es Sofia y este no es mi cuerpo, un depravado nos intercambio usando un amuleto mágico, ese mismo que acabas de meter al baúl así que lo necesito para poder regresar a la normalidad." Le dije, harta.

- "¿Sofía, eh? ¿Y estás segura que es el mismo objeto? Podria ser otro similar." Me dijo de manera pensativa.

- "Debe ser, es una moneda que nunca antes vi y la encontré en el lugar donde nos... espera, ¿me crees?"

- "Digamos que soy un hombre de fe".

- "¿De verdad me crees? Por favor necesito tu ayuda. Dime cómo puedo usar esa moneda.

- "Mira, estos amuletos son especiales y deben ser tratados con mucho cuidado. Este en peculiar se caracteriza por ayudar a quien lo necesita pero no puedo prometer nada, son misteriosos". Me dijo mientras sacaba la moneda de nuevo y la observaba cuidadosamente.

- "Debe haber algun modo, damela, quizás si cierro los ojos pueda aparecer en mi cuerpo, por favor la necesito".

- "Puedo notar que necesitas mucha ayuda, pero temo decirte que el amuleto que tú buscas no es este. No todos tienen las propiedades de cambiar de cuerpo".

- "¿Qué? ¿Estás diciendo que hay más de esos? Dios esto es un peligro, ¿hay más gente ahí fuera con otros cuerpos?"

- "No nos desviemos. Mira el sujeto que te hizo esto debió haber encontrado el amuleto indicado, hace unos meses sufrimos un atraco en el que perdimos varios objetos valiosos, la gente las roba para vender en páginas ilegales y ganar buen dinero, pero no saben lo que hay detrás. Para tu mala suerte esta moneda lo único que hace es brindarte buena suerte al portarla, quizás por eso llegaste hasta aquí."

- "Debe ser eso, sentí la necesidad de entrar. Esta tienda nunca antes me llamó la atención pero me sentí atraida. Dime por favor que tienes otro de esos amuletos para cambiar".

- "Y te agradezco por regresar la moneda. Dicen que siempre encuentra su camino de regreso, ya veo que sí. Y no, no tengo esos amuletos, el único que había fue el robado que te hizo eso. Lo siento."

- "No me digas eso, debe haber algo que me pueda ayudar. Dime cómo puedo conseguir otro de esos, ¿a dónde debo ir?"

- "No es tan sencillo como ir a una tienda y pedir un amuleto de cambio de cuerpos. Nadie te hará caso. Esos amuletos son tan exclusivos como numerosos. Y llegan a ser más discretos de lo que puedes pensar, desde collares, monedas, pulseras o incluso objetos que pasan desapercibidos como bebidas... espera, quizás pueda ayudarte pero debes estar consciente del peligro que conlleva". Me dijo entrecerrando sus ojos, mirándome seriamente.

- "Estoy dispuesta a lo que sea". Le dije muy decidida.

Él me llevo a la parte trasera del cuarto en donde abrió una caja con una botella que tenía un liquido transparente, como si fuese agua. Me la dio y me advirtió que por ningún motivo me la tomara.

- "Esta es una poción que te permite salir de cuerpo físico. Si tienes la suficiente fuerza de voluntad puedes introducirte en otro cuerpo y quizás tomar el control. Solo que si no lo logras podrías quedarte como un espíritu o peor aun, encerrada en un cuerpo sin voz o control alguno."

Me dio la botella muy cuidadosamente. "Espero que puedas usarla correctamente".

- "No puedo creer aun que estas cosas existan. En verdad hay gente muy mala y enferma en este mundo". Le dije con disgusto.

- "El mundo es un lugar muy basto, esto es solo una parte niña. Además todo depende del uso que quieras darle a estas cosas. Esa poción por lo general se utiliza para espiar y obtener información en círculos muy privados. Incluso me estoy arriesgando al darte esto, pero me pareces una persona digna de confiar."

- "¿Y qué sucede con el pervetido si logro tomar mi cuerpo de vuelta?".

- "Debes saber a estas alturas que nada bueno. Si tienes éxito lo puedes expulsar a otro cuerpo pero en el proceso pueden pasar muchas cosas. Se pueden mezclar recuerdos, emociones o incluso parte de la personalidad. El sujeto que está en tu cuerpo podria terminar muerto, en estado vegetal, o quizas regresar a su cuerpo con secuelas que ni yo mismo sé. "

Después de todas las advertencias salí de la habitación para regresar al interior de la tienda. La tiendanse veia igual a cuando entré la primera vez, no tan pequeña pero sus pasillos eran cortos. Al darme vuelta me encontré al empleado de antes, quien solo me sonrió y me preguntó si encontré lo que buscaba. Asiente con la cabeza y salí de ahí. 


Al llegar a casa de Luis, ambos me preguntaron qué habia pasado y estaban preocupados por mí. Les conté sobre mi experiencia en la tienda y el anciano. Aun no estaba segura si ese empleado era el mismo anciano o si eran alucinaciones mías pero ellos me creyeron. A pesar de lo que podía suceder, los tres estuvimos dispuestos a correr el riesgo y que pase lo que tenga que pasar. Por lo que nos pusimos a idear un plan para atraer al pervertido y recuperar mi cuerpo de una vez por todas.



13 comentarios:

  1. Gran capitulo! Ya quiero que llegue la siguiente parte. Ojalá haya un final alternativo con las dos opciones. Saludos

    ResponderEliminar
  2. Me gustó mucho, espero la continuación, aunque por lo que estoy viendo se van a Fusionar

    ResponderEliminar
  3. Muy buen capítulo! Espero con mucha emoción el final! Desde hace tiempo que no veía una historia tan genial.
    Muchas gracias por tomarte el tiempo de escribir este relato.

    ResponderEliminar
  4. Muy muy buen capitulo, ojalá haya un final feliz y uno triste xd

    ResponderEliminar
  5. Está historia es increíble!!!!

    ResponderEliminar
  6. Me encanta como escribes! Tienes una historia genial

    ResponderEliminar
  7. Hola, oye no quisieras hacer una historia en conjunto? con tematica F2F o la que tu quieras? aqui esta mi correo eljarochin1799@gmail.com

    ResponderEliminar
  8. Excelente capítulo!
    Ojalá que si haya un final donde Sofi no recupere su cuerpo y otro en donde si lo recupere!
    Gracias!

    ResponderEliminar
  9. Al parecer existe la posibilidad de que Sofi se quedara atrapada en el cuerpo de Gerardo, genial!
    Por cierto, tu redacción es muy buena, atrapa bastante la historia:3 te felicito por eso

    ResponderEliminar
  10. No pierdo la esperanza de que haya dos finales :D gracias por otro capítulo hehe

    ResponderEliminar
  11. Esta historia es una obra de arte
    Me encantan las historias donde chicas hermosas que lo tienen todo en su vida son intercambiadas a cuerpos y vidas como el de Gerardo, por lo que dijo el hombre de la tienda posiblemente haya más casos así y ojala que así sea >:)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por el halago.

      Me gusta pensar que todas las historias que he escrito ocurren en un mismo mundo y hay muchas personas intercambiadas por ahí.

      Eliminar

Te puede interesar...

La piel de la juventud

 Elena es una joven recién egresada de la universidad. Ella además de ser muy hermosa, es muy inteligente, ya que se graduó con el mejor pro...