Capítulo 1: El profesor
Alejandro es un maestro en Universidad. A pesar de ser un hombre atractivo a sus 40 años, en el fondo siempre había deseado ser una mujer, pero la idea de someterse a una operación de cambio de sexo nunca pasó por su mente. Él disfrutaba comprar ropa interior de mujer para usarla y modelarla en la privacidad de su hogar. Incluso se tomaba fotos y grababa sus pequeñas pasarelas, soñando con algún día ser una mujer auténtica.
Como parte de una de sus fantasías, él había creado una cuenta en instagram bajo el nombre de "Paola" enseñando únicamente sus piernas vestidas con mallas y tacones. Se hacía pasar por mujer y disfrutaba recibir comentarios halagando su figura. Sin embargo su interacción se veía limitada a únicamente responder los comentarios o mensajes con un "gracias jiji", ya que en un par de ocasiones había intentado seguir la conversación con otras personas, sin embargo la ilusión siempre acababa al momento de pedirle fotos de su rostro, videos o simplemente aceptar llamadas de voz. Esto había frustrado a Alejandro, ya que cada vez dedicaba más tiempo a su perfil fake de Instagram que a su propia vida fuera de internet. Comenzó a improvisar, tomándose fotos a través de apps para cambiar su rostro al de una mujer y editando su voz en programas para hacerla más aguda. Sin embargo no era suficiente, él cada vez deseaba más tener la vida que había inventado en internet. Él deseaba ser "Paola"
Aun con su frustración, Alejandro debía seguir trabajando para poder mantener su estilo de vida. Después de todo era un profesor con reconocimiento en la universidad, admirado por su amplío conocimiento y su cercanía con los alumnos, ya que muchos lo consideraban como un amigo, más allá de un simple profesor aburrido. Aunque en realidad, Alejandro tenía más afinidad hacia las mujeres, debido a su deseo de ser una de ellas. Él se ganaba la confianza de sus alumnas hasta el punto de conocer algunos secretos, y principalmente saber la manera en la que las mujeres se comunicaban entre ellas. Sentía envidia de escucharlas hablándose entre sí como "bebé", "amor", entre otros.
Luego de clases, Alejandro acostumbraba llegar a casa, guardar sus cosas y luego entrar a su habitación.
Ahí, él se desvestía para luego colocarse sus medias y entrar en su personaje de redes sociales, en donde era una chica sexy de edad y apariencia misteriosas.
Esta rutina cambió cuando el nuevo semestre de clases inició, y a su salón llegó una nueva alumna llamada Paula, una joven y muy hermosa chica de la cual una gran parte de sus compañeros se enamoraron a primera vista, incluyendo a Alejandro, quien más que desear estar con ella, deseaba ser ella.
Desde el primer instante, Alejandro se comportó de manera muy educada con ella, ganándose su confianza pronto. En especial porque Paula tenía amigas en semestres más avanzados quienes le dijeron que el profesor era una buena persona en la que podía contar. Muy pronto Paula empezó a verlo como un amigo, y después de clases ella se quedaba a platicar con él durante horas, hasta el punto de salir a comer juntos.
En el fondo, Paula comenzó a sentir atracción por su profesor y deseaba llevar más allá su relación con él. Y por otro lado, Alejandro cada vez se sentía más cautivado por la vida de su alumna, con cada chisme que contaba de sus amigos, con cada historia sobre su vida, él añoraba más poder vivir y hacer suyas esas vivencias. En especial cuando Paola vestía con blusas escotadas o faldas cortas, él se lamía los labios deseando poder usarlas y lucirlas igual de bien.
Con el tiempo ambos comenzaron a salir en forma de relación aunque decidieron no hacerla pública ya que Alejandro podría ser despedido debido a políticas de la escuela y solamente un par de amigas de ella sabían al respecto. Paula se sentía muy ilusionada al estar con un hombre que consideraba maduro, culto, educado y caballeroso, mientras que Alejandro se sentía ilusionado de estar cada vez más cerca del cuerpo que él deseaba ser, pues ella era perfecta en cada aspecto: su rostro, su cabello, su figura y en especial que su nombre era casi el mismo que el nombre que él utilizaba en su cuenta falsa. En un inicio él aprovechó la relación para comenzar a utilizar fotos de ella en ese perfil, "revelando" su rostro y subiendo fotos que ella se tomaba para él, incluso utilizando audios de ella para hacer ver más real su fantasía.
Todo marchaba bien, su relación se mantenía estable y ella estaba más que encantada con el hombre que tenía a su lado, y aunque Alejandro estaba feliz con la relación y con las "mejoras" que hizo en su perfil falso, aun se sentía incompleto. Sentía que cada vez su vida real lo hacía menos feliz ya que solo deseaba convertirse en Paola, incluso comenzó a cancelar citas con ella y con amigos, hasta llegó a faltar a clases solamente por quedarse más horas platicando con otros hombres y mujeres desde el perfil de Paola. Esto hizo que Pau empezara a sospechar que algo malo estaba ocurriendo, ella sospechaba que había otra mujer involucrada, y estaba en lo cierto aunque no era precisamente alguien real sino el alter ego que su novio había creado y cada vez lo consumía más.
Por cuenta propia Pau comenzó a investigar al respecto, siguiendo a Alejandro a escondidas durante unos días y observando que él frecuentaba tiendas de ropa femenina y tiendas de maquillaje. Esto la destrozó por dentro ya que él nunca le había comprado ropa ni maquillaje y había dado por echo que él la estaba engañando con alguien más.
Capítulo 3: La verdad
Harta de esto se armó de valor y fue confrontar al hombre a su hogar. Él no esperaba la visita y cuando abrió la puerta, Pau entró a la fuerza y caminó por todo el lugar en busca de otra mujer, sin embargo no encontró nada, a excepción de algunas faldas y vestidos en el closet. Ella, con lágrimas en los ojos le reclamó y exigió explicaciones, contándole todo lo que ella sabía, pidiendo saber quién era la otra mujer. Alejandro solamente bajó la mirada y no tuvo más opción que contarle toda la verdad. Le reveló su fantasía de ser mujer, su perfil falso, los tutoriales de maquillaje que miraba. Todo con la esperanza de que ella fuera comprensiva y bajo la confianza que se tenían, no le contara a nadie más. Ella en un inicio no le creyó y pensó que solo era un pretexto, sin embargo luego de ver toda la evidencia no tuvo más opción que aceptar la verdad. Se sintió extremadamente decepcionada del hombre con quien creía estar y se fue del lugar sin decir más. Alejandro corrió detrás de ella pero ella se subió al primer taxi que vió y lo dejó atrás.
Al día siguiente, Alejandro llegó a la universidad para dar clase, sin embargo se encontró con miradas juzgadoras y risas por parte de sus alumnos, quienes cuchicheaban mientras lo veían, señalándolo y riendo. Él se sintió muy incómodo y corrió hasta el aula de maestros en donde se desató la corbata para poder respirar mejor. 2 mujeres que también eran maestras entraron al aula y lo miraron fijamente de manera muy seria. Preguntó el por qué de esa actitud hacia él, pero no le respondían. Después de eso ellas se fueron y el director entró, quien se sentó con un semblante serio y comenzó a hablar con él.
Le contó que se habían enterado de su fetiche, del perfil falso e incluso Pau había comenzado a levantar una denuncia contra él debido a que estaba utilizando sus fotos sin su consentimiento. El tema se extendió por toda la escuela, enterándose todos los alumnos y maestros por igual quienes ahora se burlaban de Alejandro, tachándolo de todo tipo de cosas negativas. Y debido a todo esto y el proceso legal que estaba en su contra, Alejandro fue despedido, perdiendo su trabajo, sus ingresos y en especial toda su reputación.
La vida de Alejandro se fue por el caño, de un momento a otro pasó a ser de los maestros más respetados a ser la burla de todos. Pero esto no era lo peor, sino que la demanda de Pau logró proceder lo cual hizo que él tuviera que pagar todo el dinero de sus ahorros quedando en la calle sin un solo peso en su cuenta.
Capítulo 4: El hombre misterioso
Destrozado, Alejandro comenzó a vagar por las calles, descuidando su imagen personal, se convirtió en un auténtico vagabundo sucio, apestoso y muerto de hambre. Su vida no tenía rumbo y entró en una profunda depresión que lo hizo pensar en acabar con su vida. Dispuesto a terminar con todo, un día se subió a lo un puente y se preparaba para lanzarse, cuando una persona extraña apareció, vestía una capucha que no dejaba ver su rostro y tenía una voz hipnótica que convenció a Alejandro de no lanzarse. La persona le mencionó que lo conocía a la perfección, contando detalles de la vida de Alejandro que nadie más conocía, lo cual dejó impactado al vagabundo, quién cuestionó cómo sabía esto y exigía saber de quién se trataba. Sin tener más respuestas, Alejandro quiso irse, pero el encapuchado comenzó a decir que él podía hacer realidad su más profunda fantasía.
Sin más que perder, Alejandro escuchó atento al otro hombre, quien le contó que debía confiar en él y debían seguir un ritual sin hacer preguntas. Entonces el encapuchado le dio una pildora que debía tragar, lo cual hizo e inmediatamente cayó desmayado. Al despertar, se sentía debil, como si estuviera sedado, estaba en una cama de piedra, desnudo. Pensó que había sido una trampa y acabaría violado cuando el hombre encapuchado entró, pero le pidió calma, luego de eso le dio un líquido que debía beber, lo cual lo hizo entrar en un trance, muy confundido sin saber lo que estaba pasando. Lo único que pudo recordar es que el hombre comenzó a recitar algunas palabras extrañas.
Después de eso, cuando Alejandro recobró la conciencia, estaba nuevamente en el puente donde se encontró con aquel hombre. Creyó que todo había sido un sueño o un delirio por culpa de no haber comido en los últimos 2 días. Pero entonces escuchó la voz del hombre quien apareció repentinamente atrás de él. Le dijo que estaba listo y ahora solo faltaba el "último paso" hacia su nueva vida. Alejandro entendió que debía brincar sin embargo no sabía si todo era un truco de su propia mente. El hombre le mencionó que al dar el salto, dejaría para siempre su vida para iniciar de nuevo y no habría vuelta atrás. Alejandro dio por obvio esto, pues acabaría aplastado al fondo del precipicio.
Sin más que perder y creyendo que al fin había quedado loco, Alejandro dio el salto, decidido a acabar con su vida, en el aire veía su vida pasar, los recuerdos de sus años como profesor, sus amigos y amigas, y especialmente Pau, quien fue la última persona en la que pensó antes de impactar el suelo. Después de eso todo quedó negro, creyó que todo había terminado.
Capítulo 5: El despertar
De pronto abrió los ojos y se recostó hiperventilándose, vio que estaba en una cama y en una habitación extraña, todo se veia... femenino. Al levantarse le costó trabajo mantener el equilibrio, sentía su cuerpo muy distinto, más ligero pero con un peso extraño en su pecho. Rápidamente notó su cabello largo que caía sobre sus hombros: castaño y sedoso, idéntico al de Paula. Corrió hacia el baño y confirmó con su reflejo que ahora estaba en el cuerpo de ella. Del shock no pudo evitar soltar un grito con voz chillona, con lo cual los padres de Paula golpearon a su puerta preguntando qué ocurría. Sin saber cómo explicar nada, decidió fingir que no pasaba nada y les dijo que se había asustado al mirar una cucaracha. Ellos solamente rieron y se fueron.
Ahora Alejandro tenía lo que había deseado aunque no sabía qué es lo que había ocurrido. Se acercó a la cama y vió el celular de Paula. Lo agarró y se desbloqueó al instante con el face ID. En seguida se metió a revisar las conversaciones, tenía algunos mensajes de sus amigas las cuales le decían que Alejandro había sido reportado como desaparecido y se le vio por última vez caminando por un puente. También revisó la conversación que tenía con él mismo y confirmó que toda la conversación seguía ahí, esto no era un sueño.
Alejandro regresó al baño y se desvistió, admirando la figura de Paula. Si bien antes había tenido sexo con ella, ahora era distinto. Comenzó a pasar sus manos por sus pechos, sintiendo cómo se erizaban con suma facilidad, todo su cuerpo temblaba con las nuevas sensaciones que tenía. Empezó a estrujarlas y jugarlas mientras reía, también agarró el celular y se tomó varias selfies para atesorar en el momento. Luego de eso siguió quitando la ropa inferior, quedándose completamente desnuda y empezó a pasar su mano por la vagina depilada de Paula, desde el primer toque sintió como un toque eléctrico que recorrió todo su cuerpo, era una sensación completamente nueva. Mil veces más excitante que una erección con su pene. No pudo contenerse y con solo unos segundos tocándose empezó a humedecerse y tener su primer orgasmo femenino. Él solamente sonreía mirando en el espejo a Paula desnuda, sudada, húmeda y completamente bajo su control.
Después de esa experiencia, regresó al cuarto y abrió el closet de Pau, mirando toda la ropa que ahora le pertenecía. Sacó varias faldas y se las empezó a probar una por una, luego las blusas escotadas y ajustadas. Finalmente pasando por los vestidos entallados y los mallones, vistiendo de manera similar a cómo él hacía, pero ahora era distinto, esta vez tenía el cuerpo de una mujer.
No puedo creerlo, tantos y tantos años estuve soñando, deseando, anhelando poder tener esta vista:
Alejandro tomó su nuevo celular y empezó a grabar sus pasarelas como solía hacer antes. Se tomó fotos con todos los outfits de Paula y estaba fascinado. Ingresó al instagram de Paula y subió un par de selfies, las cuales al instante obtuvieron respuesta por parte de algunos chicos de la universidad. Alejandro se acostó en la cama y empezó a platicar con ellos, pudiendo en esta ocasión seguir la plática cómodamente, sin el temor de que descubrieran que era un perfil fake. Esta vez se trataba de alguien real, su fantasía se había convertido en realidad.
Capítulo 6: Paula
Al día siguiente, acudió a la universidad, en donde su puesto había sido suplido por una nueva profesora, lo cual sintió raro, ya que le fue muy fácil responder todas las preguntas, dejando impresionados a varios compañeros por su dominio en la materia. El resto del día fue similar, con Alejandro demostrando su intelecto superior con todos sus años de experiencia con un cuerpo joven de la mitad de su edad.
Al salir de clases fue citado por parte de las autoridades, a lo cual acudió deprisa. Le comentaron que su denuncia le seguiría generando ingresos por unos meses más para su protección. Tenía sentimientos encontrados ya que de cierta manera ese siempre había sido su dinero y ahora estaba siendo transferido a su nueva vida y todo de manera legal sin ninguna sospecha, al final la demanda había resultado beneficiosa. Y también podía sentir la diferencia total en cuanto al trato: mientras él había sido tratado con violencia y rudeza siendo hombre, ahora esos mismos hombres la rodeaban para protegerla y se aseguraban de que se sintiera bien en todo momento.
En los siguientes días, Alejandro siguió adaptandose a la vida de Pau, combinando sus outfits de manera más femenina y sensual de lo que ella habría echo originalmente. Él estaba encantado con lo sucedido, pero aun no podía dejar de pensar en su anterior vida. Caminó hasta el puente, llegando al lugar donde encontró a aquél hombre encapuchado pero no vio a nadie. Se preguntaba seguido si todo había sido un sueño, si acaso siempre había sido Pau y soñó con ser hombre, o quizás seguía siendo hombre y ahora estaba soñando. Luego de eso se dirigió a donde era su antigua casa, la cual ahora estaba abandonada y con sellos de la policia pues había sido hipotecada por las autoridades. Se metió y llegó a su antiguo cuarto, en donde aun había algunos vestidos que él compró. Agarró uno y se lo iba a llevar, pero en eso una silueta se apareció frente a él. Intentó gritar pero su voz no salió, se quedó inmóvil sin poder hacer nada, como si alguien lo estuviera controlando. Entonces la silueta se acercó, era el hombre encapuchado, quien le dijo que debía dejar ese vestido ahí. Ahora tenía la vida que deseaba y debía dejar atrás absolutamente toda su vida anterior para siempre, todo completamente, o de lo contrario sufriría graves consecuencias, incluso peores que la muerte. Él preguntó qué habia ocurrido con su cuerpo, pero el hombre se negó a responder diciendo que no podía hacer ninguna pregunta al respecto, tenía que olvidar todo y vivir su nueva vida. Alejandro no tuvo más opción que aceptar las condiciones y luego de eso recuperó la movilidad de su cuerpo, sintió un alivio y luego al regresar la mirada el hombre misterioso había desaparecido.
Alejandro decidió tomar la palabra y estaba dispuesto a iniciar su nueva vida como Pau, disfrutando cada nuevo segundo de su nuevo cuerpo, su nueva familia, sus amigas y sobretodo la nueva atención masculina que estaba recibiendo. Si bien él no se consideraba gay, ahora las hormonas de Pau estaban haciendo lo suyo. Incluso ahora como parte del trato, decidió dejar de pensar como un antiguo hombre, y comenzó a llamarse a sí mismo como Pau. Alejandro había dejado de existir.
Fin
Feliz navidad!!
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